sábado, 12 de febrero de 2011

VULGARIDAD AL PODER


Hay una curiosa noticia de hace pocos días: todo empieza con una felicitación enviada por una jefa de la DGT a sus subordinados, entre ellos al jefe provincial de Tráfico de Palencia. A este señor no le gustó la felicitación y envió una respuesta, a ella y a muchas otras personas en la DGT, expresando su desaprobación contra el mensaje de la jefa. Como represalia por ello el dirigente que realizó la protesta ha sido cesado. Para apreciar en su justa medida la noticia y el tipo de gente que ocupa las administraciones públicas hay que leer la felicitación de la jefa:




Creo que sobra cualquier comentario. Naturalmente es importante para ella dejar claro que no le gusta felicitar la Navidad, lo cual nos sugiere de qué ceja cojea, pero esto es lo de menos. Tan fina redacción define completamente a quien la escribe y desde luego su lugar no es un alto cargo en la Administración. El funcionario cesado probablemente estaba hasta los huevos de aguantar un año tras otro la ordinariez y la vulgaridad de esta jefa, de soportar la humillación y el insulto. Porque para cualquier persona preparada y con educación es una humillación y un insulto tener como superior a una persona de tan ínfimo nivel y tan chabacana, puesta a dedo por la gentuza que nos gobierna. Y como le quedan dos meses para jubilarse posiblemente decidió quitarse esta piedra del estómago.

Este funcionario merecería un elogio y un reconocimiento por intentar poner coto a esta zafiedad y haber levantado su voz, contra lo que es claramente una denegeración y una caída de nivel impresionante en la organización en que trabaja.

En efecto, a los funcionarios públicos se les debería exigir, además de profesionalidad, un comportamiento particularmente atento, una corrección ejemplar y una educación superiores al resto de la población, porque representan al Estado. En cambio hoy en día, ¿Qué es lo que tenemos?

¡Feliz año nuevo…y chúpame un huevo!

¡¡Toma ya funcionarios públicos!!

Y al que protesta, al que desea que se respeten unos niveles mínimos de educación e imagen, se le castiga.

Verdaderamente el mundo al revés.

Pero no se puede esperar más cuando tenemos en el vértice de la nación los gobernantes que tenemos. El comportamiento de esta señora es sólo un poco más grosero de lo que estamos acostumbrados a ver en quien nos gobierna y denota una raza interior de ínfimo nivel y bien definida. La cloaca ha inundado el poder y no pueden salir de ella más que aguas fétidas.

Las justificaciones que la DGT ha esgrimido para el cese no tienen pérdida y bordean lo surrealista:


Copio una frase textual del jefe de relaciones informativas de la DGT porque tiene miga:

“El envío masivo, por correo electrónico, de un tema personal y que nunca debería haber salido de ese ámbito, va contra las más elementales normas de funcionamiento de cualquier organización y más si se trata de una organización seria, rigurosa y prestigiada como es la Dirección General de Tráfico”

Evidentemente enviar por un correo oficial “2005…por el culo te la hinco” no va contra las más elementales normas de funcionamiento…quizá las normas de una casa de putas o de la industria de la pornografía.

¿Organización seria, rigurosa? El jefe cesado sí quería defender esta idea y ahí está su recompensa…aunque será mejor dejar de lado lo de la seriedad y el prestigio, pues la DGT cada vez se parece más a una organización que se dedica a extorsionar a los ciudadanos, utilizando la Guardia Civil para tender emboscadas con ánimo de recaudar.

¿¿Prestigiada?? Aprenda usted a escribir porque esta palabra no existe, señor Jefe de Relaciones Informativas. Se dice prestigiosa. Manda huevos…

Ahora empezamos a entender. Los superiores de la poetisa deben ser tan brutos como ella. Donde deberían estar es en un curso de educación para adultos, aprendiendo de personas con más preparación que ellos, en vez de darles órdenes e imponerles su vulgaridad.

Esta gente, además de zafia es prepotente y arrogante. No acepta la mínima crítica y mucho menos que quien tiene más educación que ellos les eche en cara su ordinariez. No se trata de un episodio aislado, es la norma hoy en día y un índice clarísimo de la cloaca a cielo abierto en que han convertido nuestro país. La norma hoy es un gusto por la vulgaridad y por el fango, un bestial rechazo hacia cualquier ideal de distinción y de buena educación, que inevitablemente conlleva la negación de cualquier aspiración a la mejora personal, de cualquier ética del trabajo bien hecho y del servicio público. Estamos ante el triunfo de la ordinariez militante.

Todo lo que he comentado se aplica por igual a hombres y mujeres. El fenómeno de la hez que impone su ley no tiene sexo. Pero terminaré con  un comentario que sí tiene que ver con el tema del género.

Imaginemos que lo mismo hubiese sucedido con los papeles invertidos y un hombre hubiera enviado a sus subordinados –sobre todo a las mujeres- un mensaje similar.

¿Alguien tiene dudas de que se habría montado un pollo gigantesco? Habría sido destituido fulminantemente por muchas disculpas que hubiese pedido, nos encontraríamos hasta en la sopa la noticia durante varios días, escucharíamos hasta la náusea comentarios indignados sobre la dignidad femenina y los sindicatos habrían puesto el grito en el cielo. Y por supuesto una hipotética mujer que hubiera protestado se habría convertido en la heroína de la nación.

Naturalmente con esta observación no reivindico el derecho de los hombres a imponer su vulgaridad, pero es un hecho que los varones apenas si pueden ya abrir la boca porque a la mínima se les echa encima la jauría rabiosa de las feministas; por bastante menos, muchos hombres han sufrido duras consecuencias, mientras que las mujeres pueden decir cualquier cosa, pueden ser vulgares, ignorantes, arrogantes y nadie puede decirles nada.

Este es uno de los aspectos más intolerables y abyectos de la dictadura feminista en que vivimos: que mujeres que no valen una puta mierda, ignorantes, arrogantes, ordinarias y más brutas que el cemento se permitan humillar a hombres superiores a ellas.

Y es -o debería ser- intolerable también para las mujeres. Hablo de las que tienen educación, clase, inteligencia. Porque la voz de estas últimas se oye más bien poco: se oye sólo la voz de las burras semianalfabetas cuyo modelo son las ministras feministas de Zapatero. Éstas son las que transmiten la imagen de mujer liberada y moderna. Una imagen magistralmente descrita en un breve artículo que me permito enlazar:


¿Es esto lo que las mujeres desean? ¿Es bueno para ellas? Sólo ellas pueden responder a esta pregunta. Por nuestra parte podemos sólo ser hombres de la mejor manera posible y evitar como la peste un cierto tipo de mujer liberada. Que se soporten ellas solas.

4 comentarios:

A.J dijo...

Es vergonzoso ver como personas con esta educacion ostentan puestos de responsabilidad y ademas con buena remuneracion.

Milagros del enchufismo, que junto con la inmigracion y la corrupcion politico-judicial, son las lacras de España.

Anónimo dijo...

Pues con esta chorrada, los medios de "comunicación" ya han conseguido tener entretenido al personal.

Max Romano dijo...

En efecto, en sí es una chorrada y una noticia insignificante comparada con otras. Pero estas pequeñas cosas son un síntoma y un indicador de fenómenos y tendencias que sí son importantes. Este y no otro es el interés de comentarlo.

León Riente dijo...

Yo también lo veo así. Este tipo de noticias, aparentemente intrascendentes, son también importantes. No por sí mismas, pero sí como indicadores. Dan la medida de la decadencia que sufrimos.

Si esta decadencia afectara sólo a la casta parasitaria política no me preocuparía tanto. La decadencia es general. Lo zafio, grosero, vulgar es la moda (impuesta). Como en cualquier sociedad, pero en ésta más que en otras, predominan los borregos y los borregos son fieles seguidores de la moda, y ahí tienes las consecuencias.

Nada ansía más un déspota que unos individuos envilecidos que no se respeten ni a sí mismos.

Saludos.