lunes, 23 de enero de 2012

AZOTES DE NUESTRO TIEMPO: MARKETING TELEFÓNICO

Esta entrada del blog fue la primera versión para el capítulo correspondiente del libro "Azotes de Nuestro Tiempo" publicado en 2017. Se dejan algunos párrafos como muestra. 

Todos nosotros conocemos esas molestas e invasivas llamadas que nos hacen a casa para proponernos alguna oferta comercial. Generalmente por la tarde para tener más probabilidades de que responda alguien, cuando por lo menos las amas de casa –las que quedan- no están fuera, o cada vez más frecuentemente por la noche, en horas inoportunas en las cuales o estamos cenando o descansando, o cada uno con lo suyo, pero de cualquier manera, maldita la gracia y la falta que nos hace recibir una llamada informándonos de la última promoción de nuestra compañía telefónica, o de la competencia que se empeña en ilustrarnos lo conveniente que sería cambiarse con ellos y lo bobos que somos si no lo hacemos. O para vendernos vino o libros o cualquier otra estupidez que no necesitamos.

[...]

Campañas, vencer la resistencia del cliente, presionarlo…las mismas palabras y conceptos sugieren que se trata de una guerra, no sólo entre marcas sino principalmente contra nosotros, el enemigo cuya resistencia se debe vencer. Se nos debe convencer a gastar lo más posible, a consumir, con cualquier medio, a adquirir algo que no necesitamos realmente o que incluso nos es perjudicial. Todo sea por el dios del consumo.

El marketing telefónico y la profunda falta de respeto que implica, es simplemente una de las consecuencias del punto de vista que considera a las personas al servicio de la economía.

Tenemos una sociedad llena de prohibiciones y reglas para las personas, un bosque de normativas cada vez más espeso que denota una auténtica obsesión, que llamaría enfermiza, por regular todo y organizar nuestra vida. Pero en cambio la libertad económica es sagrada y las razones de la economía pasan por encima de cualquier otra consideración. Las personas están cada vez más controladas, pero las empresas sí que tienen libertad para molestarlas en su casa a cualquier hora con impertinentes campañas comerciales.

[...]

Lo primero es lo primero. Entre la libertad de las personas y la libertad del dinero el sistema en que vivimos hace mucho tiempo ha elegido lo segundo. Más claro agua. Las personas están para servir a la economía.

11 comentarios:

Anónimo dijo...

A mi hogar han llegado a llamar los de Telefónica varias veces después de la hora de la cena, incluso pese a haberles colgado el teléfono por discutir mi padre con ellos previamente. La verdad es que me he sentido muy identificado con lo escrito en esta entrada.

Anónimo dijo...

Existe una vertiente aún más siniestra del marketing telefónico, que se aprovecha de las personas mayores o con alguna discapacidad. Busca, por ejemplo, en Google "Ediciones Rueda".

http://tencuidado.es/con-la-actualidad/los-fraudes-a-personas-mayores-en-tve/

Unknown dijo...

A mi me llamaban antes, hasta que empece a no descolgarles y empezaron ellos a pasar de mi. Llevo cómo tres o cuatro años sin recibir una llamada y la verdad, espero que pasen varios siglos más hasta la próxima...

Un saludazo.

Frel dijo...

Comparto plenamente el texto de la entrada y por supuesto que yo también he pasado por la misma experiencia, en mi caso después de hablar con ellos varias veces y decirles que no me interesaba lo que me ofrecían, después de estar un tiempo sin llamar vuelven a la carga otra vez, eso sí como conozco los números y algunos ya de por sí son muy significativos pues obviamente no descolgaba el teléfono hasta que supuestamente se cansaban. Pero lo cierto es que es agobio constante y tal como se afirma en el texto los operadores que realizan el trabajo están más bien que entrenados para insistir, discutir y poner de los nervios al personal.

Anónimo dijo...

¡Yo estoy hasta los mismísimos de Jazztel!

Anónimo dijo...

"marketing agresivo"

¿No se dan cuenta de que con ese márqueting muchos clientes no van a querer estar nunca con ellos?

¿Acaso funciona ese márqueting agresivo?

Hasta pronto.

Anónimo dijo...

Es cierto cuanto afirmas. Pero, para mi, surge la duda de la eficacia de ese "enfoque de marketing" a la hora de obtener resultados los resultados programados para dichas empresas.Creo, que, la utilización del "sistema de saturación" no da los resultados apetecidos en bastantes casos. Somos cada vez más los que rechazamos las ofertas propuestas sin contemplaciones -la gente aprende-, aunque es posible que continue dando resultado con determinado sector ciudadano, aunque sospecho que, cada vez, va a menos.Confiemos en su fracaso definitivo.

LEG

David (el que dice lo que piensa) dijo...

Esto del tele marketing es un acoso en toda regla. A mi me han llamado, durante meses, a la hora de la siesta y por la noche, antes de irte a la cama. Incluso me han llamado de la compañía telefonica de la que soy cliente, les dices que ya eres cliente, pero aun con esas te intentan colocar alguna mierda.

No obstante, hay un mecanismo, que a mi me funciono, para que dejen de darte la brasa telefonica. Meteros en la página www.listarobinson.es y seguir las instrucciones, a me funciono.

Saludos

Winston dijo...

Hola Oso.

Una vez más un magnífico artículo, lo suscribo en su totalidad pero en concreto el párrafo en el que dices:

Tenemos una sociedad llena de prohibiciones y reglas para las personas, un bosque de normativas cada vez más espeso que denota una auténtica obsesión, que llamaría enfermiza, por regular todo y organizar nuestra vida. Pero en cambio la libertad económica es sagrada y las razones de la economía pasan por encima de cualquier otra consideración. Las personas están cada vez más controladas, pero las empresas sí que tienen libertad para molestarlas en su casa a cualquier hora con impertinentes campañas comerciales.

Me parece excepcional.

Un saludo

Anónimo dijo...

"Quizás nos hemos acostumbrado ya tanto a esto que a la mayor parte de la gente le parece normal y aceptable. A mí no."


ohhh no solo lo aceptas y te parece normal sino que lo defiendes y lo recomiendas, no aceptas llamadas telefonicas (porque no te respetan, no respetan tus limites verdad?), pero aceptas los azotes de tus padres y la arrogancia, tal y como hablas de las mujeres, muy posiblemente de una madre que te sometio y te anulo por completo, hasta el punto en que, no solo te traicionas a ti mismo convenciendote de que esta bien que golpeen y sometan, sino de pretender que golpe y violencia puedan ir separados solo porque lo dicen tus juicios a cerca de lo bueno y lo malo, como si estuvieras en condiciones de definir lo que otros pueden necesitar, lo que los ninos necesitan o lo que una madre deberia o no deberia hacer.


te atreves a llamar profunda falta de respeto al marketing telefonico? en REALIDAD, el marketing telefonico es una llamada por telefono, no invade ni la mitad de lo que invade un golpe que es lo que en realidad te esta jodiendo el alma, tu eres adulto y puedes apagar el telefono incluso venir a vomitar estupideces a un blog, y a quejarte, que digo quejarte a lloriquear como el nene que todavia eres "ya no tengo ganas ni de hablar para decir que me dejen en paz" ohhh la boca muy grande para hablar del dolor ajeno pero cuando te sientes sometido ante un simple telefono de plastico no puede mas que moquear y ver enemigos, conspiraciones y prhibiciones...

un nino no puede hacer eso, ni defenderse porque esta delante de las unicas autoridades en su vida, sus padres...


por cierto es solo una compania telefonica con un departamento de marketing y un telefono de plastico no el campo de batalla que llevas impreso en tu mente, tu que pretendes mirarlo todo desde arriba, levanta pues la cabeza y miralo otra vez, es un telefono y no el cinturon de tu madre, es un sistema economico que por mas que te rasgues las vestiduras tu y tu enooorme ego seguira engordando hasta que decidas lo contrario, TU y nadie mas TU ;)

Max Romano dijo...

Sobre la eficacia de estas campañas, sólo quienes las hacen conocen de verdad sus resultados, pero, aunque paguen una miseria a los operadores, suponen siempre un coste y creo que no las harían si no les salieran las cuentas.

Sobre el último comentario de la Anónima (pues es tal) que mezcla el tema del artículo con los castigos físicos a los niños, es la continuación del comentario de la misma Anónima en la entrada "Un cachete a tiempo".

La respuesta está en esa entrada y aquí sólo comentaré que si alguien pretende decir lo que es bueno para todos son las madres como ella, imponiendo sus ideas equivocadas sobre la educación, o más bien sus emociones, no sólo a su familia sino a todo el mundos, impidiendo a golpe de ley que alguien eduque a sus hijos de una manera que a ellas no les agrada.

La reacción visceral de esta señora indica sólo que este blog continúa en la dirección correcta. Esta gente está demasiado acostumbrada a que nadie les lleve la contraria.

Hasta el punto de que necesitan como ella "explicar" la oposición a sus "verdades" con psicología barata e inventándose improbables películas familiares. Muy propio de los progres: quien se opone a su visión del mundo, si no es por intereses materiales, o está loco o trastornado de alguna manera...

Los malos maestros, Freud, Reich, Fromm, Marcuse hicieron bien su trabajo: que la oposición a su concepción del mundo entre en el campo de la patología.