En la entrada de hoy voy a comentar unas interesantes declaraciones de Miguel Lorente Acosta sobre la educación en clases separadas de niños y niñas. Nos hemos ya ocupado de este nefasto personaje en el blog, concretamente cuando hablamos del posmachismo y el hombre domesticado. En efecto este individuo, delegado del gobierno para la violencia de género y brazo derecho de la ministra del Privilegio Femenino Aído –lo cual ya dice todo-, cada vez que abre la boca consigue resumir en pocas palabras la mentalidad del hombre feminista y el fanatismo igualitario de la izquierda, en toda su abyección. Las declaraciones están en este enlace que recomiendo leer acompañado de un chupito para resistir la náusea:
Estas declaraciones realmente no tienen pérdida. La segregación en el colegio “impide la identificación entre hombres y mujeres”. ¿Y por qué deberían identificarse hombres y mujeres? Somos distintos: es justo y hermoso que sea así. Estoy harto de ver hombres degenerados que se comportan como mujeres y mujeres degeneradas que se comportan como hombres. Este lamentable fanatismo de la igualdad del que este personaje se hace portavoz pretende reducir la humanidad a una masa amorfa de zombies todos iguales. Porque la zombificación es el único modo en el cual podemos ser todos iguales.
Sigamos con la exposición de tan aberrantes ideas: Los niños verán a las niñas como “un desigual, un otro distinto a lo que ellos son como hombres”...
Esto debe ser el colmo de la injusticia... por lo visto es un pecado capital que las mujeres sean vistas como distintas a los hombres. Alucinante. Demencia pura. Pero el fondo lo tocamos cuando sugiere que la separación en las aulas del colegio fomenta la...
¡VIOLENCIA DE GÉNERO!
Manda huevos...ahí teníamos que llegar, a la idea fija de esta gente. Por lo visto si un violento pega una paliza a su mujer o la apuñala es porque en el colegio no tuvo la oportunidad de estudiar en una clase mixta. Como chiste -malo- en un programa de telebasura podría pasar, pero es que el hombre lo dice en serio. Y si consideramos que esta gente es la que gobierna España, que hay millones que "razonan" de esta manera y que estas delirantes empanadas mentales son la directa consecuencia de la ideología progresista que ha impuesto su ley entre nosotros, entendemos por qué nuestro querido país se está yendo a la mierda, y por qué nos estamos convirtiendo en una masa de tarados y borregos.
Pero siempre hay espacio para la lucha. Lucha ante todo interior, que uno vence cuando decide ponerse de pie y no esconder la cabeza en la arena. Cuando intenta actuar porque es su deber como hombre defender su idea del mundo, y si es necesario hacerlo solo. Pero en realidad somos muchos, aunque la propaganda del régimen quiera convencernos de lo contrario.
Y además diez hombres libres valen por mil borregos domesticados.
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