viernes, 6 de julio de 2018

EL ODIO CONTRA EL VALLE DE LOS CAÍDOS: LAS SANCHOPEDRADAS, LOS MEMOHISTÓRICOS Y SU MISERIA


Artículo publicado en El Correo de Madrid el 1 de julio de 2018


Dudo que esa nulidad completa que ejerce de presidente se haga fotos con el cadáver profanado y desenterrado de su enemigo, que pretende exhumar del Valle de los Caídos; pero es el digno heredero de quienes sí gustaban de estas prácticas: de esa hez pescada en el fondo de las aguas turbias de la peor España, que durante la Guerra Civil sí se hacía fotos con cadáveres de religiosos profanados cuando ya no tenían a mano ninguno para fusilar. Heredero no diremos espiritual (palabra que verdaderamente le queda muy grande a esta gente) pero sí necromántico.


En efecto esta sanchopedrada de verano es una operación de necromancia política, que se basa en una invocación negativa del cadáver de Francisco Franco. Con mucha prisa además, como si supiese que su tiempo está medido. En efecto, el sujeto en cuestión es consciente de que sus pies se apoyan en el fango de una alianza compuesta de chusma, políticamente hablando; sabe que la chusma no es de fiar y no quiere dejarse escapar la ocasión.


La miseria moral, intelectual e histórica de esta izquierda española no podría ser mayor de lo que es. Esa España estúpida, fanática y malcriada de la que me ocupé en un anterior artículo está dando verdaderamente lo mejor de sí.


No pueden admitir que el régimen de Franco tiene su lugar en la Historia española, con sus luces y sus sombras como los otros períodos de nuestro pasado. No pueden dejar en pie un monumento de gran valor como el Valle de los Caídos, testimonio de una época y de sus ideales; para que cada uno lo frecuente o lo evite o vea en él lo que quiera, pero siempre reconociendo que forma parte de la historia española y que amputar una parte de historia y cancelarla, como pretende la miseria de los memohistóricos, significa empobrecernos a todos.


Que nadie se engañe, en efecto: el objetivo no es sólo eliminar la tumba de Franco (y luego la de Primo de Rivera) sino acabar con este monumento, emulando a los talibanes afganos que dinamitaron los monumentales Budas de piedra de Bamiyan.


Los memohistóricos no quieren de ninguna manera hacer justicia a las víctimas olvidadas, ni mejorar nuestra comprensión de la verdad histórica; menos aún superar la supuesta parcialidad de la historiografía heredada del período franquista (después de más de cuarenta años a qué imbécil le van a venir con ese cuento); tampoco les interesa tratar ese pasado de la manera más objetiva posible, para llegar a un verdadero entendimiento de sus méritos y deméritos.


No quieren nada de lo anterior, porque sería generosidad y esta chusma es sólo capaz de miseria, miseria interior ante todo. Ni se les pasa por la cabeza aceptar un debate objetivo, pesar lo bueno y lo malo, afrontar una correcta contraposición de ideas y puntos de vista: eso es lo último que desean, porque entonces sería transparente la falsificación que intentan operar en la historia, se harían evidentes a todos sus groseras manipulaciones y su sectarismo.


Lo que quieren en cambio (y lo han dejado bien claro) es prohibir libros, censurar medios, apartar de la enseñanza e inhabilitar para cargos públicos, procesar en los tribunales, multar y meter en la cárcel a quien diga algo positivo del régimen de Franco, a quien se atreva a recordar algo del bien que hizo en España. Perseguir no sólo socialmente y políticamente, sino penalmente a los disidentes que discrepen de su propaganda, de esa lectura totalmente sectaria y falsa de la historia que pretenden meternos con calzador. Un proyecto infame, una nueva sanchopedrada digna de esa España, además de estúpida, fanática y malcriada, inmensamente inculta.


Si le tienen tanto  miedo al cadáver de Franco y al Valle de los Caídos, si son incapaces de dejar en paz a las piedras y a los muertos es que, verdaderamente, hay mucha más vida en esas piedras y en esas criptas que en todas sus cabezas huecas, estériles y rencorosas.

MAX ROMANO

1 comentario:

Anónimo dijo...

Estoy en contra de la ley de la memoria historica, creo mas que nada que es un acto infantil y lo veo como puro postureo de rojos vomitivos tipo los del intermedio, que me parecen unos soplapollas hipster gilis. De verdad expreso mi profundo asco por esa gentuza, y recalco que lo más asqueroso de su asco, es su mirada sabia y condescendiente altivez. ME REPUGNA el hígado esa clase de mediocridad condescendiente, ejemplo de autocomplacencia vomitiva y VULGAR, asquerosamente VULGAR.
No obstante vaya huevos los de Franco para hacerse semejante monumento fálico...todo sea dicho de paso
En cuanto al valor artístico del sitio, es nulo la verdad. Avalos nunca representará una parte importante para el arte, y no por estar al servicio del régimen. Era un hombre que trataba de agradar a la burguesía, y esto iba en detrimento de la idea artística en si misma.
ME OPONGO ABSOLUTAMENTE al cinismo e hipocresía de los putos hipster gilis de romper nada absolutamente. Esa cruz de piedra ya forma parte del paisaje de mi sierra, junto a peguerinos, como si de otra montaña se tratase. Romper como bárbaros, estupida e innecesariamente toneladas de granito por una de sus jodidas pataletas de rojo afectado. Cinicos hijos de puta. Tratan de hacer suyas viejas historias de la guerra...vamos hombre manda huevos!!!! Si eran unos putos bebés!!!! Lástima que sus madres no fueran tan progres como ellos para haber abortado alguno de esos elementos.
El Pensador