Hace un par de semanas sucedía algo
que no había pasado desde hacía años, al menos que yo sepa. Cinco camiones
españoles cargados de vino fueron detenidos por viticultores franceses, poco
después de pasada la frontera, y los franceses vertieron su contenido ante la
pasividad (es decir la complicidad, llamando las cosas por su nombre) de la policía
francesa y por tanto del Estado francés.
Esta noticia me hizo recordar
mis tiempos de adolescente, en los años ochenta, cuando era práctica habitual
por parte de agricultores franceses interceptar camiones españoles cargados de
productos agrícolas y destruir su contenido, porque los productos españoles les
hacían la competencia.
Entonces como ahora, el gobierno
francés se excusaba por lo sucedido (pero los gendarmes nunca intervenían
porque, entonces como ahora, el Estado francés era cómplice de la guerra sucia
comercial) y pagaba una indemnización. Pero el daño estaba hecho, pues lo que
necesita el productor no es que le paguen el daño puntual causado por los
cafres asaltacamiones, sino dar salida a sus productos en un mercado. Y este
tipo de acciones repetidas perjudicaban gravemente a los agricultores
españoles, como era intención de los cafres y del Estado francés. Entonces como
ahora, la respuesta española era escasa o nula y salvo casos esporádicos nunca
se hizo lo que se debía: responder al fuego con el fuego y después de cada uno
de estos ataques, pagar con la misma moneda y actuar represalias contra las
exportaciones francesas de manera que fuera causado un daño equivalente a su
economía. Si el otro es desleal y quiere jugar sucio, el único modo de hacerse
respetar es que sepa que estamos dispuestos a devolver el golpe, y que lo
haremos.
Pero aparte de todo esto, lo que
llama la atención es la estupidez
monumental de este ataque. Lejos de sentir antipatía hacia los franceses u
otros europeos, considero que estamos en la misma barca que hace agua, sobre
todo hoy en día. Un francés puede ser, para mí, un camarada francés o muy al contrario un estúpido
gabacho, según la actitud que tenga.
Sintiéndome además de español europeo,
creo que Europa es algo que debe ser defendido en todos los sentidos, y que la
defensa de Europa pasa por la solidaridad de sus pueblos, ante las amenazas
gravísimas que se ciernen sobre su identidad y su misma existencia. La falta de esos estúpidos gabachos que han vertido el
vino español en la autopista no es sólo la de ser unos cabrones antiespañoles, sino
también la de no haber comprendido esto. Serán o se considerarán buenos
franceses, quizá piensen que así defienden a sus familias y a su país, pero lo
que son es idiotas.
Los franceses, con el resto de
Europa, están amenazados de desaparecer como pueblo y de perder su identidad, sumergidos
por negros y árabes que les convertirán en minoría en pocos decenios. Vivimos
en un mundo dominado por fuerzas que quieren destruir todas las identidades,
especialmente las europeas. ¿Y qué es lo que hacen? ¿En vez hacer el esfuerzo
de comprender que todos los pueblos de Europa estamos bajo la misma amenaza, se
ponen a hacernos la guerra sucia a nosotros, otros europeos, porque les podemos quitar una cuota del mercado del vino?
Es difícil, si no imposible, ser
más subnormal.
No sé hasta qué punto los
franceses comparten esta cerrazón mental y esta cortedad de miras. No quiero
sacar conclusiones generales de lo que al fin y al cabo no es nada más que un episodio.
Pero espero de verdad que no sea ésta la actitud dominante entre los europeos, porque
entonces el futuro pinta muy mal.
Max Romano
Max Romano
2 comentarios:
Totalmente de acuerdo con el artículo, además aquí se demuestra que lo de la U.E. es una falacia, de unión nada, cuando ocurren estos episodios se demuestra que hay países que van sólo a las suyas, como es el caso de Francia. Además demuestran el peso que tienen en Bruselas, porque dados los acontecimientos desde Bruselas deberían intervenir y obligarles tomando las medidas oportunas a no realizar más actos de este tipo, porque además es entre europeos, lo cual desde el punto de vista político no debería de suceder, no tiene lógica, de lo contrario habría que responderles con la misma moneda.
La U.E. como ente globalista tiene muy poco de europea y de unión, por eso ocurren estos episodios y otros que son un peligro para todos los europeos, el peor de todos tal como comenta el autor del texto.
Tienes toda la razón, la Unión Europea se creó para competir con EEUU y China pero no estamos consiguiendo el mismo resultado porque al final somos países distintos con intereses diferentes, habría que sumar todos en la misma dirección para que lograse mejores frutos
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