jueves, 26 de mayo de 2011

LUGARES COMUNES FEMINISTAS


Un episodio real en una oficina de Madrid: como muchos de los que trabajan con ordenador hacen o deberían hacer, cada hora y media o dos horas me levanto para estirar las piernas y descansar la vista durante unos pocos minutos.

De manera casual, comento con una de las secretarias que de vez en cuando conviene tomarse este tipo de descansos, y sin venir a cuento la señora empieza a hilvanar un rosario de comentarios, para decir más o menos que los hombres nos distraemos en el trabajo y perdemos tiempo, somos blandos y quejicas, y sin venir a cuento suelta también el conocido tópico de que las mujeres, a diferencia de los hombres, pueden hacer varias cosas al mismo tiempo. En resumen, toma como pretexto un comentario de lo más corriente para afirmar que las mujeres son mejores que los hombres.

Cada uno de mis lectores seguramente habrá sido testigo de situaciones análogas. No es que la señora tuviese un mal día ni que se hubiera peleado con su marido o con su jefe. Puede pasar en casos puntuales, pero quien observe la realidad se dará cuenta de que este tipo de episodio se repite por todas partes, constantemente y con infinitas variaciones. No se trata del normal tira y afloja de las relaciones humanas, ni de malhumores o comentarios sin mayor significado. Es algo demasiado sistemático y común para ser casual o normal. Se trata de la auténtica obsesión e idea fija que tienen muchas mujeres por entrar continuamente en competición y polémica con el hombre.

El adoctrinamiento feminista y su mensaje de guerra continua contra los hombres han calado hondo en la vida cotidiana. Sin venir a cuento y con cualquier pretexto todo tipo de mujeres repiten en cuanto ven una ocasión para ello el slogan feminista de que las mujeres son mejores que los hombres. Con una mezcla perversa de lugares comunes y mala fe, mentiras descaradas y falsificaciones, se pretende instilar en la mente del varón, gota a gota como un veneno, la idea de la superioridad femenina.

Y veneno es porque el mensaje lentamente ha llegado a permear la sociedad y paralizar la capacidad de respuesta de los hombres. La propaganda que utiliza el feminismo para lavar el cerebro de los hombres se ha convertido en parte del ambiente, del substrato mental de la población, hasta el punto de que se acepta pasivamente y sin discusión.

Es como si una banda de criminales hubiera pasado por un campo fértil y lo hubiera regado de venenos y sustancias tóxicas. Se trata por tanto de bonificar el terreno. Rechazar dentro de nuestra mente este lavado de cerebro.

Uno de los lugares comunes más difundidos es que las mujeres pueden hacer varias cosas al mismo tiempo y los hombres no. Esto es simplemente falso, una de las bobadas que a fuerza de  una constante y machacona repetición pasan por verdad. De acuerdo a mi experiencia personal y creo a la de cualquiera, hay tareas complejas que requieren una concentración absoluta para ser realizadas correctamente, otras algo menos que si bien requieren atención nos permiten hacer otras cosas, y en fin las que son tan sencillas que podemos dedicarnos a muchas de ellas simultáneamente. Imagino que depende mucho de la persona. Por ejemplo los maestros de ajedrez (gran mayoría de hombres) son capaces de jugar partidas simultáneas (¡incluso simuiltáneas a ciegas!) dedicando sólo una parte de su atención a una actividad que para un común mortal requiere una concentración exclusiva.

Decir que las mujeres pueden hacer varias cosas al mismo tiempo y los hombres no, por tanto equivale a sostener que las actividades complejas y mentalmente exigentes son apropiadas exclusivamente para hombres, y que las mujeres tienen cerebro sólo para fregar, lavar la ropa, cocinar, hacer de secretarias y ver telenovelas, que son tareas simples y permiten realizar varias de ellas simultáneamente. Posiciones que nunca se han sostenido en este blog.

Otra estupidez soberana es que las mujeres son mejores en el trabajo, se aplican y se concentran más. Evidentemente quien suelta una parida de este calibre es que no ha trabajado en su puta vida o habla en mala fe. Como sabe cualquiera que haya puesto el pie en una oficina, la mayor parte de las mujeres dedican mucho más tiempo que los hombres a charlar, en un interminable parloteo que transforma cualquier lugar de trabajo en un gallinero como haya más de dos o tres juntas que sean amigas. Y como no lo sean es peor porque la mala sangre se palpa en el aire, y desde luego a ellas les importa un bledo poner sus rencillas personales por delante de la profesionalidad.

Que trabajen mejor es otra risible pretensión. Una falsedad total como demuestra ampliamente el que necesiten, para medio competir con los hombres, una infinidad de privilegios, cuotas de género y todo tipo de políticas de discriminación antimasculina, para intentar imponer a través de una aberrante e injusta legislación una igualdad que no existe ni existirá nunca por motivos objetivos.

Según la última superchería feminista de que voy a hablar y que todos hemos oído más de una vez, los varones somos más blandos y quejicas que las mujeres, delicados, carentes de aguante y de carácter. Muchas féminas parecen necesitar esta  letanía como si fuera una medicina, o como si por mucho repetirla fuera a ser verdad. En efecto existe un tipo de mujer moderna emancipada, con la mente llena de complejos de inferioridad, que necesita degradar al varón y confundir sus fantasías con la realidad,  para poder creerse ella misma el cuento de la superioridad femenina y sentirse alguien.

Sin embargo no negaré que la crítica tiene mucho de verdad. En general el tipo de sociedad en que vivimos, con sus valores seniles y mediocres, tiene un efecto degradante en el carácter y la personalidad humana. Siendo esto verdad para hombres y mujeres, especialmente devastante lo es para el varón. Es una triste realidad la difusión de un tipo masculino cada vez más común, el hombre del siglo XXI que el feminismo pretende imponer como criterio universal, un blandengue y un mierda como he abundantemente comentado en este blog. Pero existe una precisa razón para esta caída de nivel.

El hombre moderno se está volviendo un mierda porque le falta el padre. Denigrado por decenios de propaganda antipaterna y contra el patriarcado, convertido en símbolo del mal por víboras pseudointelectuales de cuatro perras y llenas de hiel, expulsado de la familia por leyes infames y abogadas hijas de puta, reducido en la figura del padre moderno, carente de autoridad, a una patética sombra de sí mismo con el cerebro lavado por siniestros y babosos pedagogos,  psicólogos y expertos.

En resumen imposibilitado por toda esta gentuza para realizar su trabajo, que es el de ser padre. Es decir representar el orden y enseñar a sus hijos a ser hombres. Justamente a no ser un blandengue y un quejica, a tener aguante, fortaleza y firmeza. Por tanto no es ninguna sorpresa que tras decenios de criminal propaganda feminista y de destrucción de la figura del padre los hombres sean unos mierdas.

Como podemos ver estamos ante el colmo del cinismo y la mala fe: se le echa en cara al varón, y se utiliza como arma de propaganda, la debilidad de carácter que es la directa consecuencia de la campaña feminista de acoso y derribo al padre.

Es como si le diera un martillazo en el pie a otro y a continuación, además, me riese de él y le echase en cara que no puede ganarme en una carrera, demostrando así que y soy mejor que él. En esta imagen se resume toda la pretensión de superioridad femenina sobre el hombre, que millones de pobres diablos aceptan con la cabeza gacha.

Toda esta basura no merece más comentario y creo que la situación está clara. Lo que en cambio urge, es una adecuada actitud masculina de frente a la agresividad femenina, a la voluntad de ciertas mujeres de transformar la vida en una continua guerra de sexos.

Lo único que puede hacer un hombre con una mínima dignidad es rechazar a estas mujeres y considerarlas como apestadas. Porque efectivamente están infectadas. Que encuentren otro gilipollas a quien hacer la vida imposible.

Y si esto significa aceptar algún sacrificio, renunciar a alguna ocasión o tener que esperar más de lo razonable hasta encontrar una compañera digna, ello es el precio de tener algo de dignidad. Si para echar un polvo de más se acepta ser tratado como un mierda, es que efectivamente se es un mierda. Así de claro.

Todo hombre debería grabar en su mente con letras de fuego esta simple y eterna verdad: el hombre que piensa con el rabo está destinado a ser un juguete de la mujer. Por mucho que le parezca lo contrario.

sábado, 7 de mayo de 2011

LA DOCTORA SÁDICA Y SU TRAMPA PARA CIPOTES


Queridos lectores: quizás dentro de poco podamos comprar este artilugio por Internet o incluso abran franquicias en nuestro país. Raro es que las perturbadas mentales de este asqueroso gobierno feminista y sus gilipollas domesticados no se hayan interesado por el tema. Lo mismo se les ocurre un día distribuirlo gratuitamente  en las farmacias:


¿Qué es esto? se llama Rape-aXe y es una trampa para cipotes. Se coloca en el interior de la vagina y cuando el pene entra se cierra alrededor atrapándolo con unas púas afiladas como cuchillas de afeitar según la página que lo publicita. Según su inventora causa gran dolor y debe ser retirado quirúrgicamente porque de lo contrario puede provocar lesiones irreversibles. He aquí el enlace donde nos obsequia con un demo del funcionamiento y nos proporciona otras amenas informaciones:


Esta especie de cepo, inspirado en el mito de la vagina dentata y que parece salido de una mala película gore, es una invención de la doctora sudafricana Sonnet Ehler. La excusa para esta encarnación en látex de odio antimasculino es combatir las violaciones, proporcionando a las víctimas un medio de defensa y marcando al violador con este artefacto, que lo debería llevar derecho al hospital y a ser detenido por la policía.

Naturalmente nadie pensará seriamente que esto vaya a evitar muchas violaciones. Eso sí, perfectamente puede ser el instrumento de venganza de mujeres despechadas o hijas de puta de toda clase que por un motivo u otro desean castigar a un hombre. Que además de sacar el rabo cruelmente lacerado por los ganchos de la venganza podrá ser acusado de violación, y como el varón es culpable hasta que no se demuestre lo contrario lo puede tener bastante difícil con la justicia.


Como es evidente, aquí se trata de las fantasías de la típica feminista dominada por una aversión patológica hacia el miembro viril. Humanamente podemos comprender su deseo de venganza contra un órgano que probablemente huye despavorido nada más verla. No hay que ser un genio para notar en la foto el placer enfermizo que esta tipa siente imaginando los ganchos que se clavan en los cuerpos cavernosos de la odiada polla.

En fin, no sé si este invento saldrá a la venta alguna vez o si es sólo una curiosidad fruto de una mente desequilibrada. Otras mujeres comprometidas en estos temas y algo más sanas mentalmente lo han criticado con dureza. Pero lo importante no es tanto esto sino el valor de símbolo que tiene Rape-aXe. Este artilugio descubre las cartas y el juego del feminismo de manera muy clara.

Es una verdad resabida que los locos a menudo dicen la verdad. Este aparato tendrá su origen en las fantasías húmedas de una mujer trastornada, pero por esto mismo y de manera involuntaria, nos está diciendo la verdad sobre el feminismo. Con un lenguaje figurativo transparente que incluso los gilipollas domesticados pueden comprender.


El verdadero rostro del feminismo es éste y no otro. La foto expresa exactamente lo que las feministas quieren hacernos a los hombres, de manera metafórica y si es posible real. Quien no se haya enterado aún que despierte y vaya abriendo los ojos.

lunes, 2 de mayo de 2011

BIN LADEN ELIMINADO


La noticia del día ha sido la eliminación de Osama Bin Laden en Pakistán en un ataque de comandos de Estados Unidos. Todos conocemos sobradamente quién era este señor y su fantasmal organización Al Qaeda, que parece estar por todas partes y a la que se ha echado la culpa de todo menos del calentamiento global.
Hasta Gadafi ha aprendido de los americanos que hay que decir que se está combatiendo a Al Qaeda. Aunque esto por supuesto no le haya ahorrado las bombas de la OTAN. El problema es que el copyright no es suyo y los legítimos propietarios de la marca no van a permitir que otros la utilicen si no es con su consentimiento.

La parrafada anterior deja claro que no me creo una palabra de la llamada guerra global contra el terrorismo ni de las noticias sobre Al Qaeda o Bin Laden. Bueno, que lo hayan matado ahora me lo creo en principio. Pero es casi lo único. Aunque como dicen que han tirado el cadáver al mar no sé ni siquiera si creérmelo.

¿Por qué escribo esto? Pues simplemente por el carácter de telenovela, de montaje, de teatro y de película yanqui de buenos y malos que ha tenido todo esto desde el principio. Quiero decir desde la matanza del 11 de Septiembre en Nueva York. Antes Bin Laden había sido un  personaje ambiguo, primero amigo de Estados Unidos en su lucha contra los soviéticos en Afganistán y posteriormente enemigo al que se atribuyeron diversas acciones terroristas. Pero fue tras los atentados del 11-S que se convirtió en el enemigo público número 1. Supuestamente reivindicó estos ataques en un vídeo que probablemente sea más falso que Judas como todos los que siguieron después.

No voy a entrar en las numerosas teorías conspirativas sobre el 11-S ni dar rienda suelta a la fantasía. Mi opinión personal es que fueron efectivamente atentados islámicos y que alguien en Estados Unidos los permitió porque se les iba a sacar un gran rendimiento político.

Que hay algo que no cuadra lo vemos ya en la cuestión del avión del Pentágono. Sigo considerando simplemente falso que uno de los aviones secuestrados se estrellara allí. Ni fotos de restos consistentes ni un agujero compatible con el presunto avión. Y para rematar la faena recuerdo perfectamente el vídeo que se distribuyó para “desmontar las teorías conspiranoicas” en el que no se ve absolutamente nada y mucho menos un avión de pasajeros, sino un fogonazo en el momento del impacto. Este vídeo no sólo no desmonta nada sino que hace surgir más dudas a quien ya las tenía. En todo este tiempo jamás he tenido motivos para salir de mi escepticismo ni cambiar de opinión. Quién sabe en qué otras cosas nos han mentido.

Lo anterior puede ser discutible, pero lo que es totalmente evidente es el rendimiento que les han sacado a los atentados. Han justificado con  ellos las invasiones de Irak y Afganistán de la manera más mentirosa y falsa imaginable, cuando estas campañas militares se habían decidido de antemano por motivos geopolíticos. En el caso de Irak fue necesario además inventarse armas de destrucción masiva para organizar la agresión pero era y sigue sigue siendo indispensable, para presentar la ocupación militar como liberación y la resistencia como terrorismo, la existencia de Al Qaeda como encarnación del mal.

Para justificar este tipo de políticas en un Occidente cuya opinión pública y moral oficial rechaza la guerra era necesario montar una película de buenos y malos, una telenovela jihadista, una obra de teatro que ha tenido su conclusión con  la eliminación del Malo cuando ya era hora de hacerlo. Además del Malo, el guión también incluye la organización Al Qaeda, que es como la Spectra de las películas de James Bond. No dejaremos de notar que estos años nos han puesto a Al Qaeda hasta en la sopa: cualquier desharrapado musulmán que pegaba cuatro tiros o secuestraba a occidentales o quería poner una bomba en algún sitio era de Al Qaeda, cualquier acción era justificada en nombre de la lucha contra Al Qaeda, naturalmente siempre y cuando los posesores de los derechos sobre la marca estuviesen de acuerdo.

Todos estos años han surgido periódicamente vídeos y mensajes de Bin Laden o de sus presuntos lugartenientes. Mensajes más falsos que Judas que parecían escritos por el Mossad o la CIA, cuyo contenido y momento de aparición eran de lo más oportuno para la propaganda israelí y americana. ¿Los israelíes trataban peor que lo acostumbrado a los palestinos y eran criticados por ello? Salía un vídeo de Bin Laden apoyando la causa palestina. ¿Los americanos tenían dificultades en Irak o Afganistán? Vídeo al canto de Al Qaeda apoyando la causa de los insurgentes y la guerra santa en esos lugares. Era como un comodín bueno para cualquier ocasión. Si no hubiera existido lo deberían haber inventado y puesto en nómina para recompensar los servicios prestados.

Ahora se ha bajado el telón sobre la primera parte de la obra con el justo castigo al malo por sus crímenes. Una novela demasiado larga sin un desenlace empieza a aburrir al personal y ya mucha gente empezaba a desconfiar de los vídeos del barbudo. ¿Veremos una segunda parte? La Global War on Terror tiene que continuar por varias razones pues las guerras no han hecho más que empezar y cada vez está todo más revuelto. La consigna es no bajar la guardia: ya hay candidatos a la sucesión de Bin Laden y se preparan nuevos episodios. No cambien de canal...

Sin embargo, no está claro si haber inflado la figura de Bin Laden hasta este punto va a resultar ventajoso para quien lo ha hecho. Fácilmente pueden haber creado un mártir y una figura mítica de la lucha contra Occidente. Fabricando artificialmente en el imaginario occidental un personaje virtual, un malo absoluto y un genio del terror símbolo del mal, quizás le hayan dado una realidad concreta en el imaginario musulmán, como una fantasma que adquiere realidad tras haberlo evocado. El final de Osama no ha sido el de Saddam Hussein, atrapado como una rata en un agujero y posteriormente ahorcado. Ha muerto en combate. Si el islam radical conquista el mundo árabe es fácil que veamos antes o después monumentos a Bin Laden en muchos sitios.

Espero que lo que he escrito esté suficientemente claro y creo que mis lectores no interpretarán nada de ello como un apoyo al terrorismo islámico que es un problema real, o como una negación de la amenaza que la expansión  musulmana en Europa supone. Estos desafíos son reales pero aquí no son el centro de la cuestión. El quid de la cuestión en el tema que nos ocupa es que, dejándonos engañar por la propaganda de la guerra al terrorismo, lo único que hacemos es ponernos al servicio de intereses que no son los nuestros.

En vez de ello debemos defender los intereses de nuestra nación y de la realidad más amplia a la que pertenecemos que es Europa. Las amenazas y las agresiones presentes y futuras, entre las cuales por supuesto está el extremismo islámico, deben ser combatidas con la máxima energía y usando la fuerza cuando sea necesario. Lejos de mí cualquier moralismo pacifista y los mediocres escrúpulos sobre el uso de la fuerza. Pero la legítima defensa de nuestra comunidad es algo muy distinto de enviar a nuestros soldados como mercenarios, en guerras que no son nuestras y siguiendo como perrillos falderos los diktat que vienen de Washington y Tel Aviv.