jueves, 25 de abril de 2013

DESPERTAR FRANCÉS CONTRA EL MATRIMONIO HOMOSEXUAL




El martes pasado se aprobó en Francia la ley que inrtituye el “matrimonio” homosexual. Así el país galo se une a la triste lista de 14 naciones, la mayor parte pertenecientes a la degenerada Unión Europea, en las cuales estos “matrimonios” contra natura se reconocen equivalentes a la unión normal entre hombre y mujer. Aberración dentro de la aberración e insulto a la infancia, se permite a tales “matrimonios” adoptar niños, que la desviación de sus inclinaciones sexuales les impide generar de manera normal.


Estas leyes son impulsadas en todo el mundo por las lobbies homosexuales, que gozan de inmenso apoyo financiero y poder político; grupos que ante todo quieren lavar el cerebro a la sociedad para destruir en la mente de las personas la diferencia entre normalidad y anormalidad. Pero, como a pesar de todo tal diferencia está grabada de manera indeleble en la naturaleza humana, necesitan una represion constante, lingüística, cultural, legal, para cerrar la boca a quienes dicen que 2+2=4 es decir que la homosexualidad es un comportamiento desviado. A largo plazo, a través de la destrucción del lenguaje y la ocupación del sistema educativo, se pretende volvernos incapaces siquiera de pensar y expresar la diferencia entre normalidad y desviación.

Naturalmente ha habido siempre protestas, pero en resumidas cuentas bastante limitadas, porque funciona bien el lavado de cerebro a través de los medios, las series televisivas, los expertos, la clase política degenerada y despreciable que sigue las instrucciones recibidas. Sin embargo esta vez, en Francia la aprobación del ”matrimonio” homosexual se ha encontrado con fuertes protestas, mucho más intensas que lo habitual; una oposición que promete dar batalla y no aceptar supinamente los hechos consumados.


Esto ha irritado sobremanera a los progresistas y a sus lobbies-cloaca, acostumbrados a un rebaño dócil que se deja llevar, en el cual la mitad tiene ya el cerebro podrido por su propaganda y la otra mitad traga con todo. Esperaban únicamente las habituales protestas, débiles y escasas, por tanto rebosan de indignación cuando se encuentran con una reacción masiva a sus criminales propósitos.

Bien, esperemos que revienten de irritación, y que esta potente movilización de la parte más sana de la sociedad francesa sea sólo el principio de un despertar. Que ese clima de crispación que denuncian escandalizados se endurezca cada vez más y se convierta en su pesadilla. Que esto sea sólo un primer aviso de que los franceses se están dando cuenta de cómo están las cosas y de que hay una matriz única detrás de toda la degradación que están viviendo.

Imposicion de las desviaciones sexuales como la norma, tiranía del feminismo, destruccion de la familia y de las indentidades sexuales del hombre y la mujer, inseguridad y violencia que son consecuencia directa de una política de inmigración suicida, decadencia de la cultura, destrucción social y barbarie creciente, pauperización de la sociedad, declive de los servicios públicos y de las garantías sociales construidas durante decenios, esclavitud de la sociedad y de la nación frente a los mercados.

Hay un hilo conductor que une y da sentido a todo esto, un único propósito; quizá los franceses empiezan a identificarlo a pesar del continuo, martilleante lavado de cerebro del sistema y este clima de crispación sea, como esperamos, la primera expresión de este despertar.

Francia, a diferencia de Alemania, está afortunadamente libre de complejos y del peso de la historia reciente; quizá por ello se encuentra en mejor posición para liderar una reacción a nivel europeo y abrir la primera brecha. En Francia tenemos el Front National, el partido identitario más fuerte de Europa, que mañana podría conquistar el poder en esta gran potencia industrial, económica, militar y nuclear. Cabe esperar por tanto que esto sea el inicio de un despertar francés y las primeras hojas verdes de una primavera europea, en la cual los europeos se levanten y hagan oír su voz, enfurecidos por haber sido engañados y tratados como ganado por sus clases dirigentes traidoras.

miércoles, 17 de abril de 2013

LA EDUCACIÓN FEMINIZADA



Es un fenómeno cada vez más observado la mayor incidencia del fracaso escolar en los varones y en general los mejores resultados escolásticos de las chicas. Cuando se llega a la educación superior se observa también una mayor presencia de mujeres, aunque aquí hay una fuerte connotación sexual según los estudios. En Medicina y Derecho por ejemplo hay fuerte mayoría femenina, mientras lo contrario sucede en estudios técnicos como Ingeniería. Aunque en parte estos resultados puedna estar viciados por propaganda y falsificación –como cualquier tema donde metan mano las feministas- en general parece una realidad incuestionable que exista un cierto desnivel entre los resultados de los dos sexos.

Hay quien subraya que las chicas tienen una maduración más rápida que los chicos, con un cierto tono de triunfalismo, como si esto implicara que son superiores. A estos rebuznos feministas cabría replicar con Schopenhauer que cuanto más noble y elevado es algo o alguien, más tiempo necesita para madurar. Pero en cualquier caso, si las mujeres en una cierta etapa crecen más rápidamente que los hombres se deduce, si acaso, la conveniencia de una educación separada.

Lo cual es conveniente desde muchos otros puntos de vista porque las diferencias fisiológicas, caracteriales, de aptitudes y –como parece establecido- de maduración hacen totalmente aconsejable que unos y otras tengan por lo menos un espacio reservado en el cual están con alumnos de su mismo sexo, que al menos haya una parte de su educación en que no estén mezclados. Pero claro, esto va contra la nefasta ideología de los mentecatos igualitarios, que se empeñan en imponer una igualdad a la fuerza que no existe y es perjudicial para todos.

¿Perjudicial para ambos sexos? Ciertamente, pero aquí como en todo algunos son más iguales que otros. La igualdad a la fuerza en la educación se termina resolviendo, en la práctica, en una educación feminizada, cortada a medida para el sexo femenino, con un cuerpo docente feminizado en su mayor parte y –aun en el caso de maestros varones- frecuentemente de ideas progresistas, lo que quiere decir antiviriles, antipaternas, antimasculinas. Una educación castrante en la cual las tendencias masculinas naturales son reprimidas en una homologación al punto de vista femenino. Este es el ambiente general, pero es que además, para empeorar las cosas, las numerosas víboras feministas presentes en el cuerpo docente, activa y deliberadamente inculcan un sentimiento de inferioridad en los varones en cuanto tienen la ocasión de hacerlo. Esto último es algo que el lector puede creer o no, yo lo creo porque es el resultado de testimonios de varias personas a lo largo del tiempo, que merecen o merecían mi confianza.

Por todos estos motivos no es sorprendente que el fracaso escolar sea prevalentemente masculino, que muchos niños se vuelvan incontrolables porque les han robado su derecho a tener la referencia de figuras masculinas válidas, para confrontarse con ellas, ser educados por ellas, tomarlas como modelo. Nadie les ha enseñado realmente a educar su masculinidad, y menos aún un cuerpo docente feminizado e imbuido de las necedades dañinas de la pedagogía moderna.

Entonces no extrañará a nadie que esta masculinidad no educada correctamente se vuelva incontrolable. Ante las consecuencias de ello, puesto que el sistema educativo y la ideología perversa que lo inspira no reconocerán jamás sus errores, para ocultar su fracaso se sacarán del sombrero explicaciones peregrinas o enfermedades inventadas como la hiperactividad, auténtico fraude y mina de oro para los bandidos de la industria farmacéutica, cuya “solución” es drogar a los niños y adolescentes con psicofármacos cuando ya no se les puede controlar.

La gentuza feminista, por tanto, va consiguiendo poco a poco su objetivo que es aplastar a los varones. Puesto que naturalmente se trata de esto. No de la presunta inferioridad natural de los hombres de la que berrean las feministas, sino las campañas feministas de castración mental, de feminización de la enseñanza, de propaganda antimasculina, de represión de la masculinidad, de construcción de un sistema educativo cortado con un patrón femenino, y por último de una activa, consciente, infame voluntad por parte de las feministas en la enseñanza de crear un complejo de inferioridad en los niños varones.Esta es la realidad. Pero como buenas marxistas, si la realidad no cuadra con la ideología se interviene sobre la realidad aunque sea en modo brutal.

Como los hombres deben ser inferiores a las mujeres porque así lo quiere el dogma y el proyecto feminista, a este punto es necesario hacerles inferiores atrapándolos desde la más tierna edad.

Estas son las mujeres feministas, que lamentablemente hoy son en mayor o menor medida el prototipo de mujer moderna, que tras una fachada de arrogancia, independencia y agresividad antimasculina esconde un fracaso de profundidad abismal, con el cual antes o después deberá confrontarse. La mujer segura de sí misma y de su feminidad no intentará anular al varón; sólo la mujer fracasada como tal será una odiadora del varón, porque no puede triunfar más que de esta manera.

Y este es el fruto envenenado que ha cosechado la mujer moderna con su apoyo al feminismo. Perjudicar a sus propios hijos, castrarlos mentalmente, criar una generación de medio-hombres destinados a ser ciudadanos de segunda categoría. 

Sin extenderme más, doy este enlace a un excelente artículo proveniente de Francia. Ojalá fueran más las mujeres que, como la autora, comprenden el daño que a sus propios hijos está haciendo la nefasta ideología que domina nuestra sociedad.


Es digno de nota, en referencia a una frase citada en en este artículo, cómo la siempre repugnante Comunidad Europea no tenga nada mejor que proponer que esto:

"Únicamente los docentes (hombres y mujeres) que cuestionan su propio papel de género y el de sus alumnos pueden generar un cambio”.

Es decir más de la misma basura que está en el origen del problema.

La realidad es exactamente opuesta y hay que decirlo fuerte y claro. La degradación y la decadencia actual, en todo este ámbito de cuestiones, vienen de la ideología de género y del feminismo, y sobre todo vienen de la eliminación del Padre. Este es el crimen capital del Occidente moderno. El parricidio. Delito por el que esta sociedad perversa y decadente pagará antes o después, de una manera u otra.

martes, 9 de abril de 2013

BEPPE GRILLO, LOS JUDÍOS Y EUROPA


Los lectores de la revista VyA conocerán el artículo El fenómeno Beppe Grillo que he escrito en el último número, sobre este personaje y su espectacular éxito en las elecciones italianas. Por su pasado de cómico, sus actitudes y su rechazo a la política como se practica actualmente, ha sido tildado sin más de payaso en muchos medios. La realidad es bastante distinta como he intentado explicar en ese artículo. No me repetiré por tanto, pero como mínimo hay que notar que hay muchísima gente que merece ser llamada payaso antes que Grillo, comenzando por la clase política en general y los periodistas de los medios de desinformación.

En general los medios y la política, no pudiendo ignorar a Grillo, lo que hacen es tender a demonizarlo y desacreditarlo. Esto naturalmente es la marca de cualquiera que realmente sea una amenaza a un sistema y unos intereses constituidos. Pero lo que probablemente no esperaba Grillo es que los judíos la tomaran con él.




El pobre Grillo, que pensaba ser de izquierdas o al menos algo parecido, sinceramente demócrata de toda la vida, uno que ni ha atacado nunca a los judíos ni ha mostrado afinidades con el fascismo, ve ahora cómo le quieren colgar la etiqueta de protofascista y potencial antisemita.

Pero para haber atraído sobre sí estas críticas Grillo ciertamente ha debido hacer algo. Puede que haya criticado a Israel en alguna ocasión o dicho algo que les haya molestado –lo cual no es difícil- o puede que haya producido urticaria en ciertos ambientes alguno de los puntos de su programa, como sus tendencias localistas, su oposición a la globalización sin control y a la especulación financiera. Pero creo que el punto crucial es otro: el haber tirado por los aires la baraja de naipes trucada con que se jugaba el juego de la política, desbaratando las maniobras y el sistema organizado por los tramposos. Fuera de metáfora, ha creado un movimiento político que escapa al control de las lobbies judías y por tanto es una incógnita. Siendo algo que no pueden dirigir y tutelar como hacen con los demás partidos, inmediatamente acusan a Grillo de ser un peligro en potencia. No soportan lo que escapa a su control, aunque en el programa y en el espíritu del movimiento de Grillo no haya ni lejanamente amenazas u hostilidad hacia los judíos.

Pero hay más en esa entrevista, en la cual Riccardo Pacifici -líder de la comunidad hebrea romana- no habla sólo de Beppe Grillo. Sus palabras, en particular, no tienen pérdida cuando afirma que el carácter judeocristiano de Europa es algo que está en peligro y que en pocos decenios va a cambiar. Habla del peligro del fundamentalismo islámico, del creciente rechazo contra la inmigración masiva en Europa, del riesgo de que muchos de los inmigrantes en Europa probablemente caigan en el extremismo.

Uno podría pensar que -como buenos italianos y europeos- los judíos deberían preocuparse de esto y hacer algo, defender políticas para contrarrestar esta amenaza y limitar por lo menos la inmigración más indeseable, pues el odio, los problemas y la violencia que puede traer se volverán también contra ellos.

Pero no, lo que quería decir Pacifici es que si la situación se hace insoportable los judíos pueden siempre emigrar a Israel. Como dice el mismo título de la entrevista, la Aliyah –la inmigración de los judíos de la diáspora en Israel- es la póliza de seguridad para ellos. Puntualiza que aunque mucha de la inmigración sea indeseable, la comunidad judía no se unirá al coro xenofóbico, es decir, que de todas maneras seguirán favoreciéndola activamente en Italia y Europa. En palabras textuales:

“Como judíos, por nuestra memoria histórica, debemos apoyar la integración de los inmigrantes en Italia y en toda Europa, y los derechos humanos de emigrar aquí para todas las personas nacidas en países donde no han tenido oportunidades ni esperanza. Tenemos que hacer todo lo posible para ayudar a esta gente. Pero sus sentimientos no son positivos hacia los judíos y los cristianos”.


Creo que está bastante claro, diría casi que es de una transparencia indecente. En pocas palabras, deliberadamente quieren llenar Europa de inmigrantes que odian a Europa y a los judíos, pero como ellos tienen la posibilidad de emigrar en Israel, si la situación se hace insostenible se marcharán, después de haber llenado Europa de gentuza y dejándonos a nosotros con la mierda hasta el cuello. Porque desde luego a la gentuza no la van a dejar entrar en su estado sionista. Allí solo admiten judíos. Israel tiene derecho a ser un estado judío, los países de Europa no tienen derecho a ser europeos.

Esto es exactamente lo que ha dicho Pacifici. Y no se trata sólo de este señor, sino de posiciones que los grupos judíos organizados han mantenido desde siempre. Lo raro es encontrarlas expresadas de manera tan abierta y poco cautelosa.

Las cosas son claras para quien quiera verlas. No es ciertamente mi intención condenar a ningún judío individual sólo por ser tal. Este es un paso lógica y éticamente incorrecto, que no sigue de las consideraciones anteriores y ciertamente lleva a excesos. Cada persona debe ser valorada por sí misma.

Pero sí condeno como infames y miserables las políticas y las acciones de los judíos organizados y sus lobbies, acciones que tienen un carácter uniforme, coordinado, convergente. No sólo en su apoyo incondicional a las agresiones, la subversión y la desestabilización terrorista contra los enemigos de Israel –Irak, Líbano, Libia, Siria, próximamente quizá Irán- sino también, como en el caso particular ilustrado por las declaraciones del líder judío romano, en líneas de acción bien claras que se revelan invariablemente antieuropeas y antinacionales, destructivas de la identidad, la sociedad y las tradiciones de los demás pueblos y culturas. En Italia, en España y en cualquier lugar.

viernes, 5 de abril de 2013

LAS MINORÍAS PREPOTENTES Y LA MAYORÍA APÁTICA



Las Minorías Oprimidas que reivindican derechos son uno de los más odiosos fenómenos de nuestro tiempo. Odiosas por partida doble. En primer lugar porque tienen la fea costumbre de ofenderse y sentirse discriminadas por todo, con lo cual la presunta defensa de sus derechos en realidad es prevaricación sobre el resto de la comunidad a la cual imponen su ley. En segundo lugar porque estas imposiciones no son inocentes, casuales o porque sí; muy al contrario detrás de ello hay potentes fuerzas que deliberadamente persiguen la degradación social, la destrucción de identidades y tradiciones culturales; en nuestro caso fuerzas antiespañolas, antieuropeas, en todo análogas a una infección destructiva que tiene el campo libre porque no hay anticuerpos. Los mecanismos naturales de la sociedad para defenderse han sido anulados por una infame propaganda que ha lavado el cerebro a la gente y ha denigrado sistemáticamente todos aquellos valores que representan una defensa, como los lazos de comunidad, el sentimiento nacional, los valores familiares, el sentido de la normalidad y el rechazo de la desviación y de la aberración.

Así, las imposiciones de las detestables Minorías Oprimidas, las presiones y la acción de las lobbies y las fuerzas de la degeneración, no encuentran resistencia y penetran como un cuchillo en la mantequilla. Mantequilla social de una población reducida a una masa de borregos conformistas, sin valores fuertes e interesada únicamente en su cuenta bancaria y su pequeño hedonismo individual.

Estas tendencias las podemos observar en múltiples campos, pero el tema de la entrada de hoy, concretamente, es la escuela y la manera en que la arrogancia de pocos se impone, ante la pasividad general de una mayoría amedrentada o simplemente indiferente y apática. Mayoría que traga con todo porque se le ha lavado el cerebro durante años con la palabra tolerancia, se la ha condicionado psicológicamente convenciéndola de que tener y defender valores, no comulgar con ruedas de molino, es intolerancia.

La escuela, en efecto, es uno de los frentes fundamentales en esta guerra larvada, oculta, de las fuerzas de la podredumbre contra España y contra Europa, de la enfermedad y la decadencia contra la salud y la vida. A largo plazo podemos incluso decir que la partida de la enseñanza es la verdaderamente devisiva, es donde se juega nuestro futuro y se plantan las semillas de la decadencia, o viceversa de la regeneración.

De estas cuestiones he tratado en el blog repetidas veces, pero el tema de hoy es la prepotencia de ciertos grupos de presión, que pretenden eliminar de la escuela las celebraciones y los símbolos que, en un caso, les recuerdan su anormalidad, en otro caso representan una tradición diversa que quieren eliminar para terminar imponiendo la suya. El primer caso es el de las aberrantes “familias” con “padres” homosexuales que pretenden pisotear a las familias normales, el segundo el de los musulmanes que quieren eliminar los símbolos y las celebraciones cristianas en la escuela, aun cuando están en absoluta minoría. En ambos casos con el apoyo entusiasta de la nefasta progresía, en ambos casos se trata de una minoría -o incluso individuos aislados- que tiranizan al resto e imponen su ley.

En una escuela infantil de Roma se elimina el Día del Padre porque una niña tiene dos “madres” lesbianas y el psicólogo consultado decreta que esta celebración es perjudicial para la niña porque no tiene padre. El canallesco psicólogo, evidentemente, no tiene nada que objetar a que la niña crezca con dos lesbianas, pero sí a que se celebre el Día del Padre. La posición de este experto no sólo es vomitiva y repugnante por sí misma, sino que es ya directamente odioso privar a todos los demás niños de esta fiesta porque a una pareja de desviadas sexuales les ofende. Es la victoria de la aberración sobre la normalidad, la venganza del anormal, consciente de que lo es, sobre todos los demás.

No es un caso único, pues en bastantes jardines de infancia, en Italia y otros lugares, se ha suprimido el Día del Padre por estos motivos, sin llamar la atención y sin que haya habido protestas, para sustituirlo con una mediocre, anodina, estúpida y descafeinada Fiesta de las Familias. Naturalmente aquí también influye la obsesión antimasculina y antipaterna de la ideología dominante en nuestra sociedad, que ve con malos ojos todo lo que tenga que ver con el Padre. Tengo curiosidad por ver si el Día de la Madre sufrirá un destino parecido o si, en cambio, las madres sacarán las garras y los dientes para impedirlo, como es probable que hagan y como deberían haber hecho los padres y las familias normales en este caso.

A las ratas se las aplasta en cuanto asoman la cabeza, porque de otra manera terminan por invadirlo todo y por comerte vivo.

Otra cuestión es la de los musulmanes que se sienten ofendidos por los símbolos religiosos cristianos en las escuelas donde van sus hijos y pretenden eliminarlos, aunque las familias musulmanas sean sólo unas pocas. Ha habido unos cuantos casos y seguramente el lector se habrá encontrado con este tipo de noticias.

Aquí tenemos una prevaricación de tipo distinto. No se trata, como en el caso de las caricaturas de familia con padres homosexuales, de mortificar la normalidad para que la desviación y la aberración no aparezcan como tales, sino de imponer la propia religión y sustituir a la cultura existente. Los marimachos se quedan contentos con que el Padre desaparezca de la escuela, pero los islámicos no quieren sólo que la religión cristiana desaparezca de las aulas. Ese es sólo el objetivo provisional, limitado por el hecho de encontrarse en fuerte inferioridad numérica. Cuando sean la mitad más uno o antes, será la religión islámica la que dicte su ley, que es el objetivo a largo plazo.
Por supuesto, si este objetivo es conseguido el día siguiente morderán el polvo los marimachos, los maricones y sus familias contrahechas, como también los progres que con su infantilismo y su estupidez habrán contribuidio a destruir nuestra cultura para dejarles el campo libre. Pero esta perspectiva no es demasiado exaltante, por lo menos para quien escribe etas líneas. Como dicen en Italia, es tirar el niño junto con el agua sucia.

No puedo condenar a los musulmanes, que efectivamente juegan sus cartas y defienden una cultura y una identidad fuertes, por cuanto no sean las mías. No puedo ignorar que son portadores de algunos valores sanos, de cohesión familiar, de patriarcado, de diferencia sexual. Que a nosotros no nos guste ni nos pueda gustar la manera en que los defienden y lo que ellos mismos son, es irrelevante en la lucha por la vida y por el espacio social. Porque en definitiva, lo que de verdad cuenta es quién es más sano y más vital, quién tiene detrás principios fuertes, nos gusten o no, frente a los antivalores decadentes y putrefactos que dominan la sociedad de mierdas en que nos han convertido a los españoles, a los europeos, a Occidente.

Pero no hemos sido siempre así, y sobre todo no está escrito en ninguna parte que debamos serlo para siempre. Está escrito solamente en la agenda oculta y en los proyectos de la oligarquía de canallas que dirige los destinos de Occidente.

Por tanto, no es en primer lugar a los musulmanes a quienes debemos condenar por su voluntad de potencia, que en sí es una cosa positiva y el signo de un pueblo sano y vital. Es a las las lenguas de serpiente que tenemos entre nosotros y nos han dejado indefensos, a los propagandistas de la disolución y a los inquisidores de la corrección política, a todos los que nos han conducido a la situacion actual y nos han debilitado hasta este punto. A quienes han hecho de todo para quitarnos nuestra cultura y nuestra identidad, a quienes han extirpado en la población los sentimientos de patria, de comunidad, de cohesión familiar.

En breve, el enemigo de verdad, mortal, es quien nos ha privado de todas las defensas y los anticuerpos que permiten hace frente a las enfermedades que vienen de dentro y de fuera, que permiten que una pareja de lesbianas les robe la fiesta del padre a todos los demás niños, o que un puñado de madres islámicas quite los símbolos religiosos en los que se reconoce la mayoría de las demás familias.

Estos son los enemigos que tenemos dentro, que esconden cuidadosamente su verdadero rostro y sus intenciones detrás de palabras altisonantes y nos han convertido poco a poco en un rebaño de ovejas dóciles y homologadas que tragan con todo.