domingo, 6 de julio de 2014

AZOTES DE NUESTRO TIEMPO: CENTROS DE OCIO

Esta entrada del blog fue la primera versión para el capítulo correspondiente del libro "Azotes de Nuestro Tiempo" publicado en 2017. Se dejan algunos párrafos como muestra. 





Seguramente todos conocemos esos horribles lugares llamados centros de ocio que surgen por todas partes. Reconocibles fácilmente porque están cortados por el mismo patrón, inconfundibles en su irredimible mal gusto, en su ambiente y su estética – valga la palabra – kitsch, hortera, en el más puro estilo de Las Vegas, capital mundial del juego y de la estética del dinero.

[...]

Al fin y al cabo al centro de ocio se va a consumir, es decir a comprar, qué cosa en concreto importa poco. Su función es la de una fábrica de dinero como cualquier otra; en este caso se ordeña el mercado del tiempo libre. Es en los grandes espacios vacíos donde estos lugares pueden expresar mejor su auténtica alma; en pocos meses surgen grandes construcciones de plástico y materiales baratos, imitaciones de mármol y piedra, especialmente horrorosos cuando los diseñadores pretenden ser creativos y darle valores estéticos.

[...]

Este es el nuevo hombre que se prepara, el hombre hiperactivo y al mismo tiempo ocioso, el que cuando trabaja es un recurso y cuando no trabaja es un consumidor – y por tanto sigue trabajando para el sistema aunque manera diferente –, el que reducido a un terminal de entrada y salida de dinero vemos deambular tristemente por centros comerciales y centros de ocio. En definitiva el último hombre que Nietzsche supo anticipar hace más de un siglo.

5 comentarios:

Unknown dijo...

Excelente Max me quito el sombrero sobre todo con la ultima parte gran conclusion. Un Saludo.

Anónimo dijo...

Buen artículo, así es, mediante los "centros de ocio" lo que el sistema pretende es llenar el tiempo de ocio que necesita toda persona mediante el consumo y lo material, al margen de todo tipo de ocio creativo que eleve espiritualmente a toda persona, propio de una época de decadencia como la que estamos viviendo.

Anónimo dijo...

Buen artículo, así es, mediante los "centros de ocio" lo que el sistema pretende es llenar el tiempo de ocio que necesita toda persona mediante el consumo y lo material, al margen de todo tipo de ocio creativo que eleve espiritualmente a toda persona, propio de una época de decadencia como la que estamos viviendo.

Anónimo dijo...

Hola, si recordáis las dos versiones del film "Dawn of the dead" los zombis regresaban a las inmediaciones de un centro comercial como si fuese un resorte de su conciencia anterior de humanos, como si estuvieran condicionados incluso más allá de su muerte.

El "mall" es, básicamente, el núcleo primordial de lo que será la ciudad chárter californista futura. Son tanteos, a ver cómo les funciona.

Y les funciona. Había otra peli, "Mallrats", que iba sobre la gente que se dedica a pasar la tarde en esos centros comerciales, sin más, tirando su tiempo como quien se deshace de recortaduras de uñas.

¡Salud!

Max Romano dijo...

Hombre-Lupa

En efecto me acuerdo de esa película. De hecho he pensado siempre que las películas de zombis son un buen símbolo del mundo actual, en el que los muertos vivientes persiguen y quieren devorar a los pocos hombres vivos...en la que mencionas me hice exactamente esa relexión que comentas, con el centro comercial lleno de zombis que deambulan casi por hábito adquirido.