martes, 21 de diciembre de 2010

RISAS DE GÉNERO

Bueno, para hoy un breve comentario sobre un demencial artículo que nos "explica" (es un decir) los resultados de ciertas investigaciones sobre los procesos cerebrales involucrados en la risa y el sentido del humor. Este hito de la ciencia occidental es mérito del Doctor Wiseman y su "Laboratorio de la Risa" (manda huevos) en Inglaterra.


Evidentemente se trata de un artículo de propaganda feminista, como el título del artículo muestra claramente; no pueden ni siquiera dejarnos reír en paz a hombres y mujeres sin meter por medio el tema del género...deben intentar colar por todas partes el mensaje de que las mujeres son mejores en todo, aunque deban meterlo con calzador.

Como comenté en una entrada reciente, en ocasión de la celebración oficial del Día del Odio Antimasculino, nos propinan con una cierta frecuencia estos estudios que curiosamente van siempre en la misma dirección, aprovechando una generalizada falta de capacidad crítica y el prestigio de que goza la ciencia. Estos estudios suelen ser o  directamente ciencia basura o bien investigaciones auténticas que son tergiversadas por una divulgación tendenciosa. Como en este caso, si bien la manipulación es tan torpe que resulta involuntariamente humorística.

Vayamos por partes. En el artículo se incluye un enlace a un vídeo divulgativo, en sí interesante, de la Universidad de Navarra, que habla de los procesos que se ponen en marcha en el cerebro cuando algo nos hace gracia y nos reímos. Sin embargo en el vídeo no se habla en ningún momento de las diferencias en el sentido del humor entre hombres y mujeres, y esto ya nos debe poner la mosca tras la oreja,  hacer que nos preguntemos qué dice el estudio en realidad. Pero prosigamos: lo que se nos intenta vender como resultado científico es que puesto que las mujeres activan más áreas cerebrales cuando ríen son más complejas que los hombres y por tanto -se da a entender- son superiores. 

Sobran los comentarios ante semejante confusión de ideas y nulo rigor, pero vale la pena entrar en detalles para tocar con mano el ínfimo nivel de los escribas de la corrección política.

"Para la población masculina, lo ilógico basta para despertar el sentido del humor, mientras que las mujeres requieren que esas situaciones absurdas sean graciosas y provoquen la emoción de lo divertido."

Y yo que creía, ingenuamente, que cuando algo me producía risa es porque me parecía gracioso y porque me provocaba la emoción de lo divertido...¿Seré mujer sin saberlo?...o quizá no  porque, pensándolo bien, este artículo es absurdo y la verdad es que no tiene ni puta gracia, pero he pasado un buen rato riéndome de las estupideces que contiene...

Según una experta, que compara el humor con un mapa de metro (!) en una de las metáforas más sugestivas desde La Caverna de Platón:



"Aunque los puntos de partida y llegada coincidan, las mujeres emplean más estaciones e implican mayor recorrido"

Imagino que es un chiste pretender que esto demuestre la superioridad de la mujer: en mi tierra quien para ir de un punto a otro emplea más estaciones de metro de las necesarias y realiza un recorrido mayor es un inepto y un atontado. La periodista debe ser mujer como la experta, puesto que no le basta el absurdo palpable de lo que escribe para percibir el lado humorístico...evidentemente el absurdo no es suficiente para provocarle la emoción de lo divertido.

De hecho sería bastante fácil darle la vuelta a la tortilla empezando por el título del artículo:

"Ellas consiguen complicarlo todo, hasta para reírse..."

"Para la población masculina, lo divertido basta para despertar el sentido del humor, mientras que a las mujeres son incapaces de disfrutar del humorismo si no es de manera retorcida y neurótica..." 


Algo que se puede sacar en limpio y probablemente un resultado científico válido es que hombres y mujeres somos diferentes hasta para reírnos y disfrutar del humor. Desde luego no hace falta un "Laboratorio de la Risa" para descubrir esto pues es experiencia común de todos. Sin embargo es un hecho más que corrobora la infinita falsedad de cualquier discurso que pretenda que hombres y mujeres somos iguales y la única diferencia está en los genitales. Existe una palabra adecuada para calificar la impostura igualitaria, la "ciencia" feminista y las manipulaciones del estilo del artículo comentado:

Risibles.

sábado, 18 de diciembre de 2010

KOSOVO: EL PROTECTORADO MAFIOSO DE ESTADOS UNIDOS

Hoy voy a hablar del Kosovo, del destino de los serbios en esta (ex)provincia de Serbia y de la formidable campaña de desinformación y propaganda utilizada para vender a la opinión pública la guerra de agresión de la OTAN contra Serbia del 1999, llevada a cabo para arrebatarle el Kosovo y convertirlo en un protectorado USA. No es aparentemente algo que nos toque de cerca pero creo que podemos hacer varias reflexiones interesantes sobre el tema.

Durante los años 90, cuando Yugoslavia de deshizo en medio de guerras feroces, Estados Unidos y sus aliados de la OTAN tomaron partido contra Serbia y a favor de sus adversarios croatas, eslovenos y musulmanes de Bosnia. Una vez decidido quiénes eran los malos de la película, se procedió a presentar a los serbios como la misma encarnación del mal, negando cualquier legitimidad a sus reivindicaciones, cubriéndoles de fango y culpándoles a ellos únicamente de una infinidad de atrocidades como matanzas, limpieza étnica y violaciones sistemáticas en gran escala.

Esos crímenes en mayor o menor medida fueron cometidos por todos los contendientes; fue una guerra feroz y aspérrima como toda guerra civil, exacerbada por el increíble puzzle étnico de serbios, croatas y musulmanes en esas tierras, y también por una larga tradición de violencia política en los Balcanes. Pero como se había decidido que los malos eran los serbios, los medios emprendieron una campaña sistemática de desinformación, exagerando sus atrocidades (reales) e inventándose otras en un clásico ejemplo de propaganda de guerra, mientras se silenciaban las perpetradas por sus adversarios. La toma de posición fue transparente aunque disfrazada hipócritamente con una avalancha de retórica humanitaria. Europa y Estados Unidos reconocieron el derecho de eslovenos, croatas y bosnios a separarse de Yugoslavia, pero no reconocieron el derecho de los serbios que vivían en Croacia y Bosnia a separarse de esas repúblicas y reunirse con su patria. Las limpiezas étnicas y las matanzas cometidas por los serbios provocaban horror y repulsa generalizada, en aquellos que se indignan cuando se lo manda la televisión, pero las víctimas serbias de idénticas atrocidades no existían para los medios. Se creó un tribunal farsa en La Haya para castigar a los malos que sigue funcionando porque todavía hay malos en circulación.

Pasaron las guerras y se impuso la Pax Americana en los acuerdos de Dayton, pero el malo malísimo, el nacionalista serbio Milosevic, seguía en el poder. La OTAN había actuado militarmente contra los serbios de Bosnia y ayudado militarmente a croatas y musulmanes, pero aún no había atacado directamente a Serbia. Sin embargo, llegado el 1999 Rusia (tradicional aliada de Serbia) atravesaba su momento de máxima debilidad, los Estados Unidos le seguían teniendo ganas a los serbios y vieron la oportunidad de arrebatarle la provincia del Kosovo, explotando el conflicto étnico entre éstos y los albaneses que constituían la mayoría de la población. De modo que empezaron a apoyar la guerrilla separatista albanesa del UCK, organización ligada estrechamente a bandas mafiosas dedicadas a sus típicos quehaceres: tráfico de drogas, armas, personas y órganos.

La provincia del Kosovo tiene un significado simbólico, histórico y religioso muy profundo para el pueblo serbio, algo así como Asturias y Covadonga para España.  Estaba habitada en mayoría por serbios unas décadas atrás pero la llegada masiva de albaneses musulmanes y su superior demografía convirtieron a los serbios en una minoría en su propia tierra.

Tornando a la política de Estados Unidos, éstos tenían al UCK en la lista de organizaciones terroristas hasta que decidieron que había que quitarle el Kosovo a Serbia: en ese momento pasaron a ser los buenos, ya no eran terroristas sino luchadores por la libertad y contra los opresores serbios, se les proporcionaron armas y recursos para que pudieran desafiar militarmente al gobierno central de Belgrado. El UCK intensificó su campaña terrorista (preferentemente atacaban a civiles) y el Kosovo se incendió en una sublevación general de los albaneses. Belgrado envió a sus Fuerzas Armadas para sofocar la guerrilla separatista y restablecer el orden, como hubiera hecho cualquier gobierno.

En ese momento la maquinaria de la propaganda y la desinformación cayó de nuevo sobre la nación serbia. Fueron fabricadas por los medios atrocidades y crímenes, genocidios, deportaciones, limpieza étnica, matanzas y fosas comunes. Todo ello para justificar una guerra de agresión que fue llevada a cabo en el verano de 1999 y en la que Serbia naturalmente debió al final ceder ante la superioridad material y tecnológica de la OTAN. Le fue arrebatado el Kosovo, que era el verdadero objetivo de la agresión mientras nos lavaron el cerebro con un montón de basura sobre la guerra humanitaria. Fue también preparado el terreno para el derrocamiento de Milosevic, tras haber destruido gran parte de la infraestructura de Serbia para que los futuros gobernantes estuvieran obligados a mendigar ayuda económica, cuyo precio sería aceptar todas las imposiciones americanas y de la Unión Europea, la cesión de su soberanía y libertad.

Kosovo se proclamó independiente unos años después mientras los criminales del UCK perpetraban una limpieza étnica real y no inventada contra los serbios y todas las otras minorías, en práctica expulsando a todos los no albaneses que pudieron; fueron destruidos sistemáticamente la mayor parte de los tesoros culturales, monumentos y testimonios de la historia serbia. Todo ello fue vergonzosamente silenciado por esas auténticas maquinarias de la mentira que son los medios de comunicación.

Actualmente Kosovo es un insulto y una humillación a Europa, un protectorado mafioso de los Estados Unidos en nuestro continente. Es el centro del tráfico de drogas, de órganos y de trata de blancas en el continente europeo, un auténtico puerto franco. Todo ello con la aprobación y la colaboración de los Estados Unidos, que así tienen un territorio que pueden controlar a sus anchas sin que exista un verdadero Estado. Allí mantienen la base militar más grande que poseen en nuestro continente, Camp Bondsteel.  Este protectorado está gobernado por los mismos delincuentes que fueron armados y apoyados por EEUU contra Serbia. Para hacernos una idea de la clase de criminales que son valga esta reciente noticia que me ha dado ocasión para recordar el tema:


Naturalmente esto no pilla por sorpresa a cualquier persona que haya seguido el tema:  hablo de quienes desean conocer la verdad, no de los buenos ciudadanos que viven satisfechos con la verdad oficial y se indignan sólo cuando se lo manda el telediario. No es algo que se descubra ahora, la sabían todos desde hace años, pero como los del UCK eran los buenos todos nuestros políticos y los profesionales de la información se callaron como putas porque había que vender la moto de la guerra humanitaria.

Para esto ha servido la guerra humanitaria: para entregar el Kosovo a una banda de criminales, traficantes de droga y de órganos, que utilizaban los prisioneros serbios como ganado para el mercado de los transplantes. Como en un  restaurante a la carta: cuando se recibe un  pedido, se liquida de un tiro en la nuca al prisionero que hasta entonces se ha mantenido con vida y se le extraen los órganos. No es una película de terror aunque lo parezca: es la vergüenza de una Europa sin soberanía ni dignidad, de unas clases dirigentes europeas traidoras y vendidas, que permiten y apoyan un narcoestado criminal y mafioso en el corazón de Europa porque su amo así se lo ordena.

¿Conclusiones tras todas estas consideraciones? Para mí las siguientes:

1.      La inmigración no es neutral ni inofensiva. Hay inmigración asimilable y no asimilable. El destino de los serbios del Kosovo nos enseña que en pocos decenios un pueblo puede ser reducido a una minoría y expulsado de su propia tierra.

2.      La democracia se diferencia de los regímenes autoritarios en que el ciudadano de un régimen autoritario ve propaganda y en general lo sabe, mientras que el ciudadano de un régimen democrático ve propaganda y no lo sabe.

3.      Europa está sometida al continuo control e injerencia americana, carece de soberanía y sus clases dirigentes trabajan contra el interés de sus mismos  pueblos, al servicio de lobbies angloamericanas y poderes extraeuropeos. Los Estados Unidos no tratan a los europeos (excepto a los ingleses) como iguales ni como aliados, sino como vasallos. Utilizan a los soldados europeos como mercenarios para aventuras militares que favorecen exclusivamente sus intereses, espían a sus así llamados aliados con el sistema Echelon que usan también para ayudar a las empresas americanas perjudicando a las europeas, se permiten dictar a las naciones de Europa su política exterior, con quién se pueden hacer negocios y con quién no. La última humillación e insulto a Europa es la creación del protectorado del Kosovo, un Estado inexistente gobernado por bandas criminales que gozan de la protección norteamericana y por tanto son intocables.

Saludos del Oso

domingo, 12 de diciembre de 2010

INQUISICIONES

Todo el mundo ha oído hablar de la Santa Inquisición, los tribunales especiales con los cuales la Iglesia Católica perseguía, además de la brujería, los delitos de opinión de su época, es decir el no alineamiento con la doctrina oficial que el poder deseaba imponer, sin que fueran admitidas desviaciones. Naturalmente la persecución por motivos ideológicos no fue exclusiva de la Iglesia Católica ni del medioevo: el deseo humano de tapar la boca y perseguir a quien tiene ideas diferentes es universal y encontramos a los inquisidores por todas partes, ayer y hoy, fuera de nuestras fronteras y dentro de ellas.

Los motivos para ello son fundamentalmente de dos tipos: en primer lugar la miopía de quien desea imponer la uniformidad de ideas y visiones del mundo, y pretende homologar, alinear la sociedad y el mundo a una verdad universal que supuestamente vale para toda la humanidad. En este caso la disidencia equivale a herejía, crimen capital para el poder ideológico, cultural.

En segundo lugar tenemos inquisidores activos cuando la verdad oficial constituye la base del poder que controla la sociedad, cuando los que mueven los hilos necesitan de y se apoyan en ella, y como caso particular cuando importantes intereses económicos dependen de ella. En este caso la disidencia equivale a subversión, el crimen capital para el poder político, material.

Como he apuntado, en la actualidad no hemos dejado atrás las inquisiciones. Todo lo contrario. Empezaremos por el fanatismo religioso islámico, que es cada vez más fuerte en el mundo:


Como podemos leer en este artículo, una serie de países de mayoría musulmana pretende introducir a nivel internacional un reconocimiento del delito de blasfemia, que para ellos en la práctica es cualquier crítica al Islam o al profeta Mahoma. Este tipo de leyes existe en la mayor parte de los países musulmanes y son usadas no sólo para negar la libertad de pensamiento y de palabra, sino para realizar venganzas personales y en particular para perseguir a los cristianos: como todas las leyes dictadas por el fanatismo, tienen una intención  persecutoria y las garantías para el acusado son inexistentes. Bastan denuncias sin pruebas, sobre todo cuando la víctima pertenece a otra religión.

Desde luego estas leyes son impensables hoy en día en Europa, pero creo que está muy claro que cuando la inmigración musulmana comience a tener un peso político importante, los islamistas empezarán a presionar para introducirlas. La lectura del artículo mencionado nos dice qué es lo que debemos esperarnos cuando sean la mitad más uno entre nosotros.

Pero esta no es la única inquisición que acecha: mucho más cerca tenemos inquisiciones que se llaman a sí mismas libertad y tolerancia. Estoy hablando de esa forma de tapar la boca y encadenar la mente que se llama corrección política y que impone su ley en nuestras sociedades libres. Esta dictadura de terciopelo es una de la peores formas de negación de la libertad de pensamiento: para no repetirme haré referencia al artículo que escribí en este blog hace tiempo:

De hecho  una intolerancia característica es la de los tolerantes de profesión...cuando uno se llena la boca continuamente con una palabra debemos sentir una enorme mosca tras la oreja, más o menos como cuando un político dice que es honrado. En el mencionado artículo sobre las leyes contra la blasfemia, el periodista, como buen progre, se indigna contra la imposición de una censura religiosa, pero no sospecha que muchas de las consideraciones que hace encajan como un guante en nuestra sociedad, específicamente son aplicables a las formas de censura que el progresismo ha introducido y continúa a introducir contra los disidentes. Es más, supongo que nuestro periodista se irritaría profundamente si se le hiciera notar que las actitudes del fanatismo islámico son exactamente iguales a las de los progres. Hay que entenderlos: se ven fácilmente las vigas -porque en este caso no son pajas- en el ojo ajeno pero las que están en el propio no. Escojamos algunas expresiones con cuyo sentido no puedo estar más de acuerdo:

"...no es en el fondo más que el ejercicio de la libertad de opinión..."

"...confundir el papel de legisladores y jueces con el de teólogos e inquisidores..."

"...no deja de ser un criterio, no una verdad inamovible a la que deban plegarse todas las libertades, incluida la de abrazar una fe u otra, o ninguna..."

Pues bien, todo esto está pasando aquí y ahora, en el seno de las sociedades libres. Y no estoy sólo hablando de corrección política y dictadura de terciopelo, de que en los medios se permitan sólo ciertas opiniones, de que un personaje público pueda arruinar su carrera si tiene opiniones incorrectas, de que algo esté bien o mal visto socialmente. Estoy hablando de delitos de opinión, libros prohibidos y destruidos, gente condenada a prisión por lo que "en el fondo no es más que el ejercicio de la libertad de opinión". Los delitos de opinión son cada vez más y precisamente son introducidos en nombre de la tolerancia y la libertad.

En ciertos países afirmar que las razas humanas no sólo existen sino que presentan diferencias notables de carácter, inteligencia, habilidades, y en base a ello expresar un criterio cualitativo de preferencia, de adhesión o rechazo,  es no sólo mal visto sino penalmente perseguible. Y sin embargo estas diferencias son indudables, reales más allá de toda duda. Para quien desee referencias recomiendo este enlace y la lectura del artículo original en el "Mankind Quarterly":


El igualitarismo dogmático es en la actualidad "una verdad inamovible a la que deben plegarse todas las libertades, incluida la de abrazar una fe u otra, o ninguna". Quien dice razas dice hombres y mujeres, dice personas en general que son diferentes en todo, por fuera lo son y por dentro mucho más. No me sale de los cojones abrazar la fe igualitaria, no lo haré jamás, y el legislador o el juez que pretende cerrarme la boca por ello me parece muy claro que "confunde su papel con el de teólogo e inquisidor". El igualitarismo y la correción política, el feminismo, el antirracismo, constituyen la religión podrida y apestosa que pretenden imponernos los dueños del mundo.

Por los delitos de pensamiento arriba mencionados una persona puede sufrir castigos y molestias más o menos duros, se le puede hacer la vida imposible, pero no es fácil que termine en la cárcel por este motivo. Sin embargo existe un delito de opinión por el que en media Europa, en Canadá y en varios otros países libres se puede ir a la cárcel, y no sólo en teoría puesto que han sido encarceladas u obligadas a abjurar con esta amenaza un cierto número de personas. Existe una policía del pensamiento, que impide publicar libros y los destruye cuando son publicados. Esta es la Inquisición reina que he dejado para el final.

Estoy hablando de la criminalización del revisionismo histórico, corriente de estudios que pone en duda la versión comúnmente aceptada de la persecución sufrida por los judíos durante la segunda Guerra Mundial, sustancialmente reduciendo su entidad y negando que hubiese un plan deliberado de exterminio. No sólo se persigue penalmente la negación de la historia escrita por los vencedores, sino que también la simple expresión de dudas es delito en muchos países, y lleva directamente a la cárcel si no se abjura de la herejía.

Puesto que éste es un terreno minado será necesario aclarar que quien escribe no comparte la ideología nazi ni considera justificables bajo ningún punto de vista las persecuciones sufridas por los judíos en ese período histórico, que fueron efectivamente brutales. Al mismo tiempo considera pura propaganda gran parte de lo que nos han contado; no se trata más que de la historia de los vencedores y la demonización del vencido, a la vez que la ocultación de los crímenes cometidos por el régimen soviético de Stalin antes, durante y después de la guerra, así como los cometidos por los buenos angloamericanos.

Pero quien escribe es sólo apasionado de historia, no especialista en estos estudios por lo que su opinión vale lo que cualquier otra. Lo importante aquí no es si los revisionistas tienen o no razón y en qué medida, sino el principio básico según el cual en el estudio histórico, como en cualquier disciplina del saber, es inaceptable bajo cualquier punto de vista la imposición de una verdad oficial, la criminalización y la persecución penal de quien defiende una teoría contracorriente. Cualquier limitación a la libertad absoluta de pensamiento e investigación convierte la ciencia en propaganda y manipulación. Para mí enterarme de que los historiadores revisionistas eran procesados y encarcelados fue la prueba definitiva de que por lo menos en parte tenían razón, de que no se trataba de unos impostores que querían rehabilitar el nazismo.

No se hacen leyes y tribunales especiales para un grupúsculo de fanáticos antisemitas y de neonazis. Una democracia puede sobrevivir perfectamente a una minoría de exaltados. Se hacen leyes especiales y se mete a las personas en la cárcel cuando lo que dicen es una amenaza directa para el sistema, cuando el poder tiene miedo de la verdad, porque se basa sobre mentiras que hay que proteger a toda costa. 

Además de los intereses políticos en juego, hay que mencionar que también hay intereses económicos enormes ligados a la "Industria del Holocausto",  título de un excelente libro de Norman Filkenstein, autor judío -no revisionista- que tenido también sus problemas con la lobby sionista por su denuncia.

Se pretende que los revisionistas son nazis más o menos camuflados, que niegan el holocausto y la persecución de los judíos para rehabilitar la figura de Hitler y su régimen. Esto es totalmente falso. Ninguno de ellos -por lo menos los más serios y preparados- niega que hubiera persecuciones ni las justifica. Tampoco es cierto que la mayoría sean nazis o fascistas: el padre de esta corriente, Paul Rassinier, fue él mismo deportado en un campo de concentración; otro de los más importantes y perseguidos, Robert Faurisson, se puede definir un anarquista libertario. En general los revisionistas pertenecen a las más variadas tendencias.

Sin entrar en detalles sobre mis conclusiones personales -que repito son irrelevantes- acerca de los resultados de los estudios revisionistas, ni mucho menos hacer apología del nazismo respecto al cual mantengo las distancias, termino esta entrada haciendo notar algo evidente: cualquier persona libre debería por lo menos preguntarse por qué en una sociedad en la cual todos se llenan la boca con la libertad de expresión existen los delitos de opinión, por qué la gente va a la cárcel por vender libros prohibidos y por expresar opiniones que no son mínimamente incitaciones al delito o a la violencia, sino simplemente interpretaciones o teorías sobre la realidad y los eventos históricos.

Espero que este breve repaso sirva para mostrar que la policía del pensamiento y la persecución por motivos de opinión no es algo propio sólo del medioevo o de las dictaduras.

La peor y más venenosa inquisición es la que se disfraza de libertad.