domingo, 14 de agosto de 2011

RACAILLE


Esta entrada fue escrita antes de que comenzaran los disturbios en el Reino Unido, pero lo que está sucediendo allí tiene relación con el tema y también merece ser incluido en este comentario. Seguramente algún lector que viva por esos lugares podrá conocer mejor esa situación específica y si lo desea aportar su opinión.

Circulan algunas opiniones poniendo en relación lo que sucede en Londres y otras ciudades con el 15-M, lo que me parece bastante absurdo. Ya puestos a confundir las cosas y a no entender nada hay incluso quien mete en el mismo saco las revueltas árabes. La realidad es que el único punto común de todos estos fenómenos es la utilización de Internet y las redes sociales como medio. Este es seguramente un tema sobre el cual reflexionar, pero no revela ninguna afinidad de fondo; es simplemente la cuestión práctica de usar las herramientas disponibles en cada momento.

El término francés Racaille quiere decir más o menos gentuza, chusma, escoria, y recientemente está en uso para denominar de manera específica a las hordas semisalvajes y marginales que infestan las periferias sin ley de las grandes ciudades francesas. En estas barriadas están a la orden del día actos vandálicos -especialmente la quema de vehículos- y abusos cotidianos de todo tipo por parte de las pandillas de gentuza organizadas. En ocasiones una chispa basta para provocar una insurrección en gran escala e incendios masivos con miles de coches quemados, como sucedió en 2005 y con menor virulencia varias veces después. En esas ocasiones,naturalmente,la noticia salió en los periódicos porque no se podía ignorar, pero este tipo de cosas sucede regularmente y se tiende a silenciarlas.

Especialmente se tiende a ignorar lo que la gente afectada sabe perfectamente y es fundamental para saber de qué hablamos, es decir el factor racial y cultural. No voy a distinguir entre los dos porque habría que entrar en cuestiones que llevarían lejos. Estas periferias, púdicamente llamadas “difíciles” según la hipócrita expresión buenista de la corrección política, están habitadas en su mayor parte por árabes, inmigrantes o descendientes de inmigrantes de segunda o tercera generación. Aunque jurídicamente sean franceses, están totalmente desarraigados y separados del resto de la sociedad.

No tienen nada que ver con la cultura, la población blanca o la nación francesa, a las que odian, y tampoco son ya parte de sus naciones de origen. No es mi intención condenar genéricamente toda la inmigración ni meter a todos en el mismo saco. Cuando la inmigración es limitada no produce necesariamente problemas ni tiene porqué ser negativa, porque unos pocos no son comunidad, y porque existen las diferencias entre personas, además de existir entre razas y culturas. Pero existe un umbral de tolerancia exactamente como en el cuerpo existe un umbral de tolerancia a ciertas sustancias. Y como no puede ser igual este límite para la ingestión de –pongamos- jamón ibérico, tortillas deconstruidas, aguardiente o veneno, tampoco puede ser el mismo para los diferentes tipos de inmigración.

En cualquier caso, lo que está claro es que cuando el número empieza a ser consistente los factores  raciales, culturales y comunitarios entran con toda su fuerza: la gente quiere estar con sus similares y vivir en una comunidad con sus propias reglas. Esta es la naturaleza humana y es algo totalmente justo. Pero naturalmente significa que se introduce un elemento nuevo en la sociedad de acogida y se abre una cuestión. Ya no es simplemente un grupo de individuos aislados, como se nos quiere hacer creer. Un ejemplo evidente y dramático de ello lo constituye precisamente la existencia de estas masas desarraigadas, totalmente no integradas. Es la demostración práctica, concreta, del callejón sin salida donde nos llevan las imposiciones multiculturales y la propaganda a favor de la inmigración sin límites, el buenista todos somos iguales y ciudadanos del mundo.

Lo que ha sucedido en Inglaterra me parece más bien análogo a lo que pasa en Francia, con la diferencia de que en vez de inmigración norteafricana en el Reino Unido se trata de inmigración caribeña, africana y de excolonias asiáticas. Este es un aspecto, pero no es más que la mitad de la cuestión. La otra mitad es la general degeneración y disgregación social que padecemos. El Primer Ministro del Reino Unido, Cameron, ha hablado de ello con palabras que no es habitual escuchar. Ha hablado de la caída vertical de la educación, de jóvenes que no son más que niñatos malcriados, de la falta de disciplina en la escuela y la familia, de la nefasta mentalidad de todos los derechos y ninguna obligación, que nos hacen mamar a todos desde pequeños:


No voy a ser yo quien discuta estas afirmaciones porque son cosas que llevo diciendo desde que nació este blog. Los daños incalculables que ha hecho la pedagogía progresista y antipaterna, la cultura del hedonismo y de la irresponsabilidad, son también éstos. Son verdades como puños y Cameron tiene su mérito cuando las dice, aunque habrá que ver si tiene huevos para tomar medidas que en la práctica intenten corregir esta situación, pues sacar estos temas y sobre todo querer hacer algo significa ponerse frontalmente en contra del tipo de ideas que hoy son dominantes.

Los criterios que guían la educación hoy, en general todos los mensajes que las personas absorben durante su crecimiento, han producido una generación de salvajes, que en vez de vivir en la selva entre monos y serpientes vistiendo con taparrabos –aunque también estemos llegando a esto último- viven en una jungla tecnológica hecha de Internet, teléfonos móviles, iPod y consolas. Pero interiormente su cerebro está al nivel del de los monos. Ni siquiera al de los indios de la selva, que por lo menos tienen sus reglas y a quienes la dureza de la vida natural ha dado al menos un carácter y una fortaleza, desconocidas para los niñatos malcriados que tienen todo resuelto sin haber movido un dedo.

Sin embargo, volviendo a Cameron, no dejaremos de notar que ha tocado estos temas algo incorrectos para evitar de afrontar el tema totalmente incorrecto e innominable de la procedencia étnica. Tema del que se habla sólo para decir que los negros están discriminados y viven en la pobreza. Como las almas buenas y sentimentales en Francia están siempre dispuestas a considerar eternas víctimas a los árabes.

Esta cháchara y estos falsos discursos se disuelven como nieve al sol considerando que hoy en día cualquiera que realmente lo desee puede estudiar y puede acceder a la cultura. No hay más que facilidades para ello. La situación laboral puede ser difícil pero cada cual, hasta el más pobre, tiene por lo menos una oportunidad para intentar labrarse un futuro. Y si lo suyo no es estudiar tendrá menos –o distintas- oportunidades pero siempre la posibilidad de buscar su camino y de trabajar duro.

Pero la realidad es que a las masas que tienen el certificado de víctimas marginadas no les sale de los cojones hacerlo. El coste de los medios para instruirse es sólo una fracción del coste de caprichos tecnológicos, vicios, ropa de marca, discotecas, etc…así que dejémonos de tonterías: la sociedad ha dedicado ya medios más que suficientes a la instrucción y a la escuela. Existen profesores dispuestos a ayudar a quien desee educarse, pero la gentuza lo que hace es chulearlos y tratarlos como mierda. Existen escuelas y bibliotecas al alcance del más pobre si quiere acceder a la cultura, pero es que la gentuza no sólo no las utiliza sino que las vandaliza y las quema. ¿A qué imbécil le van a venir con el cuento victimista de la marginación? Si acaso, son las personas que valen algo y viven en esos ambientes las víctimas, pero no de la autoridad del Estado sino de lo contrario, del vacío de autoridad ocupado por la tiranía de la gentuza.

Consideremos además que existen infinidad de ayudas sociales, que volviendo al caso del Reino Unido, parecen ser particularmente generosas. Quizás ahí está el problema. Montones de gente acostumbrada a vivir de subsidios desde hace varias generaciones, gente ociosa que por cultura y tradición no ha trabajado nunca ni tiene la menor intención de hacerlo, ninguna aspiración a mejorarse y a luchar por una oportunidad. Esta es la gentuza, racaille, riff-raff que es siempre la misma, desde los antiguos tiempos del populacho romano que, subvencionado por el resto del Imperio, no tenía nada mejor que hacer que armar bronca y vivir su vida regalada y semianimalesca.

En todo esto no entra necesariamente el tema de la raza o la cultura, pero tampoco en esto somos todos iguales. Existen naturalmente personas de cualquier procedencia que han estado dispuestos a hacer un esfuerzo y merecen consideración. Son ellos mismos respetuosos con la sociedad que les acoge y no pertenecen a la categoría de gentuza. Como hay también muchos blancos en tal categoría, la gentuza blanca de nuestros niñatos malcriados. Pero más allá de los casos individuales existen diferencias abismales entre comunidades. En la prosperidad material, en temas como la incidencia de la delincuencia y la disgregación de la familia las diferencias raciales son evidentísimas. Esto no quiere decir que sea correcto juzgar a una persona por su raza; pero sí quiere decir -por ejemplo- que cualquier discurso o política basado sobre la igualdad a priori es radicalmente injusto y falso. Como las cuotas, la discriminación positiva, el lloriqueo victimista ante las desigualdades.

Considerando la situación en nuestro país, ya empezamos a tener avisos de esta situación, de lo que puede estar a la vuelta de la esquina. Las tensiones en ciudades como Salt, con una proporción de población extranjera desorbitada, empiezan a notarse. Y también es una señal la quema de coches según la misma pauta que las revueltas francesas. En miniatura naturalmente, y como casos puntuales, pero un aviso del futuro. Aquí tenemos a los mismos jóvenes desarraigados, que no se reconocen en el país en que viven y forman parte de una generación perdida. Son la avanzadilla de lo que vendrá y que puede sólo ir a peor a medida que el país se vaya empobreciendo, esto último algo que me parece más que probable. Una noticia de hace algún tiempo habla de estos sucesos:


Las imposiciones multiculturales también son un factor en el desastre educativo y el hundimiento de la escuela pública. Junto con la dictadura de los dogmas nefastos de la pedagogía moderna, estas imposiciones han degradado la situación a un nivel que ya es alucinante en Francia, una situación que es sólo cuestión de tiempo ver reproducida aquí. Escuelas que se están convirtiendo en lugares donde enseñar es imposible y los profesores viven acobardados. Donde impera la ley de las bandas y del más fuerte, resultado por lo demás inevitable de eliminar el principio de autoridad y de orden.

Los políticos y periodistas naturalmente callan como putas y falsifican la realidad, la censuran y persiguen a quien dice las cosas como son. Y hablar de persecución no es excesivo: ya es totalmente, tristemente evidente que los movimientos por la ‘tolerancia’ y las organizaciones ‘antirracistas’ son una verdadera policía política del pensamiento, que se apoya en leyes inquisitorias para perseguir delitos de opinión, de los cuales parece haber cada vez más.

Los políticos que nos gobiernan bien se pueden calificar de traidores porque su agenda, o más bien la de quien les da las órdenes, es conseguir que a largo plazo los europeos sean una minoría en su propia tierra. Para ello cuentan con la presión inmigratoria y con la natalidad de las poblaciones no europeas, estando la natalidad europea hundida por la degradacion y disgregación social de que somos víctimas, que es apoyada y fomentada exactamente por las mismas fuerzas.

El juego es neutralizar la posibilidad de una reacción por parte de las poblaciones europeas, con la concesión automática de la nacionalidad por nacimiento, con el derecho de voto indiscriminado a los inmigrantes y en general con un lavado de cerebro sistemático, para que el mismo mecanismo del sistema democrático impida una reacción hasta que sea ya demasiado tarde y los europeos se hayan convertido en una minoría.

Pero un cierto rechazo se empieza a producir. A pesar de las condenas del mediocre moralismo conformista ha surgido un movimiento anti-gentuza que empieza a crecer, como reacción a esta situación ya que es insostenible para mucha gente:



¿Cuál será el futuro? ¿Tomarán forma fuerzas sanas en Europa, capaces de una acción eficaz contra este sistema y contra estas clases dirigentes que trabajan contra su propia gente? Posiblemente nos espera un futuro de conflicto y de tensiones étnicas, en el cual las necias ilusiones buenistas y buena parte de nuestro sistema social y político van a saltar hechos pedazos. Y en realidad esto debe suceder si es que va a existir una posibilidad de renacer.

Porque de otra manera ello significará simplemente que nos dejaremos morir de muerte lenta. Seremos una masa amorfa sin cultura, tradición, pasado ni futuro.

9 comentarios:

Anónimo dijo...

Es vergonzoso como sacaron en Cuatro, el otro día, a los negros de Londres. Los mostraban como unos chavales pobres que robaban por necesidad y para poder vivir porque el Estado les marginaba.
Nada nuevo bajo el Sol, la historia de siempre: los blancos son malos y explotan a los negros, que son buenos.

León Riente dijo...

Un análisis notable, Oso. No hay más remedio que suscribir casi todo lo que se dice ahí.

Respecto al futuro, creo que todo está abierto. Confío en la capacidad de organización y el espíritu faústico europeo, capaz aún de lo más grande. Y lo más grande hoy es resistir y vencer a las fuerzas de la globalización, pues ese es el nombre del enemigo.

Anónimo dijo...

Buen artículo; certeto y esclarecedor.

Hay algo que comentas en él que no deja de parecerme paradójico. ¿que intereses persiguen gobiernos como el nuestro de tolerar y favorecer a los elementos más vagos, vividores, inadaptados y antisociales que cohabitan entre nosotros?. ¿A qué criterio responde esa nefasta tolerancia bien secundada por ONGs y grupos afines?.

Me resisto a pensar que todo eso se debe a un siniestro plan, a corto y medio plazo, del judaísmo comunista internacional, para hundir a los más laboriosos y cívicos elementos de nuestra sociedad, e inducirnos al desastre generando el más absoluto caos, y de tal modo dominar el mundo, creando un imperio que solo a ellos favoreceria.
¿Son, estos gobiernos, realmente conscientes de su política social, su visión es tan limitada que les impide ver la realidad?

LEG

Max Romano dijo...

En efecto la cobertura de los sucesos del Inglaterra es lamentable y mentirosa como siempre en estos casos.

Yo también pienso que el futuro no está escrito en ningún caso. Depende de todos nosotros que no lo esté.

Acerca de tus preguntas, Leg, puedo decirte brevemente como lo veo yo pero el tema da para mucho.

A nuestros gobiernos y por extensión nuestras clases dirigentes les importa un comino el futuro de sus países y las consecuencias de lo que hacen. Son ratas que únicamente se preocupan de su interés personal con una mentalidad de "Después de nosotros el Diluvio". Prestan siempre mucha atención a garantizarse el futuro aunque el país se hunda.

Les conviene mimar y cuidar a lo peor de la sociedad, estos elementos vividores y vagos, porque forman una reserva de votos fundamental. Los peores suelen ser también los más numerosos y hay que decirles lo que quieren oír. Mientras una minoría siga siendo capaz de sacar adelante el país mientras los demás chupan del bote les saldrá bien el juego.

Acerca de los poderes ocultos que dan instrucciones a nuestros políticos, piso terreno poco seguro. Pero como mínimo me parece seguro que existen estas fuerzas y están llevando a cabo una campaña en dos frentes.

El primero es la destrucción de nuestra cultura y tradición para sustituirlas con una melaza politicamente correcta y una cultura de masas vacía y alienante.

El segundo es la imposición a Europa de la inmigración masiva para cambiar su composición étnica y hacer desaparecer los pueblos europeos como tales.

¿El porqué de todo ello? El odio feroz contra Europa y los europeos. Sea consciente o no de esta pulsión quien actúa estas políticas, exista o no una especie de plan a gran escala, se adivina muy claramente detrás de todo esto una aversión visceral contra Europa, a nivel racial, cultural, espiritual.

Fdel dijo...

Es cierto al sistema en toda europa les interesa tolerar este tipo de situaciones, el ejemplo está tal como se comenta en otras entradas en el tratamiento de la información en las diferentes cadenas, justificando de forma muy sutil esta violencia tan inusitada ya que los pobres inmigrantes son víctimas a las cuales no se les da oportunidad alguna para poder vivir dignamente y se ven obligados a delinquir, como siempre para rematar la jugada el blanco europeo es el responsable de tales injusticias,igual que lo que ocurrió en Francia en Octubre del 2005, parece increíble la manipulación pero es así. Realmente esta forma de actuar solo conlleva a que la situación vaya empeorando continuamente sin saber como puede acabar en realidad, puede acabar en lo peor.

Anónimo dijo...

Lo cierto es que con estos actos masivamente violentos en el Reino Unido se demuestra una vez más que las llamadas sociedades multiculturales son un fracaso rotundo, no se que hará falta todavía para demostrar dicha afirmación, el que no quiera verlo o es demasiado corto o es un hipócrita. El análisis del artículo es clarividente.

Anónimo dijo...

Ya lo creo que es vergonzoso, en una de las imágenes aparecía un negro diciéndole a los periodistas con toda la cara que "que bonito es llevarse las cosas sin pagarlas", se refería claro al saqueo de los comercios, comercios de los barrios donde viven o sea de trabajadores.

Brucie Kibbutz dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Brucie Kibbutz dijo...

Estás equivocado en una cosa: la "racaille" se nutre de inmigrantes (y descendientes de estos) tanto norteafricanos como subsaharianos (Senegal, Camerún, etc.). También caribeños (Guadalupe, Martinica, Montserrat, Haití y Guayana Francesa)y de otros lugares, pero especialmente de los que antes nombré.