domingo, 16 de diciembre de 2012

ENEMIGOS DE EUROPA (II): Erradicar el cristianismo


En la entrada anterior se comentaba el empeño de los enemigos de Europa por inundar nuestro continente con la inmigración masiva y la concesión de derechos políticos a todos los inmigrantes. Escribía que ello es parte de una guerra en toda regla contra Europa y los europeos. Guerra llevada a cabo de forma consciente por fuerzas hostiles que odian nuestra identidad y nuestra historia, de forma inconsciente por los idiotas útiles en su ingenuidad y buenismo que ellos llaman valores, y finalmente de forma indiferente por quienes no tienen ningún tipo de ideología, ni inquietudes más allá de su vida y bienestar económico, y cuya colaboración se compra con un saco de monedas.

Otro de los aspectos de esta guerra contra Europa es la campaña para erradicar el cristianismo, para que los símbolos cristianos y las referencias a la religión cristiana en el ámbito público sean ocultadas todo lo posible si no abolidas. Es el llamado laicismo que pretende en realidad que los cristianos se escondan, que no proclamen que lo son y que no muestren sus símbolos, que se limiten a vivir su creencia en privado y en la intimidad de sus casas. Algunos ejemplos tomados de nuestro país y del extranjero a los cuales el lector podrá añadir a placer muchos otros, porque verdaderamente es la misma atmósfera que respiramos y la política que los poderes públicos en Europa están llevando a cabo sistemáticamente.

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Aquí hay que entenderse. La tradición y la identidad  europeas son algo más que el cristianismo. Existen unas raíces y una base, racial y espiritual, que se se extienden mucho más atrás, en el mundo clásico grecorromano y antes aún en el substrato indoeuropeo de aquel mundo. No sólo Europa existía antes del cristianismo sino que se prolonga más allá de la hegemonía cristiana en el Medioevo, en los mil aspectos del desplegarse de estas raíces en la creación artística, musical, filosófica, política. Incluso durante la Edad Media la Europa cristiana albergaba en su seno corrientes espirituales subterráneas procedentes de las antiguas religiones paganas, y múltiples reminiscencias de una tradición anterior en la cultura popular, en los cuentos tradicionales, en los ciclos de leyendas.

De cualquier manera el tiempo en que Europa era solamente cristiana ha pasado y no volverá. El cristianismo no puede ya pretender el derecho a la exclusividad, aunque ciertamente es un momento fundamental en nuestra historia y nuestra tradición, que puede y debe convivir con otras maneras de entender Europa.

Con esta pequeña salvedad y volviendo a la campaña contra el cristianismo, me parece evidente que esta campaña es un componente esencial en la batalla incansable de los enemigos de Europa para erradicar su tradición y crear el vacío.

Vacío que lo necios interpretan como una liberación y el inicio de una era de libertad, en que el oscurantismo será sustituido por la racionalidad y el cálculo utilitario de la felicidad universal. Esta puede parecer sólo una afirmación en un lenguaje retorcido, pero es el fondo de la mentalidad progre, que quien escribe conoce perfectamente, habiendo pasado por ello hace ya muchos años y sobre todo habiendo visto el vacío espantoso que se esconde detrás de ello.

Lo vemos todos los días. Salta a los ojos el efecto que este vacío ha dejado, en la decadencia y la podredumbre de una sociedad de pequeños egos, que se creen emancipados y libres cuando en realidad han pasado a la religión bastarda del dinero, al sectarismo intolerante del fanatismo igualitario y de la corrección política, o a una espiritualidad new age a buen mercado que es el equivalente del supermercado chino de todo a un euro.

Pero todos estos son sucedáneos babosos de una verdadera religión. Si los enemigos de Europa consiguen triunfar en su empeño, el vacío a que me refiero, a largo plazo, puede muy bien ser ocupado no por los sucedáneos sino por la religion islámica, que se pasa por la entrepierna la laicidad y las pajas mentales de los intelectuales europeos. Y aquí es donde la campaña para la colonización étnica de la que hablé en la primera parte de la entrada se salda con la campaña para la destrucción  espiritual.

Ambos frentes se unen en un esfuerzo convergente por parte de los enemigos de Europa. El momento es decisivo y por tanto la neutralidad, el permanecer mirando desde la ventana, el refugiarse en una torre de marfil, es impensable. Este es el momento de luchar, defender nuestro mundo y hacerlo renacer contra la escoria que quiere destruirlo.

Por todo ello considero el anticlericalismo barato tan de moda hoy en día nefasto, y perfectamente posible para un movimiento de renacimiento europeo albergar en su seno tanto a cristianos, cuanto más tradicionalistas mejor, como a quienes tienen otros puntos de vista. Una adecuada sensibilidad no dejará de discriminar entre el amigo y el enemigo en cualquier caso.

10 comentarios:

León Riente dijo...

Me uno a tu denuncia del "anticlericalismo barato tan de moda hoy en día", que en su momento yo denuncié bajo el calificativo de "asustaviejas".

Pero bien mirado, tras esa persecución de los llamados laicistas contra los cristianos nominales, lo que se esconde es una lucha intrarreligiosa entre "laicistas" (que considero cristianos profanos) y cristianos nominales (lo que entendemos como cristianos).

Y es que nunca el cristianismo había logrado más triunfo que en el momento presente. Esta religión ha implosionado y ha producido una serie de herejías profanas (marxismo, liberalismo, etc.) las cuales se han vuelto contra la expresión pública del cristianismo nominal que queda.

Porque, ¡cuánto cristianismo se deja ver tras el progre, tras el oenegeta, tras la feminista! ¡Cuanta rebelión de esclavos tras esos tipos humanos! Los paralelismo no se quedan sólo en caracterizaciones humanas. Hay análisis estructurales de las ideologías marxista y liberal y aparecen esquemas derivados del cristianismo.

Dos mil años de cristianismo han situado a España y Europa al pie de los caballos. El fenómeno de los laicistas y su lucha contra las manifestaciones externas del cristianismo nominal no representan sino la última vuelta de tuerca del cristianismo contra nuestras naciones.

Anónimo dijo...

Erradicar el cristianismo para seguir avanzando en la pérdida de identidad europea, un paso más de la oligarquía globalizadora hacia la disolución de occidente. Los laicistas son meros lacayos de la oligarquía, están a sueldo de partidos y otras organizaciones, nunca se muestran pacíficos y rzonables para exponer sus argumentos, siempre recurren a la descalificación e incluso a la violencia física, porque son meros mamporreros de sus amos, los cuales están empeñados en destruir cualquier seña de identidad europea. Eso sí nunca dirán ni harán nada contra la expansión del islam en Europa, por muy agresivo que se muestre el fundamentalismo islámico estos traidores a sueldo permanecerán siempre callados, obedeciendo a su amo, el que les paga.

Anónimo dijo...

Los nacionalismos están en vias de extinción, solo sobrevivirá uno: el "judaísmo", aunque, verdaderamente, no es un nacionalismo sino una gran secta universal con un enclave: el estado de Israel y el apoyo de todo el sionismo, dominador de gran parte de la economía mundial. Todos los movimientos autonomistas intranacionales van en la dirección unívoca de desmembrar la nación en su conjunto, haciendo una meléfica labor de zapa al judaísmo.

El último intento de crear un nacionalismo paneuropeo sucumbio en la Cancillería de Reich en Abril de 1945.

No nos hagamos ilusiones falsas. ¿Quien puede derrotar hoy al sionismo?

W. Lester




Frel dijo...

Hoy por hoy probablemente no tenga quien le plante cara de forma rotunda y combativa, pero puede ocurrir que las fuerzas de la naturaleza(hay quien afirma que contra las leyes de la naturaleza no hay quien pueda) haga reaccionar a los pueblos, especialmente a los occidentales y sea esta la solución para acabar con esta situación tan contranatura y con el dominio tan malévolo de esa minoría cuyo enclave está situado en próximo oriente pero que tiene sus tentáculos extendido a lo largo y ancho del planeta.

Frel dijo...

Feliz nochebuena y felices fiestas navideñas a todos.

Max Romano dijo...

Gracias por vuestros comentarios.

El significado profundo del laicismo es el de imponer el materialismo y eliminar el sentido de lo sagrado en la sociedad, para desactivar cualquier tensión y aspiracion espiritual en el ser humano. Desde este punto de vista representa una fuerza de decadencia espiritual.

Aunque personalmente no soy religioso, como aclaré una vez respondiendo a la pregunta de un lector, hay que reconocer que en la situación actual una fuerza importante que se opone a la degradación es el tradicionalismo religioso.

Como he escrito, creo que pueden coexistir estas diferentes maneras de entender Europa de frente a los enemigos actuales, aunque a nivel filosófico y metapolítico exista una fractura importante como el comentario de León Riente precisa.

Respecto a la posibilidad de un renacimiento europeo, existe siempre y hay qye trabajar por ello, aunque cuanto más avance esta situación más traumática y menos pacífica será. Podrá tomar la forma de una revolución, una guerra civil, una guerra étnica, quién sabe.

Ya dijo Marinetti hace un siglo que la guerra es la única higiene del mundo y va a tocar darle la razón. Aunque esté feo escribir esto en vísperas de la Navidad.

Lo cierto es que cualquier cosa es mejor que morir de una muerte lenta y degenerativa.

Felices fiestas a todos.

A.J dijo...

El cristianismo católico reformado forma parte del problema.

El pensamiento progre es cristianismo secularizado puro y duro.

La Iglesia y su universalismo juegan a favor del mundialismo.

El cristianismo-este cristianismo- es un enemigo más.

La religión cristiana no puede ser fuerza movilizadora, aglutinadora y regenerativa para la defensa de Europa, tan solo es un pequeño resorte para defender algunos principios del todo insuficientes.

A.J dijo...

Al sionismo solo le puede plantar cara China y el conglomerado islámico, pero a excepción de Irán, el resto de países islámicos están bastante adiestrados.

Si China planta cara al sionismo-atlantismo será por simple ansia de hegemonía mundial.

De China no podemos esperar nada, solo ofrece mentalidad confuciana amalgamada con marxismo oriental(pura esclavitud)

Anónimo dijo...

Feliz salida y entrada de año Oso Solitario, y para todos los que contribuyen con sus comentarios a apoyar tu labor en este magnífico blog.

Un cordial saludo. LEG

Max Romano dijo...

Feliz salida y entrada de año tambien de mi parte a todos los lectores y comentaristas.

Tras el breve período de descanso y reflexión de las fiestas reanudaré próximamente la actividad en El Oso y El Velo, sin olvidar el número de Enero de la revista Verbo y Acción.

Como siempre es tiempo de balances y de proyectos para el nuevo año. Siempre consigo escribir y publicar menos de lo que querría, así que tengo aún muchas cosas que decir y bastantes ganas de seguir trabajando para mejorar y renovar el blog, además de otros proyectos.

Gracias a todos por vuestro interés y mis mejores deseos para el 2013.