jueves, 24 de diciembre de 2015

FUENTEOVEJUNA HOLANDESA

Estas fechas son especiales para los cristianos (los que celebran la Navidad y no San Consumo) y también para quienes celebran más el Solsticio que la Navidad. Hoy en particular pensaba escribir un artículo menos belicoso, pero creo oportuno insistir sobre el tema muy actual de la invasión migratoria de Europa y la creciente resistencia de los europeos.

Por lo demás, Felices Fiestas a todos.





Los lectores que pertenezcan a la generación nacida en los setenta o anteriores comprenderán sin duda la referencia a Fuenteovejuna, porque seguramente habrán estudiado esta obra en el colegio, como se estudiaban muchos otros clásicos, la historia y la cultura española, en vez de estupideces políticamente correctas. Entre los más jóvenes quizá algunos no lo sepan y es oportuno algún comentario. De pasada recomiendo su lectura, que será de provecho.

Fuenteovejuna es una obra de teatro del Siglo de Oro, escrita por Lope de Vega. Tiene por tema la rebelión de un pueblo entero contra los abusos y los atropellos del poder. Está basada en un hecho real sucedido en el siglo XV. En palabras del cronista Sebastián de Covarrubias:

Los de Fuente Ovejuna, una noche del mes de abril de mil y quatrocientos y setenta y seis, se apellidaron para dar la muerte a Hernán Pérez de Guzmán, Comendador Mayor de Calatrava, por los muchos agravios que pretendían averles hecho. Y entrando en su misma casa le mataron a pedradas, y aunque sobre el caso fueron embiados juezes pesquisidores que atormentaron a muchos dellos, assí hombres como mugeres, no les pudieron sacar otra palabra más désta: «Fuente Ovejuna lo hizo»

¿Qué tiene que ver Fuenteovejuna con Holanda? ¿Por qué, dónde y cuándo la Fuenteovejuna holandesa?

El porqué de la referencia a la obra de Lope de Vega quedará claro dentro de poco. La Fuenteovejuna holandesa se llama Geldermalsen y la fecha es el 16 de diciembre del presente año, 2015. Frente a la decisión de construir un centro de acogida para “refugiados” y aceptar 1.500 de ellos, mientras se estaba debatiendo el tema en el Ayuntamiento una manifestación de protesta de 2.000 personas se convirtió rápidamente en una revuelta en toda regla, un violento motín que obligó a desalojar la sala donde los políticos estaban formalizando su decisión, una decisión tomada sin haber consultado a los habitantes del pueblo y contra su mayoritaria voluntad.

No tiene pérdida el vídeo que muestra a los gobernantes “democráticos” en la sala del Ayuntamiento, mientras consuman la traición a su pueblo; primero preocupados frente a la creciente algarada fuera del edificio (expresiones inquietas, crecientes ruidos del exterior… ¿será suficiente el cordón de antidisturbios que nos defiende de los ciudadanos a los que “representamos”? parecen preguntarse) para luego salir corriendo cuando las cosas se pusieron feas. Dejo a los lectores gozar con las imágenes:


Las reacciones escandalizadas de la corrección política, de los enemigos de Europa y sus traidores a sueldo, no se han hecho esperar. “Inaceptable” suceso donde los revoltosos son “Anti-holandeses” según los políticos del país.

No señores. Los manifestantes eran holandeses que aman a su país y se preocupan por su futuro, no quieren que su pueblo desaparezca, no quieren la degradación social que conlleva la invasión inmigratoria salvaje y no aceptan que los enemigos de Holanda y Europa les impongan estas decisiones. Ellos son los holandeses verdaderos. Los verdaderos anti-holandeses y anti-europeos son los políticos traidores, sus juntaletras subvencionados, la chusma repugnante de las varias tribus malolientes de la extrema izquierda, que se manifiestan a la menor ocasión por la desaparición de los pueblos de Europa, haciendo gala de un odio cada vez más explícito contra los europeos autóctonos.

Se comprende también la calificación de inaceptables que los políticos anti-holandeses han dado de los disturbios: es inaceptable que los holandeses, cuya opinión es ignorada sistemáticamente, hagan sentir su voz; es inaceptable que no acepten el destino que ha sido decidido sobre sus cabezas por sus enemigos; es inaceptable que no quieran comerse el pastel envenenado que ha sido cocinado para ellos y se lo arrojen en la cara al cocinero.

La revuelta de Geldermalsen es un amago de insurrección genuina, popular, donde la gente del lugar se ha rebelado con toda justicia y legitimidad. No debería ser necesario llegar a esto, naturalmente. Debería ser posible cambiar las cosas pacíficamente, democráticamente, a través de partidos políticos que reflejaran la verdadera opinión de los europeos y llevaran a cabo políticas consecuentes con ésta.

Pero cuando los gobernantes traicionan a los gobernados, cuando ignoran su opinión y el sistema democrático se convierte en una farsa que sirve sólo a transmitir decisiones tomadas por poderes en la sombra, cuando las cartas están trucadas y se bloquea el camino a quienes realmente interpretan la voluntad de los europeos, entonces, la insurrección no sólo es lícita, justa y legítima, sino un deber cívico y moral, del más alto significado ético, en nombre de nuestra identidad y del futuro de nuestros hijos.

Terminaré citando los versos de Lope de Vega:

Haciendo averiguación
del cometido delito,
una hoja no se ha escrito
que sea en comprobación;
porque, conformes a una,
con un valeroso pecho,
en pidiendo quién lo ha hecho
responden: Fuenteovejuna

Cuando los europeos se despierten, si no les dejan cambiar las cosas por las buenas, democráticamente y siguiendo las reglas, lo harán por las malas. Decenas, cientos, miles de Fuenteovejunas a lo largo de toda Europa, que surgirán como los brotes de la primavera, serán el preludio de la gran ola que barrerá a los enemigos de Europa. Y cuando los esbirros y los inquisidores de Anti-Europa busquen a los “culpables” se encontrarán con una sola respuesta:


¡FUENTEOVEJUNA LO HIZO!

miércoles, 16 de diciembre de 2015

EL PARTIDO ÚNICO, EL POPULISMO Y LA EXTREMA DERECHA



Como todos sabemos en la política actual el panorama es desolador, al menos en nuestro país, donde las únicas fuerzas relevantes son las diferentes corrientes del Partido Único, cuya falsa dialéctica es lo que nos venden como vida política. Este partido, que se presenta con diferentes nombres, es el Partido del Sistema, el de la sumisión a los poderes financieros y mundialistas, el partido de los vendepatrias y los enemigos de los europeos.

El momento presente, sin embargo, es oportuno para comentar un poco lo que sucede en España y Europa. Por un lado tenemos elecciones generales en España dentro de una semana, por otra en Europa despiertan lentamente fuerzas de oposición real a los poderes establecidos; en particular en  Francia el Frente Nacional ha dado un gran salto adelante, para horror y escándalo del Partido Único.

En la segunda vuelta de las regionales francesas el Frente Nacional, a pesar de los excelentes resultados obtenidos, no ha conseguido vencer en ningún departamento porque las dos corrientes del Partido Único francés se han unido contra la formación de Marine Le Pen y en la práctica han sumado sus votos. La Gran Prensa del Partido Único –la única existente, siempre uno y el mismo periódico, siempre uno y el mismo telediario con nombres y caras diferentes- se ha regocijado por la “derrota” del “populismo” y la “extrema derecha”. Sin embargo a los juntaletras del Sistema se les ve el plumero y no logran ocultar el fenómeno del ascenso del Front National.

En realidad, uniéndose contra Marine Le Pen, la “derecha” y la “izquierda” francesas han dejado muy claras dos cosas: que forman parte del Partido Único y por tanto su falsa rivalidad es un engaño, y también que la única formación que tiene un discurso político es el Frente Nacional: sólo ellos atraen, como un imán, la hostilidad y la demonización por parte de la Prensa Única y de la “sociedad civil”, que es el nombre en código para las distintas variedades de putas del Sistema.

La política es ante todo enfrentamiento, enemistad, si es que se trata realmente de política y no sólo de poltronas. Se tocan temas importantes, de calado, decisivos; no es posible considerar con simpatía ni amigablemente a un auténtico adversario político: es un enemigo, no un adversario, y se trata de una lucha. Estará sujeta a reglas, no es cuestión de acabar siempre a tiros; pero cuando estamos en la auténtica política la hostilidad y la enemistad son obligadas.

El Frente Nacional tiene sus limitaciones; leyendo su programa y sus principios se notan cesiones y posiciones débiles, puntos ciegos, temas descuidados y otros evitados como tabúes. Pero la política es el arte de lo posible, para llegar a un resultado político e incidir en la realidad, sólo la intuición del político de raza sabe dónde ceder y dónde no, manteniendo los principios y siempre con vistas al largo plazo. Al Frente Nacional y los partidos similares en Europa se les llama populistas, extrema derecha. Se les llama “populistas” porque los pueblos los apoyan cada vez más, abandonando a la casta política que los traiciona y sigue instrucciones de poderes ilegítimos, que jamás nadie ha votado ni se han presentado ante la opinión pública; ya sólo esto da la medida de la miseria de los partidos autodenominados democráticos del sistema. En cuanto a lo de “extrema derecha” cabe sólo comentar que cuando todo está torcido y los torcedores de mentes dominan el discurso, quien intenta enderezar aunque sólo un poco las cosas será siempre tachado de “extremista”.

En mi opinión el programa del FN es bastante moderado y para mi gusto cede en demasía en ciertos aspectos, y hay tabúes que no toca en absoluto pues –por ahora- no se pueden tocar si se quiere tener una oportunidad. Pero en general su línea es simplemente de sentido común y de cordura frente al extremismo –este sí- del Partido Único, que parece dominado por la idea fija de destruir a Europa y a los europeos. En el discurso del Front National encontramos temas como la limitación de la inmigración y el freno a la suicida política de puertas abiertas, la expulsión de los inmigrantes ilegales que es de cajón y la norma en casi todo el mundo, la defensa de la soberanía monetaria contra la dictadura de los mercados y la finanza, la regeneración de la educación reintroduciendo el principio de autoridad, la disciplina y el mérito en el sistema escolástico. Estos son temas importantes, los únicos temas políticos hoy en día dignos de este nombre hoy en día, y el partido de Marine Le Pen los pone sobre la mesa.

La comparación con las fuerzas que aspiran a gobernar España es, claro está, desoladora. En vano buscaremos uno solo de estos temas en los programas de los partidos, hallaremos sólo un cúmulo de vaguedades y generalidades que no tocan ni siquiera una de las cuestiones importantes. Los principales partidos en liza son simplemente siglas, corrientes que van cambiando de nombre; cuando una corriente está gastada y el público está harto, cuando existe el riesgo de que empiece a buscar una alternativa, se saca del sombrero una sigla nueva; se ponen ante las cámaras caras bonitas que no tienen nada que decir y nada que proponer, cuya única función es mantener la representación escénica y crear el espejismo de la novedad, para que los votos de un electorado harto y cansado permanezcan dentro del Partido Único.

En medio de toda esta falsificación cuidadosamente elaborada, en este juego de espejismos ¿Cómo reconocer a quien es del Partido Único y a quien no lo es? Nada más fácil. Los “debates”, los “enfrentamientos” y la “dialéctica” que se permiten en los grandes medios de la Prensa Única, son siempre uno y el mismo mitin, uno y el mismo espacio de propaganda electoral del Partido Único. La Prensa Única encuentra siempre espacio para los suyos y les deja hablar, mientras demoniza y oculta a quien está fuera, a quien propone un discurso de verdad político.

En toda Europa empiezan a despuntar los brotes de la liberación, sin embargo. España, probablemente, será la última en despertar, pero también despertaremos. Los farsantes, los felones y los vendepatrias del Partido Único empiezan a inquietarse y a sentir sobre sus cuellos el soplo de aire mortal –para ellos- del despertar europeo. Pero lo que a ellos les inquieta para nosotros es la esperanza del futuro: que esos brotes geminen en una explosión de vida que será una nueva, violenta, demoledora primavera europea de regeneración.

martes, 8 de diciembre de 2015

CULTURA Y RAZA, FUENTES DE LA RESISTENCIA



En el anterior artículo trazaba un cuadro de la situación actual de los pueblos de Europa bastante descorazonador, creo sin embargo que ajustado a la realidad. La eventual salvación por el último núcleo de europeos dignos era apuntada como una posibilidad.

El control de Europa por sus enemigos es férreo y no se aflojará fácilmente. Precisamente este control, a nivel político, económico, financiero, militar y cultural, es lo que impide a Europa levantarse y defenderse contra la amenaza mortal a su porvenir. Liberarse se ello será muy difícil, y el sistema actual no será derribado sin una fractura gravísima y una violenta crisis. Demasiados mecanismos de protección tiene, demasiado control sobre las mentes, demasiadas maquinarias de la mentira funcionando a pleno ritmo. Una sacudida drástica y una situación de ruptura es la condición necesaria si debemos renacer, si la imagen sugestiva del último pelotón debe encarnarse en la realidad.

Pero suponiendo que exista la élite ¿dónde está el pueblo? ¿existe, antes que nada?

De acuerdo, estamos degenerados, reducidos a un estado lamentable. Pero existen recursos subterráneos, manantiales de libertad escondidos que es imprescindible hallar, desbrozar y utilizar.

Las ideas que el europeo medio tiene metidas en su cabeza, los sentimientos que le han enseñado a cultivar, todo lo que forma la conciencia del europeo actual, ha sido diseñado y moldeado por los enemigos, los apologetas de la degeneración y los envenenadores. Lo que los europeos tienen en su conciencia no vale nada, pero existe algo más profundo que esta conciencia, existe un anima europea que es la que se expresa en nuestra cultura, en nuestras tradiciones, en nuestra historia. Esta es la clave para recuperar lo que somos, y por eso la corrección política quiere acabar con ello.

Por tanto, aprendamos a vivir y a sentir rechazando lo que el sistema ha preparado para nosotros. Fuera de nuestra mente su televisión, los modelos de vida que propone, sus repugnantes productos y sus formas de entretenimiento, siempre con un veneno oculto. Aprendamos a encontrar nuestra verdad en nuestra cultura: en nuestra música popular y música clásica, en nuestra literatura, en nuestras tradiciones populares, en nuestros cuentos tradicionales, en nuestro arte figurativo. Existen múltiples puertas que nos abren la verdad de lo que fuimos y que están ahí, una posibilidad justo bajo la superficie de la conciencia envenenada por el sistema. Entreabrir una de esas puertas, que pase un rayo de luz, puede ser suficiente para mostrar en toda su miseria los “valores” que nos quieren proponer.

Como substrato de todo eso, como base biológica, tenemos naturalmente el núcleo racial europeo, el patrimonio genético. Los indomables celtíberos, romanos y griegos, los normandos y los guerreros germánicos invasores siguen viviendo entre nosotros. Algo parecido vale para Europa en general.

Nuestra cultura y nuestra tradición están ahí, a pesar de las majaderías que el europeo medio tiene dentro de su cabeza; al alcance de la mano para quien sepa y quiera hacerlas germinar dentro de sí. A menos que sean barridas por la corrección política, la cultura de masas y la educación progresista.

Nuestros genes siguen ahí, a pesar de las estupideces que los cerebros puedan contener, como permanente amenaza para los enemigos de Europa. A menos que los europeos sean sustituidos por otros pueblos y se haga realidad el proyecto criminal de sustitución étnica que ya ni siquiera se esfuerzan en esconder.

¿Hace falta decir algo más, para comprender por qué se ataca a nuestra cultura y se intenta erradicarla, por qué se fomenta la inmigración masiva y se apoya la la difusión de ideologías basura (feminismo, homosexualismo, confusión de género) que hunden la natalidad de los europeos?