lunes, 2 de mayo de 2011

BIN LADEN ELIMINADO


La noticia del día ha sido la eliminación de Osama Bin Laden en Pakistán en un ataque de comandos de Estados Unidos. Todos conocemos sobradamente quién era este señor y su fantasmal organización Al Qaeda, que parece estar por todas partes y a la que se ha echado la culpa de todo menos del calentamiento global.
Hasta Gadafi ha aprendido de los americanos que hay que decir que se está combatiendo a Al Qaeda. Aunque esto por supuesto no le haya ahorrado las bombas de la OTAN. El problema es que el copyright no es suyo y los legítimos propietarios de la marca no van a permitir que otros la utilicen si no es con su consentimiento.

La parrafada anterior deja claro que no me creo una palabra de la llamada guerra global contra el terrorismo ni de las noticias sobre Al Qaeda o Bin Laden. Bueno, que lo hayan matado ahora me lo creo en principio. Pero es casi lo único. Aunque como dicen que han tirado el cadáver al mar no sé ni siquiera si creérmelo.

¿Por qué escribo esto? Pues simplemente por el carácter de telenovela, de montaje, de teatro y de película yanqui de buenos y malos que ha tenido todo esto desde el principio. Quiero decir desde la matanza del 11 de Septiembre en Nueva York. Antes Bin Laden había sido un  personaje ambiguo, primero amigo de Estados Unidos en su lucha contra los soviéticos en Afganistán y posteriormente enemigo al que se atribuyeron diversas acciones terroristas. Pero fue tras los atentados del 11-S que se convirtió en el enemigo público número 1. Supuestamente reivindicó estos ataques en un vídeo que probablemente sea más falso que Judas como todos los que siguieron después.

No voy a entrar en las numerosas teorías conspirativas sobre el 11-S ni dar rienda suelta a la fantasía. Mi opinión personal es que fueron efectivamente atentados islámicos y que alguien en Estados Unidos los permitió porque se les iba a sacar un gran rendimiento político.

Que hay algo que no cuadra lo vemos ya en la cuestión del avión del Pentágono. Sigo considerando simplemente falso que uno de los aviones secuestrados se estrellara allí. Ni fotos de restos consistentes ni un agujero compatible con el presunto avión. Y para rematar la faena recuerdo perfectamente el vídeo que se distribuyó para “desmontar las teorías conspiranoicas” en el que no se ve absolutamente nada y mucho menos un avión de pasajeros, sino un fogonazo en el momento del impacto. Este vídeo no sólo no desmonta nada sino que hace surgir más dudas a quien ya las tenía. En todo este tiempo jamás he tenido motivos para salir de mi escepticismo ni cambiar de opinión. Quién sabe en qué otras cosas nos han mentido.

Lo anterior puede ser discutible, pero lo que es totalmente evidente es el rendimiento que les han sacado a los atentados. Han justificado con  ellos las invasiones de Irak y Afganistán de la manera más mentirosa y falsa imaginable, cuando estas campañas militares se habían decidido de antemano por motivos geopolíticos. En el caso de Irak fue necesario además inventarse armas de destrucción masiva para organizar la agresión pero era y sigue sigue siendo indispensable, para presentar la ocupación militar como liberación y la resistencia como terrorismo, la existencia de Al Qaeda como encarnación del mal.

Para justificar este tipo de políticas en un Occidente cuya opinión pública y moral oficial rechaza la guerra era necesario montar una película de buenos y malos, una telenovela jihadista, una obra de teatro que ha tenido su conclusión con  la eliminación del Malo cuando ya era hora de hacerlo. Además del Malo, el guión también incluye la organización Al Qaeda, que es como la Spectra de las películas de James Bond. No dejaremos de notar que estos años nos han puesto a Al Qaeda hasta en la sopa: cualquier desharrapado musulmán que pegaba cuatro tiros o secuestraba a occidentales o quería poner una bomba en algún sitio era de Al Qaeda, cualquier acción era justificada en nombre de la lucha contra Al Qaeda, naturalmente siempre y cuando los posesores de los derechos sobre la marca estuviesen de acuerdo.

Todos estos años han surgido periódicamente vídeos y mensajes de Bin Laden o de sus presuntos lugartenientes. Mensajes más falsos que Judas que parecían escritos por el Mossad o la CIA, cuyo contenido y momento de aparición eran de lo más oportuno para la propaganda israelí y americana. ¿Los israelíes trataban peor que lo acostumbrado a los palestinos y eran criticados por ello? Salía un vídeo de Bin Laden apoyando la causa palestina. ¿Los americanos tenían dificultades en Irak o Afganistán? Vídeo al canto de Al Qaeda apoyando la causa de los insurgentes y la guerra santa en esos lugares. Era como un comodín bueno para cualquier ocasión. Si no hubiera existido lo deberían haber inventado y puesto en nómina para recompensar los servicios prestados.

Ahora se ha bajado el telón sobre la primera parte de la obra con el justo castigo al malo por sus crímenes. Una novela demasiado larga sin un desenlace empieza a aburrir al personal y ya mucha gente empezaba a desconfiar de los vídeos del barbudo. ¿Veremos una segunda parte? La Global War on Terror tiene que continuar por varias razones pues las guerras no han hecho más que empezar y cada vez está todo más revuelto. La consigna es no bajar la guardia: ya hay candidatos a la sucesión de Bin Laden y se preparan nuevos episodios. No cambien de canal...

Sin embargo, no está claro si haber inflado la figura de Bin Laden hasta este punto va a resultar ventajoso para quien lo ha hecho. Fácilmente pueden haber creado un mártir y una figura mítica de la lucha contra Occidente. Fabricando artificialmente en el imaginario occidental un personaje virtual, un malo absoluto y un genio del terror símbolo del mal, quizás le hayan dado una realidad concreta en el imaginario musulmán, como una fantasma que adquiere realidad tras haberlo evocado. El final de Osama no ha sido el de Saddam Hussein, atrapado como una rata en un agujero y posteriormente ahorcado. Ha muerto en combate. Si el islam radical conquista el mundo árabe es fácil que veamos antes o después monumentos a Bin Laden en muchos sitios.

Espero que lo que he escrito esté suficientemente claro y creo que mis lectores no interpretarán nada de ello como un apoyo al terrorismo islámico que es un problema real, o como una negación de la amenaza que la expansión  musulmana en Europa supone. Estos desafíos son reales pero aquí no son el centro de la cuestión. El quid de la cuestión en el tema que nos ocupa es que, dejándonos engañar por la propaganda de la guerra al terrorismo, lo único que hacemos es ponernos al servicio de intereses que no son los nuestros.

En vez de ello debemos defender los intereses de nuestra nación y de la realidad más amplia a la que pertenecemos que es Europa. Las amenazas y las agresiones presentes y futuras, entre las cuales por supuesto está el extremismo islámico, deben ser combatidas con la máxima energía y usando la fuerza cuando sea necesario. Lejos de mí cualquier moralismo pacifista y los mediocres escrúpulos sobre el uso de la fuerza. Pero la legítima defensa de nuestra comunidad es algo muy distinto de enviar a nuestros soldados como mercenarios, en guerras que no son nuestras y siguiendo como perrillos falderos los diktat que vienen de Washington y Tel Aviv.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

El terrorismo islámico como tal existe, de eso no tengo ninguna duda.
Pero lo que yo me pregunto es si es un títere de las oligarquías para atemorizar a la población o un ex aliado furioso con su jefe que de vez en cuando le putea.

Anónimo dijo...

Me inquieta lo que pueda suceder ahora. ¿Le seguirá a esto un nuevo día 11 sangriento para justiicar otra argucia geopolitica? ¿El tema de las revueltas árabes de estos meses es parte de una jugada mas compleja? ¿Cuál será esta vez el "jaque" que persiguen? ¿Hay intención en esto de volver a promover la envenenada doctrina neocon del eurabianismo en detrimento de un nacionalismo europeo auténtico?
¿O quiza sea todo mas sencillo y se pretenda apuntalar la menguada popularidad de Hussein Obama?

Quien sabe.

Max Romano dijo...

Ciertamente el terrorismo islámico existe y debemos defendernos de él pero no creo en la existencia de Al Qaeda.

Acerca de las cuestiones que planteáis tengo las mismas dudas que vosotros. Nuestra única guía en estos temas tan turbios es la pregunta que se hacían los antiguos romanos: "cui prodest" ¿Quién se beneficia de ello?

Hay un tema en el aire y es el acuerdo entre las dos facciones palestinas de Hamas y Fatah con la intención de proclamar un estado palestino reconocido por la ONU en Septiembre sin llegar a un acuerdo con Israel. Es evidente que Israel no va a permitir esto y si no consiguen impedirlo por medios diplomáticos podemos esperarnos un año "caliente"

Anónimo dijo...

Ahora están los políticos dando imágen de preocupación por lo que pueda suceder.
Al final vamos a tener que pensar seriamente sobre si estará preparándose alguna nueva masacre bajo la que excusar lo de Bin Laden.