En noviembre del año pasado publicaba yo este artículo en El Correo de España en el momento en que se estaba negociando el presente gobierno. Momento de cocina política en los antros de esa España inepta y profunda, que no es la rural sino la de las cloacas que rebosan, la de los enanos políticos y los últimos de la clase venidos a más. Se estaba cocinando en efecto ese engrudo indigesto o Frente Popular de opereta que nos gobierna desde entonces. Lleváronse a cabo negociaciones vergonzantes y viles, trapicheo de manos poco limpias en la oscuridad, repugnante mercadeo de vendepatrias, odiadores de España y apólogos de la degeneración social. Todos ellos tenían algo que decir y demandaron su diezmo que había que pagar, todos lacayos y tributarios de fuerzas oscuras que llevan adelante, implacablemente, su agenda de la decadencia.
Fue la constitución del frentepopulismo del siglo XXI la venganza del inútil por vocación y del parásito por elección, el gran momento de la podredumbre militante que pisotea la salud, rebuzno furibundo de una decadencia social, moral e intelectual orgullosa de sí misma. En pocas palabras, el triunfo de esa España estúpida, fanática y malcriada a la que ya dediqué este artículo hace bastante tiempo en este mismo medio.
Parto monstruoso de este proceso fue el pacto de gobierno formado por diez puntos que en su época comenté brevemente uno por uno, y aunque por medio haya habido el gran “cisne negro” del coronavirus, veremos que no ha perdido actualidad lo que decía. La presente situación, en algunos casos, ha aplazado las amenazas apuntadas en el Pacto de Desgobierno; en otros las ha confirmado y agravado. Además, independientemente de la efectiva formación del gobierno frentepopulista y de lo que todavía pueda durar (creo que bastante) representan una auténtica hoja de ruta y una declaración de intenciones. Por ello dejaré inalterados los comentarios publicados hace ya nueve meses sobre este programa nefasto, para que cada uno los ponga en relación con la marcha de las cosas.
1.- Consolidar el crecimiento y la creación de empleo. Combatir la precariedad del mercado laboral y garantizar trabajo digno, estable y de calidad.
El único empleo que la partidocracia y especialmente la izquierda sabe “crear” es empleo parásito: subvencionados, funcionarios superfluos, clase política y su abundante sotobosque que funciona exactamente como las malas hierbas en un cultivo, robando recursos a las plantas que producen algo útil. Estructuralmente incapaces de superar su alergia por la cultura del esfuerzo y el trabajo, su odio por el empresario y su afán de confiscar lo que otros han ganado de manera legítima. El proyecto de armonización del impuesto de sucesiones (léase atraco legalizado a las herencias) es elocuente. Todo ello no impide, naturalmente, que en la práctica estén con los poderes fuertes financieros y no se planteen siquiera corregir los defectos del actual sistema.
2.- Trabajar por la regeneración y luchar contra la corrupción. Proteger los servicios públicos, especialmente la educación – incluyendo el impulso a las escuelas infantiles de cero a tres años-, la sanidad pública y la atención a la dependencia. Blindaje de las pensiones de nuestros mayores: asegurar la sostenibilidad del sistema público de pensiones y su revalorización conforme al coste de la vida. La vivienda como derecho y no como mera mercancía. Apostar por la ciencia como motor de innovación económica y dignificar las condiciones de trabajo del sector. Recuperar talento emigrado. Controlar la extensión de las casas de apuestas.
No quiero que pase desapercibido lo del impulso a las escuelas infantiles de cero a tres años. Quieren coger a los niños prácticamente desde que nacen para impedir que las familias los eduquen como desean. Quieren ponerlos en manos de los corruptores de menores, sexualizar a la infancia, fomentar la transexualidad, la homosexualidad y la confusión sexual desde la más tierna edad. Y su prioridad es impedir que las familias se opongan a ello, quitándoles a los padres el terreno bajo los pies; así los malnacidos que quieren hacer ingeniería sexual con nuestros hijos tendrán las manos libres.
Esto cuando son pequeños. Cuando sean mayores, además de lo anterior y tras haberles reducido la mente a papilla con sus estúpidas ideas pedagógicas, les meterán en la cabeza el gran barril de desechos intelectuales del progresismo, su sarta de mentiras culturales, históricas, políticas, su apología de la degeneración.
Acerca de lo demás, todo ello fue realizado y de mejor manera por los regímenes que ellos llaman fascistas lo fueran o no, pero que intentaron una verdadera política social que no era ni el capitalismo salvaje ni la demagogia izquierdista.
En cuanto a apostar por la ciencia da risa pensar que esta gente pueda fomentar la ciencia y la innovación, producto siempre de individuos brillantes a los que hay que dar apoyo y oportunidades en base a sus capacidades y su mérito. Los mentecatos de la corrección política están mentalmente bloqueados en su estúpida fijación igualitaria, obsesionados por las cuotas y las presuntas discriminaciones por sexo, hostiles hacia la meritocracia de manera casi patológica. Lo que ellos entienden por “fomentar la ciencia” es aumentar el número de inútiles subvencionados, mejor si mujeres o pertenecientes a grupos con el certificado de minoría oprimida.
3.- Lucha contra el cambio climático: la transición ecológica justa, la protección de nuestra biodiversidad y la garantía de un trato digno a los animales.
Aún no he comprendido exactamente qué entienden por transición ecológica, pero alguien debería explicarles que si quieren pasar completamente a la energía “limpia”, la electricidad no nace en los enchufes sino que debe ser generada de alguna manera y la menos contaminante es la nuclear, con todos sus problemas que los tiene.
Ni por asomo veremos una discusión seria del llamado “cambio climático” que es posiblemente un gran montaje. Ello no quiere decir que no haya que cuidar el ambiente, pero no me parece que la izquierda “oficial” toque temas como el abandono del estúpido estilo consumista de vida, el combate contra la obsolescencia programada, discutir la ideología del crecimiento económico, si es necesario poniendo límites a la globalización que nos aboca a una competición desaforada e inútil que beneficia sólo a las oligarquías. Esos sí que pueden ser temas relevantes para el medioambiente, no traer a Madrid a la niña de El Exorcista para una cumbre que nace ya muerta.
Eso sí, nos pondrán hasta en la sopa su ecologismo demagógico, sentimental y de pandereta, insistiendo en prohibir la noble actividad de la caza, el ritual antimoderno de loa los toros y el mundo fascinante del circo con animales, así como en otorgar ridículos “derechos humanos” a estos últimos.
4.- Fortalecer a las pequeñas y medianas empresas y a los/as autónomos/as. Impulsar la reindustrialización y el sector primario. Facilitar desde la Administración las bases para la creación de riqueza, bienestar y empleo, así como el impulso digital.
Ni hartos de vino. Más de lo mismo: chiringuitos subvencionados y bandas de golfos apandadores bajo falsa bandera.
5.- Aprobación de nuevos derechos que profundicen el reconocimiento de la dignidad de las personas como el derecho a una muerte digna, a la eutanasia, la salvaguarda de la diversidad y asegurar España como país de memoria y dignidad.
Lengua de estropajo de la corrección política en su máxima expresión: “memoria y dignidad” significa imponer por ley su falsificación de la historia y sus mentiras que son producto, a partes iguales, de ignorancia y mala fe. Salvaguardia de la “diversidad” significa imponer en los tribunales el pensamiento único y perseguir penalmente la oposición a las políticas de degeneración social, destrucción de la patria, la familia y la normalidad.
6.- Asegurar la cultura como derecho y combatir la precariedad en el sector. Fomentar el deporte como garantía de salud, integración y calidad de vida.
Hordas de inútiles sin talento ni arte, productores de cultura basura y además aburrida, mantenidos con el dinero de todos.
7.- Políticas feministas: garantizar la seguridad, la independencia y la libertad de las mujeres a través de la lucha decidida contra la violencia machista, la igualdad retributiva, el establecimiento de permisos de paternidad y maternidad iguales e intransferibles, el fin de la trata de seres humanos con fines de explotación sexual y la elaboración de una Ley de igualdad laboral.
Más persecución contra el varón, más leyes injustas y tribunales bolcheviques de género, más privilegios para la mujer. Más igualdad a la fuerza de lo que nunca será igual, cuando favorece a la mujer evidentemente.
¿Permisos de paternidad y maternidad iguales e intransferibles? Voy a explicar la cosa como quien hablara a retrasados mentales: es la mujer la que da el pecho porque las tetas no son sólo para sobarlas, sino que son ante todo glándulas mamarias que producen leche; es ella quien lleva el niño en su vientre porque tiene un órgano que se llama útero y sirve para eso; es el contacto con la madre lo más importante para el niño en los primeros meses de vida, porque biológicamente estamos diseñados de esa manera.
¿Paternidad y maternidad iguales e intransferibles? ¡¡IMBÉCILES!!
8.- Revertir la despoblación: apoyo decidido a la llamada España vaciada.
Nada que objetar pero hemos de percibir la verdadera intención que hay detrás: llenar la España vaciada con inmigrantes. Se juntan el hambre y las ganas de comer, una presión migratoria principalmente africana y un campo semiabandonado que demanda mano de obra. Esto es lo que quieren hacer y no dicen abiertamente: utilizar esta situación para impulsar el gran proyecto de sustitución étnica de España y favorecer una nueva invasión musulmana, demográfica y no militar. Es un proyecto que no sería realizable con la inmigración subsahariana pero sí con la musulmana del norte de África. En efecto, los moros son buenos campesinos y pastores: muchos de ellos están dispuestos a ser trabajadores y esforzados, cultivan bien la tierra y saben levantarse temprano.
¿Y los españoles de las nuevas generaciones no pueden repoblar el campo? Salvo excepciones, no lo hacen y lo entiendo perfectamente: va contra su autoestima, su calidad de vida y su bienestar integral. Ellos no saben levantarse temprano: tienen que ir a la discoteca, ponerse hasta arriba de pastillas y volverse estúpidos con sus juegos de ordenador y sus deleznables series de televisión. Por tanto, si una enérgica política no lo remedia, el campo español será colonizado por árabes norteafricanos. El hecho de que, por ahora, no tengan la propiedad de las tierras es inesencial: a diferencia de la emigración española al exterior de hace unas décadas que era temporal, ellos vienen para quedarse; una vez se hayan enraizado en el territorio, lo demás llegará antes o después.
9.- Garantizar la convivencia en Cataluña: el Gobierno de España tendrá como prioridad garantizar la convivencia en Cataluña y la normalización de la vida política. Con ese fin, se fomentará el diálogo en Cataluña, buscando fórmulas de entendimiento y encuentro, siempre dentro de la Constitución. También se fortalecerá el Estado de las autonomías para asegurar la prestación adecuada de los derechos y servicios de su competencia. Garantizaremos la igualdad entre todos los españoles.
Mucha palabrería para expresar una cosa sola: la bajada total de pantalones frente a los separatistas y los odiadores de España. Lo de fortalecer el Estado de las autonomías, que es el verdadero cáncer político de España, ya dice con claridad lo que debemos esperarnos.
10.- Justicia fiscal y equilibrio presupuestario. La evaluación y el control del gasto público es esencial para el sostenimiento de un Estado del bienestar sólido y duradero.
Freír a impuestos a la España que trabaja, confiscar las herencias, añadir más sanguijuelas a las muchas que ya hay chupando: el paraíso sobre la tierra del chupóptero y el parásito.
Este programa, traducido en lenguaje algo más comprensible, es la inmensa montaña de basura que se nos viene encima y que el coronavirus ha aplazado en algunas cosas y agravado en otras. La amenaza sigue perfectamente vigente.
MAX ROMANO
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