domingo, 19 de julio de 2015

LA CHUSMA AL PODER





Cuanto más alto trepa el mono, más enseña el culo
Proverbio


Es muy apropiado comenzar esta entrada con el proverbio del mono, no muy conocido en España, pues retrata perfectamente el paisaje político actual, y en particular la condición de la nueva clase dirigente izquierdosa, que ya apunta maneras y aspira al gobierno del país.

No es que los del otro lado, esto es la rama encorbatada del partido único del sistema, sean mejores. Sólo diferentes en su decrepitud mental, de carácter, espiritual. El nivel de las nuevas generaciones de la derecha liberal y sus horizontes mentales quedan bien representados por el episodio del “Pequeño Nicolás”. El símbolo del impostor oportunista con la admiración mal disimulada que despiertan sus vulgares cualidades y habilidades de nivel inferior, es fiel reflejo de una sociedad fundada sobre la mentira y la apariencia.

Muy bajo se ha caído de una y otra parte. Pero es la variante de izquierdas la que nos interesa aquí, porque es muy posible que pronto estemos ante una especie de Frente Popular capaz de llegar al poder, como anuncian sus éxitos en las elecciones locales. Y estas nuevas generaciones ya empiezan a mostrar muy claramente su nivel, hasta el punto de que podemos hablar de La chusma al poder.

Chusma: “conjunto de gente soez, muchedumbre de gente vulgar” según el diccionario. No será necesario mencionar a nadie en concreto, porque la vulgaridad impertinente e invasiva de esta gente lo hace innecesario. Gente que reivindica la zafiedad, todo lo soez, lo bajo y lo chabacano, que se enorgullece de acciones más propias de animales que de personas. Gente ignorante a niveles abismales, que tiene en la cabeza sólo cuatro eslóganes trasnochados y una mentalidad de niños malcriados; incapaces de hacer la O con un canuto, pero siempre en primera fila para quejarse y exigir. Gente narcisista y vanidosa convencida de que airear sus flatulencias físicas y mentales es un acto de afirmación con un significado político.

Esta es la generación producto de cuarenta años de democracia, triples víctimas de un sistema educativo arruinado por la ideología, de unos padres modernos, y también víctimas de sí mismos porque existe la libertad humana. Pero esto es lo que tiene la decadencia. Que las nuevas generaciones no dan para más, que los mejores no se dedican a la política, que cada vez hay menos “mejores” porque todos tenemos que ser iguales.

La chusma no debe estar en el poder, debe estar en los bajos fondos. ¿Elitismo? Ciertamente como en cualquier sociedad decente. Pero no un elitismo que sea el del dinero o el de la posición social, sobre todo hoy en día. Cansados estamos de ver burros y patanes llenos de dinero y en elevada posición, así como por otra parte hay almas disciplinadas, rectas y cualificadas de modesto origen que merecen llegar a lo más alto.

Por lo demás la gente más humilde, en el campo como en la ciudad, puede que no fuera demasiado refinada pero tenía y en gran parte sigue teniendo un sentido del pudor y de la compostura, una forma interior y una rectitud que los pone muy por encima de esta masa de hijos de papá, rebeldes de pastel degenerados y malcriados, cuya aspiración y libertad consisten en degradarse y hozar en el fango.

Una desgraciada deformación mental de estos tiempos democráticos es que los dirigentes deben ser como todo el mundo, que el hombre común se debe identificar con ellos. Pero ahora, en una regresión ulterior, los dirigentes parece que han de ser peor que todo el mundo.

Frente a este espectáculo bochornoso, hay que afirmar con fuerza algo que debería ser evidente: la sociedad debe estar gobernada por los mejores. Los mejores en el carácter, en la capacidad de dirigir, en la devoción y la entrega al bien de su comunidad y su patria.

Y los mejores pueden nacer perfectamente en una clase social humilde. Asegurar que estos últimos tengan su oportunidad se llama meritocracia, se llama justicia.

En cambio asegurar que el mundo sea de los peores se llama igualdad. Es decir el reino de la chusma.

8 comentarios:

Adriana Salas Hernández dijo...

Ya lo había dicho Ortega y Gasset en La Rebelión de las Masas. Se defiende el derecho a ser grosero. Tan es así que ahora gobiernan los mejores rateros, es decir los que se roban millones con un decreto o una firma. Los mejores asesinos, la crema y nata de la vesania y así nos va.

Fascista dijo...

Creo que te gustará este libro ("La rebelión de las chusmas"):

http://www.visionlibros.com/?138-1707,la-rebelion-de-las-chusmas-papel-9788499838748

Max Romano dijo...

Adriana:

En efecto Ortega supo ver hace muchos años hacia dónde se estaba caminando. Hemos llegado al punto en el que gobierna lo peor.

"Fascista":

Gracias por la sugerencia, parece un libro interesante

Anónimo dijo...

Lo borda!, el blog en general me encanta. Muy bueno!!

Anónimo dijo...

Eso se ve en todos lados, la basura humana es la que gobierna. Solamente basta tener un poco de buena capacidad de palabra (engañar al pueblo con palabras bonitas) para hacerse con el poder.

Aunque creo que los gobernantes siempre han sido basura....ayer, hoy y siempre.

Felipe

Anónimo dijo...

Esperando con ansia la siguiente entrada!

Luis.

Anónimo dijo...

Más repugnante corrección política:

http://www.subrayado.com.uy/Site/noticia/48384/ya-no-mas-enanitos-la-obra-se-llamara-blancanieves-y-sus-7-amigos

Anónimo dijo...

Que conste que le echamos de menos, Romano.