Hoy voy a ocuparme de una reciente sentencia judicial y de sus implicaciones: hablo de la absolución de una mujer que matò a su marido de una cuchillada. He aquí un par de enlaces:
Ambos artículos, escritos por la misma persona, son indicativos del sectarismo feminista y el doble rasero que utilizan los medios de comunicación al afrontar estos temas: la primera preocupación es absolver a la mujer y justificar lo que ha hecho de todas las maneras posibles; se comienza el reportaje no con la noticia sino con la condición de mujer maltratada de la asesina, y luego se nos da masticada la línea de pensamiento que debemos seguir para sentirnos buenos ciudadanos.
Naturalmente si los roles hubieran estado invertidos, con una mujer que hacía la vida imposible al hombre y éste hubiera reaccionado, no con un homicidio sino con violencia física de mucha menor entidad, podemos dar por descontado que la periodistilla habría escrito un artículo muy distinto, sin admitir ningún tipo de atenuante para el varón y presentando a la mujer como víctima al 100%.
Pero el sectarismo de los medios de comunicación es una cosa y el de la justicia –con minúsculas porque no merece más- otra muy distinta y grave. Como ya sucede con el tema de la violencia doméstica, con el “acoso” sexual, con las separaciones, todos somos iguales ante la ley pero algunas son más iguales que otros. La sentencia en cuestión nos termina de aclarar que también a la hora de enjuiciar un asesinato las mujeres son más iguales que los hombres.
No se trata naturalmente de ponerse del lado de uno u otro sino de aplicar un principio de justicia y la definición de un delito según la ley. Posiblemente la víctima era un violento y efectivamente trataba mal a su mujer: los hijos se han puesto de parte de ella y se han alegrado por la absolución. Asimismo los medios han pintado al hombre asesinado de la manera más negra posible, aunque esto último no signifique nada, pues todos sabemos la clase de basura manipulada que son los medios de “información”, esta auténtica mafia de profesionales del engaño.
Todo ello puede ser verdad; incluso uno podría aprobar a nivel personal y justificar la reacción de esta mujer. Yo aprobaría también, desde un punto de vista purament epersonal, un homicidio en otro tipo de situación: un hombre arruinado y empujado a un callejón sin salida por las denuncias falsas de una hija de puta y por la persecución legal hacia los hombres, imposibilitado de obtener justicia, que le pegue un tiro a la hija de puta, a la abogada feminista y a quien haga falta.
Pero naturalmente para la ley este homicidio debe ser un crimen y ha de ser castigado, porque significa tomarse la justicia por su mano. Yo respetaría profundamente al hombre que cometiese una acción así y después asumiese su responsabilidad sin pretender ser absuelto del delito. Si las leyes estableciesen que un hombre tiene derecho a matar en esta situación uno podría hablar de licencia para matar otorgada a los hombres.
Y esto es exactamente lo que ha sucedido, al revés naturalmente. A nadie se le escapará que la señora ha sido absuelta exclusivamente porque es mujer. Si las partes hubieran estado invertidas habríamos tenido durante una semana manifestaciones de protesta contra la violencia machista en la ciudad y por supuesto una dura condena para el asesino.
Porque lo evidente es que ha sido cometido un homicidio, intencional o no, sin que haya sido defensa propia, a menos que una cuchillada se considere como una reacción proporcionada contra una bofetada.
¿Alguien duda de lo que hubiera pasado si la mujer hubiera, no abofeteado al marido, sino roto platos en su cabeza, y el marido la hubiera no acuchillado, sino empujado para defenderse con el resultado de caída y moratón para la mujer?
Está bien claro: cárcel para el hombre y orden de alejamiento.
Éstas son la justicia y las leyes que tenemos.
Estoy de acuerdo en que la ley no debe ser rígida en extremo y debe tener en cuenta las situaciones particulares; para ello existen los atenuantes y la flexibilidad de las penas, existen los beneficios carcelarios y varios modos de ser clementes manteniendo un principio de justicia elemental: que si un delito se ha cometido se debe pagar por ello.
Podría haberse condenado a esta mujer teniendo en cuenta su situación, si es que su situación era en verdad tan dramática, de varias maneras. Reconociendo que de homicidio se trata, aunque fuera no intencional, se podía aplicar la pena mínima, reconocer atenuantes…no estoy versado en Derecho pero ciertamente existen modos de hacer esto y si el marido era realmente un bestia estoy muy de acuerdo con ello. Sin embargo la absolución significa que la mujer no ha cometido un homicidio, significa que la mujer que ha sido maltratada o que dice haberlo sido puede quitarle la vida a un hombre y eso no es homicidio.
Llamando a las cosas por su nombre se trata de una licencia legal para matar.
Como en ciertos períodos históricos en los cuales la clase dominante tenía licencia para matar a los siervos sin tener que responder por ello. Hoy la clase dominante son las mujeres y los siervos los hombres, en este repugnante Occidente feminista.
Quien acepte esta situación y sus implicaciones, los pobres gilipollas domesticados sin dignidad y con el cerebro lavado, que vivan sus vidas como sombras y muertos vivientes, como el fantasma de un hombre. La misma vida que llevan es el castigo que se merecen por su indignidad, aunque sean demasiado estúpidos para comprenderlo.
Para los demás, es hora de mirar de frente la realidad en que vivimos y sacar conclusiones. La justicia, las leyes y las instituciones son enemigas de los hombres y por tanto no merecen ni respeto ni adhesión. Deben naturalmente ser temidas por su poder sobre nuestra vida y sus instrumentos de represión. Pero temer y respetar son dos cosas muy distintas.
Deben ser consideradas ilegítimas en cuanto expresión de un poder enemigo, el poder feminista que las ha ocupado. Exactamente como cuando un invasor extranjero ocupa las intituciones del propio país con un gobierno títere.
Abajo esta justicia infame. Abajo la tiranía feminista.
3 comentarios:
Estimado Max:
He leído varios de tus posts, y es muy claro que tienes un problema sexual. Tienes todos los signos de ser un homosexual reprimido. Hazte un favor: asúmete maricón así podrás relajar toda esa ansiedad anal que tienes.
Con afecto.
Estimado Adolfo:
Interesante diagnóstico. Sin embargo creo que por el momento no hay motivo para modificar las actividades asignadas a mi culo.
Agradezco que hayas leído algo de lo que he escrito, pero si ha sido para hacer ese diagnóstico quizás hubieras podido emplear mejor tu tiempo.
O quizá no porque se trata de un autodiagnóstico; lo que dices, como en general toda interpretación freudiana de la realidad, dice más acerca de quien la hace que del destinatario. Me explico.
Evidentemente como buen progre para tí no es concebible que exista una visión de la realidad y del mundo contraria a la tuya, radicada y basada en sentimientos tan profundos como los vuestros, si bien radicalmente opuestos. Por eso necesitas buscar explicaciones como la de arriba.
Además la naturaleza freudiana de tal explicación indica inconfundiblemente un deseo de reducir lo superior a lo inferior, explicar todos los comportamientos, valores y cultura humanos partiendo de lo que tenemos en común con los animales en vez de considerar lo específicamente humano.
Esta raza espiritual, inconfundible, es la que domina hoy y está reduciendo el mundo a una cloaca.
Saludos
es tan evidente la hipocresía de la hizquierda que me recuerda el cuento del rey desnudo. Nadie se atrevía a decir que estaba desnudo... y lo tuvo que decir un niño, el cual, por su inocencia, no se veía obligado a fingir y afirmar que el rey vestia los mejores atuendos.
He comprobado, por casualidad, que desde Suramérica hasta Japon pasando por Europa casi todos los "sexólogos" que peroran en la prensa dicen prácticamente lo mismo: todo vale, homosesualidad, masturbación, incesto, etc. Sólo he leído una valiente condena del abuso de la sexualidad en maestros de yoga y de hinduismo (aparte de la clasica educación católica preconciliar)...
Y ahora... los campeones de la pornografia, el aborto y la destrucción de la familia han descubierto un único crimen: la pederastia... (aunque callan respecto a las costumbres mahometanas respecto a la práctica sexual con niñas)y es arma la utilizan para vapulear a sus adversarios... mientras no son capaces de reconocer que muchos pederastas lo son porque también son homosexuales,,...
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