sábado, 22 de noviembre de 2008

EL OSO SOLITARIO

Saludos a quien me quiera leer. He decidido abrir este blog y creo oportuno escribir alguna palabra sobre mí y los motivos que me impulsan a hacerlo.

He vuelto hace algún tiempo de Italia, donde he vivido largos años, y aunque naturalmente he mantenido contactos con mi (?) país, vivir en dentro de él es algo muy distinto. Me he encontrado una España irreconocible, deshecha, que se empeña en ser la primera de la clase en la asignatura del progresismo. Feminismo militante, discriminación positiva, racismo antiblanco, ideología de género...en resumen todo el amba aradam políticamente correcto importado directamente de Estados Unidos.

Conocemos perfectamente el material humano que encarna esta concepción del mundo, su "causa material" en sentido aristotélico; gente que usa la palabra "facha" como un mantra, para apostrofar a cualquiera que no esté alineado a las vulgaridades que consideran la dirección necesaria, justa y única posible de la evolución humana.

¿No les gusta mi lenguaje? ¿No se podrían decir las cosas de otra manera?

¿No sería mejor respeto del adversario, discusión pacata y civil de sus ideas y acciones, escribir en una tesitura más moderada y convertir la lucha por las ideas en una aburrida tertulia?

Pues no. Hace mucha falta llamar a las cosas por su nombre, hoy en día en general y en este país en particular. A las hienas feministas que odian todo lo masculino, a los castrados mentales que las siguen babeando y parecen querer expiar la culpa de haber nacido hombres, hay que llamarles hienas feministas y castrados mentales. A los canallas que quieren que sintamos vergüenza y culpabilidad como ellos por el hecho de ser españoles, o ser hombres, o ser de raza blanca, hay que llamarles canallas.

Y además desde luego no son quienes para hablar de respeto porque tienen siempre preparadas las palabras para criminalizar y cerrar la boca a todo el que rechace lo que consideran verdades eternas. Están siempre dispuestos escupir epítetos como machista, facha, racista, homófobo, etc... contra cualquiera que discuta sus bobadas, aunque ni uno solo de esos calificativos le sea aplicable con propiedad.

Los progres non son adversarios, son enemigos.

Adversarios son los equipos en un partido de fútbol, los concursantes en uno de esos concursos televisivos para espectadores aplatanados, con el mando a distancia siempre en la mano. Adversarios son la "derecha" y la "izquierda", es decir las distintas corrientes de la oligarquía parásita que juega al teatro -pagado a peso de oro- que se llama política.

Enemigo es quien no te deja vivir y te quiere privar de tu identidad, tu cultura y tu tradición, que es lo más precioso que posees, para sustituirlas con una melaza repugnante de vulgaridades y mentiras políticamente correctas.

Y para que cada uno tenga lo suyo, hay que decir que el progre iluminado de mirada limpia y soñadora que tenemos por presidente no estaría ahí si no fuera por el lameculos de Estados Unidos que ocupó la Moncloa antes que él. Este calificativo suena muy duro y quizás es ingeneroso, pero haber traído a Zapatero al gobierno es -por lo menos para mí- objetivamente imperdonable. Aznar vanificó la buena gestión del país que tenía en su haber, metiendo a España en una guerra a la cual los españoles se oponían por aplastante mayoría. Ésta fue la verdadera razón de que bastaran las bombas para perder unas elecciones que tenía ganadas, y suya es la responsabilidad de que tengamos ahora en el poder al iluminado de mirada limpia y soñadora.

Este blog pretende ser de actualidad, con comentarios rápidos sobre lo que pasa en España y ocasionalmente en el resto del mundo. Me lean muchos o -más probablemente- pocos, lo que cuenta es haber cumplido con lo que siento como un deber.

Sin nada más que añadir, saludos del Oso.

Noviembre de 2008

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