Hoy me ocuparé de la reciente sentencia del Tribunal Supremo que niega el derecho a la objeción de conciencia por parte de las familias contra la asignatura de "Educación para la Ciudadanía". Con lo cual los padres no podrán impedir que sus hijos reciban el adoctrinamiento que el gobierno de este país ha decidido impartirles. La noticia se puede encontrar en cualquier medio, por ejemplo en este enlace
http://www.elmundo.es/elmundo/2009/01/28/espana/1233149624.html
Aunque probablemente sea superfluo decirlo, quien escribe considera los contenidos de esta asignatura como pura propaganda ideológica, y se opone totalmente la imposición de este catechismo progre disfrazado de educación. Para un padre que tome en serio su deber, el que gobierno y magistratura obliguen a aceptar este indoctrinamiento en las mentes de sus hijos, significa simplemente que magistratura y gobierno son enemigos de su libertad y de su familia. Y por supuesto así se lo enseñará a sus hijos; en una sociedad gobernada por tarados mentales enseñar la libertad interior significa oponerse a ellos, negarles cualquier respeto y legitimidad. Naturalmente tienen poder coercitivo que se debe temer, pero hay una enorme distancia entre temer y respetar.
Para tener una idea del contenido de los libros de EPC señalo el blog "Zapaterías Rimadas"
http://zapaterias.blogspot.com/2009/01/no-se-objeta-la-ensenanza-sino-al.html
Poco hay que añadir a lo comentado en este blog...es díficil concebir una mezcla tan lamentable de vulgares tópicos de la progresía, burda propaganda anticlerical (shace falta una mente zafia para concebir la viñeta de la monja capitalista), groseras falsificaciones históricas, propaganda feminista...es impresionante el nivel de abyección que han conseguido alcanzar; resulta hasta grotesco.
Hay que ser bruto para decir que la revolución bolchevique llevó a un renacimiento de la democracia griega...y hay que ser un hijo de puta -o más probablemente una víbora feminista- para enseñar a nuestros hijos que la sociedad progresa siendo injustos con los hombres maduros. ¿Les vamos mandar al colegio para que aprendan esto? ¿Que los hombres maduros -sus padres- son los responsables de los males sociales y de las injusticias contra las que el progreso debe luchar?
¿Se debe enseñar a los propios hijos que es normal que un niño tenga dos "madres" lesbianas? ¿O dos "padres" maricones? ¿Se debe aceptar que en el colegio se incite a la homosexualidad? Una puta mierda.
Sigamos con principios elementales negados por la ideología que se quiere imponer desde la más tierna edad. Por ejemplo que hombres y mujeres son distintos no sólo en el área genital sino hasta la última fibra de su ser, por mucho que el cacareo igualitario repita lo contrario hasta la náusea; que la normalidad y la salud están en la diferencia y atracción entre masculino y femenino. Que las desviaciones tienen también su lugar en el comportamiento humano -siempre han existido- pero jamás han de ser confundidas con la normalidad ni puestas al mismo nivel.
Terminando con una nota no sé si de optimismo pero al menos agridulce, en realidad el daño que puede hacer esta asignatura es limitado, porque como resultado de la destrucción del sistema educativo los chavales no aprenden nada en el colegio...en general lo que oyen les entra por un oído y les sale por otro. La pedagogía moderna ha abolido todo aquello que hace realmente aprender a un niño o un adolescente: épica, modelos humanos de referencia -de carne y hueso y también ideales-, que enseñen la ética del esfuerzo y del deber. ¿Y para sostituirlo con qué? con ridículos sermones políticamente correctos que provocan, como todo sermón, una invencible alergia en todo niño o adolescente bien nacido -y también malnacido-. El problema no es tanto la asignatura EPC, es que todo el ambiente educativo y social actual es una gigantesca EPC y -por desgracia- esta sí que penetra, a diferencia de los sermones, en la cabeza de nuestros hijos.
Leyendo la parrafada anterior no me parece para nada una nota de optimismo...más bien lo contrario pues se puede resumir diciendo que, como resultado de las ideas que dominan hoy la educación, la escuela moderna no sólo no enseña, sino que ha formado una generación de asnos incapaces de aprender nada, ni siquiera la propia propaganda que se pretende inculcarles.
Para tener una idea del contenido de los libros de EPC señalo el blog "Zapaterías Rimadas"
http://zapaterias.blogspot.com/2009/01/no-se-objeta-la-ensenanza-sino-al.html
Poco hay que añadir a lo comentado en este blog...es díficil concebir una mezcla tan lamentable de vulgares tópicos de la progresía, burda propaganda anticlerical (shace falta una mente zafia para concebir la viñeta de la monja capitalista), groseras falsificaciones históricas, propaganda feminista...es impresionante el nivel de abyección que han conseguido alcanzar; resulta hasta grotesco.
Hay que ser bruto para decir que la revolución bolchevique llevó a un renacimiento de la democracia griega...y hay que ser un hijo de puta -o más probablemente una víbora feminista- para enseñar a nuestros hijos que la sociedad progresa siendo injustos con los hombres maduros. ¿Les vamos mandar al colegio para que aprendan esto? ¿Que los hombres maduros -sus padres- son los responsables de los males sociales y de las injusticias contra las que el progreso debe luchar?
¿Se debe enseñar a los propios hijos que es normal que un niño tenga dos "madres" lesbianas? ¿O dos "padres" maricones? ¿Se debe aceptar que en el colegio se incite a la homosexualidad? Una puta mierda.
Sigamos con principios elementales negados por la ideología que se quiere imponer desde la más tierna edad. Por ejemplo que hombres y mujeres son distintos no sólo en el área genital sino hasta la última fibra de su ser, por mucho que el cacareo igualitario repita lo contrario hasta la náusea; que la normalidad y la salud están en la diferencia y atracción entre masculino y femenino. Que las desviaciones tienen también su lugar en el comportamiento humano -siempre han existido- pero jamás han de ser confundidas con la normalidad ni puestas al mismo nivel.
Terminando con una nota no sé si de optimismo pero al menos agridulce, en realidad el daño que puede hacer esta asignatura es limitado, porque como resultado de la destrucción del sistema educativo los chavales no aprenden nada en el colegio...en general lo que oyen les entra por un oído y les sale por otro. La pedagogía moderna ha abolido todo aquello que hace realmente aprender a un niño o un adolescente: épica, modelos humanos de referencia -de carne y hueso y también ideales-, que enseñen la ética del esfuerzo y del deber. ¿Y para sostituirlo con qué? con ridículos sermones políticamente correctos que provocan, como todo sermón, una invencible alergia en todo niño o adolescente bien nacido -y también malnacido-. El problema no es tanto la asignatura EPC, es que todo el ambiente educativo y social actual es una gigantesca EPC y -por desgracia- esta sí que penetra, a diferencia de los sermones, en la cabeza de nuestros hijos.
Leyendo la parrafada anterior no me parece para nada una nota de optimismo...más bien lo contrario pues se puede resumir diciendo que, como resultado de las ideas que dominan hoy la educación, la escuela moderna no sólo no enseña, sino que ha formado una generación de asnos incapaces de aprender nada, ni siquiera la propia propaganda que se pretende inculcarles.
Es la amarga paradoja del educador progresista: destruyendo los pilares de la educación tradicional, a la que él mismo debe su cultura y sus instrumentos de pensamiento, lo que ha conseguido formar no son personas iluminadas y cultas como esperaba, sino espectadores del Gran Hermano, gente cuya máxima aspiración en la vida es vivir sin trabajar y tener derecho a fumarse porros, cuyo lenguaje está apenas un peldaño por encima del lenguaje de los monos (quien considere exagerada esta última afirmación que se dé un paseo por foros y chat en internet). Los chavales que escapan a este destino lo deben a su ambiente familiar y al esfuerzo de sus padres o de profesores que a pesar de todo intentan educar; no desde luego a la escuela de hoy en día.
Que se joda el educador progresista y que continúe buscando explicaciones falsas para su fracaso, engañándose a sí mismo para no ver la realidad, ayudado por su enjambre de psicólogos, sociólogos y gilipollólogos. Y que siga intentando educar con sermones pensando que van a surtir algún efecto.
Como dicen en Asturias: vive de ilusiones el tonto de los cojones
Por mi parte intentaré cumplir lo mejor que sepa la tarea -hoy casi heroica- de ser padre. Y para los que sean padres como yo, animarles a que sigan luchando contra quien quiere lavar el cerebro a nuestros hijos.
Porque "donde hay una voluntad, hay una vía" (Guillermo de Orange)
Que se joda el educador progresista y que continúe buscando explicaciones falsas para su fracaso, engañándose a sí mismo para no ver la realidad, ayudado por su enjambre de psicólogos, sociólogos y gilipollólogos. Y que siga intentando educar con sermones pensando que van a surtir algún efecto.
Como dicen en Asturias: vive de ilusiones el tonto de los cojones
Por mi parte intentaré cumplir lo mejor que sepa la tarea -hoy casi heroica- de ser padre. Y para los que sean padres como yo, animarles a que sigan luchando contra quien quiere lavar el cerebro a nuestros hijos.
Porque "donde hay una voluntad, hay una vía" (Guillermo de Orange)
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