Hoy voy a hablar del Kosovo, del destino de los serbios en esta (ex)provincia de Serbia y de la formidable campaña de desinformación y propaganda utilizada para vender a la opinión pública la guerra de agresión de la OTAN contra Serbia del 1999, llevada a cabo para arrebatarle el Kosovo y convertirlo en un protectorado USA. No es aparentemente algo que nos toque de cerca pero creo que podemos hacer varias reflexiones interesantes sobre el tema.
Durante los años 90, cuando Yugoslavia de deshizo en medio de guerras feroces, Estados Unidos y sus aliados de la OTAN tomaron partido contra Serbia y a favor de sus adversarios croatas, eslovenos y musulmanes de Bosnia. Una vez decidido quiénes eran los malos de la película, se procedió a presentar a los serbios como la misma encarnación del mal, negando cualquier legitimidad a sus reivindicaciones, cubriéndoles de fango y culpándoles a ellos únicamente de una infinidad de atrocidades como matanzas, limpieza étnica y violaciones sistemáticas en gran escala.
Esos crímenes en mayor o menor medida fueron cometidos por todos los contendientes; fue una guerra feroz y aspérrima como toda guerra civil, exacerbada por el increíble puzzle étnico de serbios, croatas y musulmanes en esas tierras, y también por una larga tradición de violencia política en los Balcanes. Pero como se había decidido que los malos eran los serbios, los medios emprendieron una campaña sistemática de desinformación, exagerando sus atrocidades (reales) e inventándose otras en un clásico ejemplo de propaganda de guerra, mientras se silenciaban las perpetradas por sus adversarios. La toma de posición fue transparente aunque disfrazada hipócritamente con una avalancha de retórica humanitaria. Europa y Estados Unidos reconocieron el derecho de eslovenos, croatas y bosnios a separarse de Yugoslavia, pero no reconocieron el derecho de los serbios que vivían en Croacia y Bosnia a separarse de esas repúblicas y reunirse con su patria. Las limpiezas étnicas y las matanzas cometidas por los serbios provocaban horror y repulsa generalizada, en aquellos que se indignan cuando se lo manda la televisión, pero las víctimas serbias de idénticas atrocidades no existían para los medios. Se creó un tribunal farsa en La Haya para castigar a los malos que sigue funcionando porque todavía hay malos en circulación.
Pasaron las guerras y se impuso la Pax Americana en los acuerdos de Dayton, pero el malo malísimo, el nacionalista serbio Milosevic, seguía en el poder. La OTAN había actuado militarmente contra los serbios de Bosnia y ayudado militarmente a croatas y musulmanes, pero aún no había atacado directamente a Serbia. Sin embargo, llegado el 1999 Rusia (tradicional aliada de Serbia) atravesaba su momento de máxima debilidad, los Estados Unidos le seguían teniendo ganas a los serbios y vieron la oportunidad de arrebatarle la provincia del Kosovo, explotando el conflicto étnico entre éstos y los albaneses que constituían la mayoría de la población. De modo que empezaron a apoyar la guerrilla separatista albanesa del UCK, organización ligada estrechamente a bandas mafiosas dedicadas a sus típicos quehaceres: tráfico de drogas, armas, personas y órganos.
La provincia del Kosovo tiene un significado simbólico, histórico y religioso muy profundo para el pueblo serbio, algo así como Asturias y Covadonga para España. Estaba habitada en mayoría por serbios unas décadas atrás pero la llegada masiva de albaneses musulmanes y su superior demografía convirtieron a los serbios en una minoría en su propia tierra.
Tornando a la política de Estados Unidos, éstos tenían al UCK en la lista de organizaciones terroristas hasta que decidieron que había que quitarle el Kosovo a Serbia: en ese momento pasaron a ser los buenos, ya no eran terroristas sino luchadores por la libertad y contra los opresores serbios, se les proporcionaron armas y recursos para que pudieran desafiar militarmente al gobierno central de Belgrado. El UCK intensificó su campaña terrorista (preferentemente atacaban a civiles) y el Kosovo se incendió en una sublevación general de los albaneses. Belgrado envió a sus Fuerzas Armadas para sofocar la guerrilla separatista y restablecer el orden, como hubiera hecho cualquier gobierno.
En ese momento la maquinaria de la propaganda y la desinformación cayó de nuevo sobre la nación serbia. Fueron fabricadas por los medios atrocidades y crímenes, genocidios, deportaciones, limpieza étnica, matanzas y fosas comunes. Todo ello para justificar una guerra de agresión que fue llevada a cabo en el verano de 1999 y en la que Serbia naturalmente debió al final ceder ante la superioridad material y tecnológica de la OTAN. Le fue arrebatado el Kosovo, que era el verdadero objetivo de la agresión mientras nos lavaron el cerebro con un montón de basura sobre la guerra humanitaria. Fue también preparado el terreno para el derrocamiento de Milosevic, tras haber destruido gran parte de la infraestructura de Serbia para que los futuros gobernantes estuvieran obligados a mendigar ayuda económica, cuyo precio sería aceptar todas las imposiciones americanas y de la Unión Europea, la cesión de su soberanía y libertad.
Kosovo se proclamó independiente unos años después mientras los criminales del UCK perpetraban una limpieza étnica real y no inventada contra los serbios y todas las otras minorías, en práctica expulsando a todos los no albaneses que pudieron; fueron destruidos sistemáticamente la mayor parte de los tesoros culturales, monumentos y testimonios de la historia serbia. Todo ello fue vergonzosamente silenciado por esas auténticas maquinarias de la mentira que son los medios de comunicación.
Actualmente Kosovo es un insulto y una humillación a Europa, un protectorado mafioso de los Estados Unidos en nuestro continente. Es el centro del tráfico de drogas, de órganos y de trata de blancas en el continente europeo, un auténtico puerto franco. Todo ello con la aprobación y la colaboración de los Estados Unidos, que así tienen un territorio que pueden controlar a sus anchas sin que exista un verdadero Estado. Allí mantienen la base militar más grande que poseen en nuestro continente, Camp Bondsteel. Este protectorado está gobernado por los mismos delincuentes que fueron armados y apoyados por EEUU contra Serbia. Para hacernos una idea de la clase de criminales que son valga esta reciente noticia que me ha dado ocasión para recordar el tema:
Naturalmente esto no pilla por sorpresa a cualquier persona que haya seguido el tema: hablo de quienes desean conocer la verdad, no de los buenos ciudadanos que viven satisfechos con la verdad oficial y se indignan sólo cuando se lo manda el telediario. No es algo que se descubra ahora, la sabían todos desde hace años, pero como los del UCK eran los buenos todos nuestros políticos y los profesionales de la información se callaron como putas porque había que vender la moto de la guerra humanitaria.
Para esto ha servido la guerra humanitaria: para entregar el Kosovo a una banda de criminales, traficantes de droga y de órganos, que utilizaban los prisioneros serbios como ganado para el mercado de los transplantes. Como en un restaurante a la carta: cuando se recibe un pedido, se liquida de un tiro en la nuca al prisionero que hasta entonces se ha mantenido con vida y se le extraen los órganos. No es una película de terror aunque lo parezca: es la vergüenza de una Europa sin soberanía ni dignidad, de unas clases dirigentes europeas traidoras y vendidas, que permiten y apoyan un narcoestado criminal y mafioso en el corazón de Europa porque su amo así se lo ordena.
¿Conclusiones tras todas estas consideraciones? Para mí las siguientes:
1. La inmigración no es neutral ni inofensiva. Hay inmigración asimilable y no asimilable. El destino de los serbios del Kosovo nos enseña que en pocos decenios un pueblo puede ser reducido a una minoría y expulsado de su propia tierra.
2. La democracia se diferencia de los regímenes autoritarios en que el ciudadano de un régimen autoritario ve propaganda y en general lo sabe, mientras que el ciudadano de un régimen democrático ve propaganda y no lo sabe.
3. Europa está sometida al continuo control e injerencia americana, carece de soberanía y sus clases dirigentes trabajan contra el interés de sus mismos pueblos, al servicio de lobbies angloamericanas y poderes extraeuropeos. Los Estados Unidos no tratan a los europeos (excepto a los ingleses) como iguales ni como aliados, sino como vasallos. Utilizan a los soldados europeos como mercenarios para aventuras militares que favorecen exclusivamente sus intereses, espían a sus así llamados aliados con el sistema Echelon que usan también para ayudar a las empresas americanas perjudicando a las europeas, se permiten dictar a las naciones de Europa su política exterior, con quién se pueden hacer negocios y con quién no. La última humillación e insulto a Europa es la creación del protectorado del Kosovo, un Estado inexistente gobernado por bandas criminales que gozan de la protección norteamericana y por tanto son intocables.
Saludos del Oso
11 comentarios:
El conflicto entre serbios y bosnios demuestra que la multiculturalidad es algo imposible y dañino. Culturas diferentes no pueden convivir juntas.
Kosovo sigue siendo territorio serbio. Imaginemos que un día Almería o Murcia se convierten en un país islámico independiente solo por que la inmigración ha hecho que la mayoría de esa población se considere diferente respecto de la original. ¿Acaso Murcia o Almería habrían renunciado a su historia por eso?.
La multiculturalidad sólo es posible cuando un poder central fuerte impone el orden, como en Yugoslavia que se mantuvo junta gracias al puño de hierro de Tito. Uno de los grupos (los serbios) era el dominante y tenía la fuerza de mantener unido el país.
La convivencia de culturas puede ser viable sólo cuando una de ellas es la dominante y decide que puede tolerar a las demás, minoritarias, que deben aceptar esta situación. debe estar claro quién manda y quién obedece.
Difícilmente Kosovo volverá a Serbia, a menos que Rusia vuelva a ser dominante en Europa oriental y la OTAN se colapse. Todo es posible y la Historia se hace a base de conflictos...el caso hipotético que imaginas es más que posible en una o dos generaciones, si los musulmanes se vuelven mayoría y España no tiene la fuerza militar para defender su unidad. Y vamos exactamente por ese camino. Menuda papeleta les vamos a dejar a nuestros hijos y nietos.
La multiculturalidad sólo es posible cuando un poder central fuerte impone el orden, como en Yugoslavia que se mantuvo junta gracias al puño de hierro de Tito. Uno de los grupos (los serbios) era el dominante y tenía la fuerza de mantener unido el país.
Exacto, pero también hemos de tener en cuenta que la multiculturalidad no hay que practicarla. Aunque es cierto que en el caso de Yugoslavia era inevitable. Tito es un personaje que espero que la historia algún día reconozca como se merece.
La convivencia de culturas puede ser viable sólo cuando una de ellas es la dominante y decide que puede tolerar a las demás, minoritarias, que deben aceptar esta situación. Debe estar claro quién manda y quién obedece.
Efectivamente, hay que dejar bien claro quién es el amo.
Difícilmente Kosovo volverá a Serbia, a menos que Rusia vuelva a ser dominante en Europa oriental y la OTAN se colapse.
O que Europa se vuelva a hacer respetable y haga añicos la OTAN y deje de ser el pelee y vasallo que es de USA.
Menuda papeleta les vamos a dejar a nuestros hijos y nietos.
Espero que sepan resolverla.
Por lo demás, Oso, un excelente artículo. En Europa tenemos un estado islámico y mafioso. Está claro quién maneja la OTAN y quiénes son los amigos de USA. EEUU es nuestra enemiga, es de todo menos aliada. Lástima que en USA tengamos toda una buena masa de hombre blanco, aunque no es al pueblo americano a quién debemos poner en el punto de mira, pero por ello no debemos achantarnos ante nuestro enemigo, aunque sea de sangre eurodescendiente, y plantarle cara ya.
Lo que ha pasado en Kosovo pasó en Palestina con la conquista-invasión israelí. Lo que ha pasado en Kosovo y en Palestina es lo que pasará en España si no espabilamos.
¿Pero, alguién puede pensar que tal como están constituidas las fuerzas armadas de nuestro país,-integradas por una trulla de inmigrantes, inútiles y buscavidas- podrían defendernos de una amenaza islámica?.
Mientras no se transformen nuestras FFAA, y volvamos al servicio militar obligatorio, que es donde se formaría el Espíritu Patriótico -ya casi olvidado en las generaciones más jóvenes-, no hay nada que hacer.
Es bochornoso ver un Ministerio de Defensa en manos de una feminista inepta. Dudo mucho que ni siquiera sepa por donde se coge una escopeta.
Anónimo tiene razón. Hay que reformas las FF.AA.
Un artículo muy interesante. Antes de leerlo ya tenía una opinión claramente negativa acerca de lo que se ha hecho con Serbia, especialmente en Kosovo, pero lo cierto es que lo del tráfico de órganos, por increíble que parezca, no lo había oído. Te agradezco que hayas puesto al alcance de todos esta información.
No deja de resultar curioso el silencio de la izquierda comparándolo con el ruido que hacen en otros casos como el saharaui o el palestino. Una vez más se confirma que al menos en la izquierda española el destino de cualquier pueblo que sea blanco y europeo le trae sin cuidado.
Un saludo y enhorabuena por el artículo.
En efecto el estado de nuestras Fuerzas Armadas es preocupante, y creo también que responde a un proyecto deliberado. Desvirtuar, debilitar y sustancialmente destruir las Fuerzas Armadas has sido siempre una prioridad para la izquierda cada vez que ha tenido el poder en España.
Es un mundo que odian profundamente, y lo confirma el nombramiento de una feminista inepta y antiespañola como ministra de defensa. Es de manera evidente una humillación y un insulto más a las FFAA.
Excelente reflexión en este mundo actual dominado por bombardeos diarios de "mala información" y tergiversaciones.
Buen artículo de denuncia. La llamada "comunidad internacional", que no es sino el nombre que reciben los actores que interpretan el papel de gobernantes en el concierto de naciones, obedeciendo a sus amos mundialistas, siempre entre bambalinas, atribuyen enseguida los papeles de malo y bueno. Los chicos de la prensa hacen el trabajito más farrogoso.
Hoy tenemos un territorio, Kosovo, que en conjunto es una macrobase de la OTAN en territorio europeo y al servicio, lógicamente, del imperialismo estadounidense. En aquellas guerras los gobiernos europeos se retrataron como lo que realmente son (gobiernos ZOG) y las masas mostraron, una vez más, su inmensa capacidad de aborregamiento.
El comentario tiene una verdad, muy clara, que todo lo que ha pasado en Kosovo, va a suceder en España, pero sin la guerra: Lo que ya reclamaban los musulmanes hace años el Andalus, en este caso sin guerra, procreación y con ayudas de nuestros impuestos, y todo eto tenemos que dar las gracias a estos progres de gobiernos que han pasado y, pasaran por España. porque ellos ya estan intentando formalizar un partido legal y, "democratico" (para ellos claro está ) en espam ña ya hay un millon y medio de musulmanes que pueden votar, en conclusión: serian la tercera fuerza en el país, par que nos entendamos, un punto de apoyo para algun partido con ansias de poder a cualquier precio o, con carta blanca, cómo pasó en Francia con la socialista. Ojo al dato..!
El paralelismo entre el pueblo serbio y el español es chocante. La batalla de los mirlos, en pleno Kosovo, supone una leyenda para el pueblo serbio, que logró imponerse ante las tropas otomanas del sultán Murad. Se considera el germen de la nación serbia. Nosotros tenemos el reino de Asturias como último reducto cristiano en Al-Andalus, y cuya lenta expansión logró finalmente, tras siete siglos, expulsar al islam de hispania. La cita de Asturias está muy bien traída, y muestra muy claramente la tropelía cometida por la OTAN al arrancar esa parte de Serbia, su germen, y entregarlo al islam.
Lamentable que la gran mayoría de la gente permanezca ignorante sobre este criminal acontecimiento. Los mass-media juegan su papel idiotizante y logran convertir lo que es criminal en algo bueno y justo. Las mentiras repetidas mil veces se convierten en verdad. Es reconfortante encontrar estas páginas donde se mira con otro cristal, apartado de la fétida zahúrda en la que nos hemos convertido.
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