Aunque ya me he ocupado del tema de la violencia de género en otras entradas, y ahora lo hago con retraso respecto a varios blogs que han comentado la noticia, creo que el Oso debe decir algo sobre el caso del hombre que ha pasado once meses en prisión por culpa de las denuncias falsas de maltrato de su ex-mujer. No solamente ha pasado por la cárcel como un criminal sino que ha perdido la actividad comercial que tenía. En resumen, al hombre le han jodido la vida a base de bien y le costará trabajo volver a levantarse. La noticia por ejemplo está aquí:
http://www.elmundo.es/elmundo/2009/05/31/andalucia_sevilla/1243764411.html
¿Qué decir? En primer lugar lo que me parece evidente: que esto no es ni mucho menos un caso aislado sino simplemente el caso de un hombre que ha conseguido demostrar su inocencia, a diferencia de muchos otros que no han sido tan hábiles o afortunados. Es un principio elemental de justicia que sea el acusador quien deba demostrar la culpabilidad del acusado, pero para los hombres este principio no vale en la era de tiranía feminista que nos ha tocado vivir. Para quien ha escrito la Ley de Violencia de Género el hombre es culpable hasta que no se demuestre lo contrario.
Podemos expresarlo así: si en general las garantías jurídicas de lo que llamamos Estado de Derecho se basan en el principio de que es mejor un culpable libre que un inocente en la cárcel, para las feministas son mejor cien hombres inocentes en la cárcel que un culpable libre. Naturalmente cuando se trata de mujeres la proporción se invierte: mejor cien mujeres culpables libres que una inocente en la cárcel. Aunque ellas en definitiva lo que de verdad quieren -su sueño húmedo- es que ninguna mujer sea castigada y que todos los hombres lo sean. Esto y no otra cosa es el feminismo. En la práctica la legislación y la justicia feministas ponen al hombre totalmente en manos de la mujer. Si uno tiene mala suerte, está a la merced de una hija de puta o una chalada que puede arruinarle la vida con la colaboración de la "Justicia".
Volviendo al caso concreto que nos ocupa: heridas que la mujer se produjo sola, pruebas de que el hombre se encontraba en otros lugares cuando se produjeron las supuestas agresiones...pero todo ello por lo visto no ha impedido a nuestra "Justicia" enviarle a prisión y arruinarle su vida. Cabe preguntarse por qué a quien le envió a la cárcel en primer lugar se le permite seguir administrando "Justicia".
La Ley de Violencia de Género es basura, un puro destilado de odio feminista hacia el hombre que fomenta las denuncias falsas. Si en este caso la cosa ha salido a al luz porque, repito, el hombre ha conseguido demostrar su inocencia, ¿Cuántos inocentes habrá en prisión porque no han conseguido demostrar que son inocentes, víctimas de la infame ley pensada para perseguir al hombre? Nadie lo sabe pero está claro que son miles y miles...es un deber luchar contra estas leyes y contra esta tiranía feminista en que vivimos, contra las perturbadas mentales y contra los borregos y mentecatos que ven muy normal todo lo que está pasando.
No ha perdido ocasión para intervenir -cómo no- el nefasto delegado del gobierno para la violencia de género, Miguel Lorente Acosta, del que nos hemos tenido que ocupar varias veces en este blog, cada vez haciendo esfuerzos sobrehumanos para reprimir las arcadas -esta vez especialmente intensas- que nos producen sus palabras. He aquí lo que dice:
http://www.elmundo.es/elmundo/2009/06/01/espana/1243865294.htmlhttp://www.elmundo.es/elmundo/2009/05/31/andalucia_sevilla/1243764411.html
¿Qué decir? En primer lugar lo que me parece evidente: que esto no es ni mucho menos un caso aislado sino simplemente el caso de un hombre que ha conseguido demostrar su inocencia, a diferencia de muchos otros que no han sido tan hábiles o afortunados. Es un principio elemental de justicia que sea el acusador quien deba demostrar la culpabilidad del acusado, pero para los hombres este principio no vale en la era de tiranía feminista que nos ha tocado vivir. Para quien ha escrito la Ley de Violencia de Género el hombre es culpable hasta que no se demuestre lo contrario.
Podemos expresarlo así: si en general las garantías jurídicas de lo que llamamos Estado de Derecho se basan en el principio de que es mejor un culpable libre que un inocente en la cárcel, para las feministas son mejor cien hombres inocentes en la cárcel que un culpable libre. Naturalmente cuando se trata de mujeres la proporción se invierte: mejor cien mujeres culpables libres que una inocente en la cárcel. Aunque ellas en definitiva lo que de verdad quieren -su sueño húmedo- es que ninguna mujer sea castigada y que todos los hombres lo sean. Esto y no otra cosa es el feminismo. En la práctica la legislación y la justicia feministas ponen al hombre totalmente en manos de la mujer. Si uno tiene mala suerte, está a la merced de una hija de puta o una chalada que puede arruinarle la vida con la colaboración de la "Justicia".
Volviendo al caso concreto que nos ocupa: heridas que la mujer se produjo sola, pruebas de que el hombre se encontraba en otros lugares cuando se produjeron las supuestas agresiones...pero todo ello por lo visto no ha impedido a nuestra "Justicia" enviarle a prisión y arruinarle su vida. Cabe preguntarse por qué a quien le envió a la cárcel en primer lugar se le permite seguir administrando "Justicia".
La Ley de Violencia de Género es basura, un puro destilado de odio feminista hacia el hombre que fomenta las denuncias falsas. Si en este caso la cosa ha salido a al luz porque, repito, el hombre ha conseguido demostrar su inocencia, ¿Cuántos inocentes habrá en prisión porque no han conseguido demostrar que son inocentes, víctimas de la infame ley pensada para perseguir al hombre? Nadie lo sabe pero está claro que son miles y miles...es un deber luchar contra estas leyes y contra esta tiranía feminista en que vivimos, contra las perturbadas mentales y contra los borregos y mentecatos que ven muy normal todo lo que está pasando.
No ha perdido ocasión para intervenir -cómo no- el nefasto delegado del gobierno para la violencia de género, Miguel Lorente Acosta, del que nos hemos tenido que ocupar varias veces en este blog, cada vez haciendo esfuerzos sobrehumanos para reprimir las arcadas -esta vez especialmente intensas- que nos producen sus palabras. He aquí lo que dice:
Sin comentarios porque ya me repugna ocuparme de este individuo. Sólo un enlace para quien quiera comprender mejor quién es el personaje en cuestión y en general la gente que nos gobierna:
http://blogs.hoy.es/masculino-en-positivo/2009/5/5/-femilistas-toda-verdad-sobre-miguel-lorente-acosta-
Sólo cabe esperar que el señor Lorente Acosta sea un día víctima de su propia medicina; que por una denuncia falsa o por un roce insignificante con su mujer acabe en la cárcel por culpa de la ley que tanto defiende.
Volviendo al hombre injustamente encarcelado, espero que tenga la fuerza para llevar adelante su batalla contra este sistema aberrante, que transforme su amargura en voluntad de luchar. Habría que meter en la cárcel no solo a las mujeres que denuncian en falso, sino a las abogadas feministas que las asesoran, a los jueces (o sobre todo juezas) que meten en prisión a un inocente sin pruebas y le arruinan su vida solo porque es hombre. Esta gente debe pagar por lo que ha hecho, por lo que está haciendo.
Pero entre líneas también se puede adivinar también el miedo que tienen a que se empiece a comprender la verdad, a levantarse el velo de los ojos y ver la realidad, a rebelarse contra los monstruos que han creado, contra la infamia y la injusticia que esparcen a manos llenas. Que empiece a despreciarles a todos ustedes, su gobierno, sus leyes, sus asquerosos telediarios manipulados y su "Justicia".
Esta es nuestra lucha. Si una sola persona lee esta entrada y ello le ayuda a abrir los ojos, daré por bien empleado el tiempo que he dedicado a escribirla.
Saludos del Oso.
http://blogs.hoy.es/masculino-en-positivo/2009/5/5/-femilistas-toda-verdad-sobre-miguel-lorente-acosta-
Sólo cabe esperar que el señor Lorente Acosta sea un día víctima de su propia medicina; que por una denuncia falsa o por un roce insignificante con su mujer acabe en la cárcel por culpa de la ley que tanto defiende.
Volviendo al hombre injustamente encarcelado, espero que tenga la fuerza para llevar adelante su batalla contra este sistema aberrante, que transforme su amargura en voluntad de luchar. Habría que meter en la cárcel no solo a las mujeres que denuncian en falso, sino a las abogadas feministas que las asesoran, a los jueces (o sobre todo juezas) que meten en prisión a un inocente sin pruebas y le arruinan su vida solo porque es hombre. Esta gente debe pagar por lo que ha hecho, por lo que está haciendo.
Pero entre líneas también se puede adivinar también el miedo que tienen a que se empiece a comprender la verdad, a levantarse el velo de los ojos y ver la realidad, a rebelarse contra los monstruos que han creado, contra la infamia y la injusticia que esparcen a manos llenas. Que empiece a despreciarles a todos ustedes, su gobierno, sus leyes, sus asquerosos telediarios manipulados y su "Justicia".
Esta es nuestra lucha. Si una sola persona lee esta entrada y ello le ayuda a abrir los ojos, daré por bien empleado el tiempo que he dedicado a escribirla.
Saludos del Oso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario