jueves, 27 de noviembre de 2008

EL GRAN HERMANO ELECTRÓNICO PARA NIÑOS SEBOSOS

Leo acerca de e-TIOBE, una "terapia inteligente" para combatir la obesidad infantil, que quiere poner en marcha el Hospital General de Valencia. El problema es la legión de niños que hoy en día son gordos y sebosos, porque se mueven poco, comen mucho, mal y sobre todo pasan horas interminables solos en casa, atiborrándose de comida basura mientras se queman el cerebro con videojuegos y televisión. El artículo original es el siguiente:

http://www.elmundo.es/accesible/elmundosalud/2008/11/26/tecnologiamedica/1227704876.html


Bueno, pues la idea grotesca que alguien ha conseguido parir es simplemente monitorizar a los niños electrónicamente: cuánto caminan, cuántas calorías consumen, el ejercicio que realizan...el pobre niño no va a poder ni siquiera ir al retrete sin que el médico se entere. Por no hablar de cuando asome la pubertad y el chavalito se empiece a hacer pajas...

Vamos, que el chivato electrónico va a controlar si el niño camina mucho o poco, cuántas horas pasa tumbado delante de la televisión...hace falta tener mentes realmente perversas para crear este engendro y hace falta ser tontos del culo para pensar que servirá de algo. Desde luego no para corregir la obesidad: para saber que el niño no se mueve basta mirarle las chichas, sin tanta gilipollez electrónica; y si sus padres no son capaces de educarle, desde luego no van a hacerlo los ridículos juegos y realidades virtuales con consejos para una vida sana, que es otro aspecto del proyecto.

¿Entonces? ¿Para qué sirve esta estupidez? Para lo que sirven todas las estupideces costosas: hacer ganar dinero a alguien. En este caso a una alianza de universidad, empresa y política que se va a poner las botas con el dinero de todos. Nada nuevo, por supuesto: en general el despilfarro de recursos en cosas inútiles es directamente proporcional a la cantidad de parásitos anidados en las administraciones públicas. Hasta debe existir algún modelo matemático sobre el asunto.

Pero se puede sacar más punta a la cosa y atisbar el futuro que esta gente está preparando para nosotros. Cito palabras textuales: "Sacar el hospital a la vida cotidiana de la gente". O sea que quieren transformar la vida en un tratamiento. Más claro agua: en sus sueños húmedos esta gente ve un mundo donde todos somos pacientes, controlados, monitorizados por un enjambre sofocante e impertinente de médicos, psicólogos y expertos que miden cada cosa que hacemos, aconsejan, regulan y nos administran tratamiento.

Pues si odian tanto la vida como para considerarla una enfermedad que necesita tratamiento, que se autoadministren el tratamiento definitivo, que se tiren por la ventana y nos dejen vivir en paz de una vez, porque no es la vida la patología, son ellos la patología.

Más inquietantes palabras textuales: "Todo lo necesario para que el niño cumpla con las pautas marcadas de la manera más natural".

Pautas Marcadas. El niño tiene que seguir pautas marcadas, organizadas, estudiadas y medidas ya desde pequeño, animándolo, felicitándolo y premiándolo. Como el perro de Pavlov. Y naturalmente sin castigos (vade retro...). Esta gente piccola piccola debe de pensar que el arte de vivir es algo así como los procedimientos de un manual de calidad.

Consejo para niños monitorizados: atad el cacharrito electrónico al gato y luego dadle de comer una pequeña albóndiga con cinco guindillas picadas, escondidas dentro.

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