Hace
tiempo que no veía algo tan penoso y ridículo como la mobilización mundial de
mentecatos a favor de las Motines del
coño, que es la traducción de Pussy Riots. Aunque también se puede traducir como El coño se amotina.
Esta es la imagen perfecta de los valores y los ideales de
nuestro tiempo: los medios occidentales que convierten en heroínas por la
libertad a cuatro niñatas malcriadas cuyo único mérito es haber cantado en
bragas contra Putin en una iglesia ortodoxa rusa.
Dicho
así parece grotesco, pero como es la pura realidad, hemos de concluir que
grotesca es la sociedad occidental actual e irremediable la bancarrota de sus
valores, si el nivel de las causas defendidas y los símbolos sirve como medida.
Grotesca la campaña internacional que ha fabricado este fenómeno y les ha dado
la publicidad que al fin y al cabo buscaban, e increíble la cobertura en
directo –por casualidad estaba viendo
las noticias en ese momento- de la lectura del veredicto y la sentencia como si
fuera una gran noticia.
Evidentemente
si hubieran cantado en bragas, a favor o contra Putin, en un lugar más
apropiado y con un público más receptivo a este tipo de actuación, no habrían
sido procesadas, pero tampoco convertidas en símbolo de la libertad y la
democracia, ni apoyadas por artistas de todo el mundo o Amnesty International.
Hay que entender a las chicas, tienen que buscarse la vida y con sus limitados
talentos les hubiera sido difícil salir de los circuitos arriba mencionados. Pero
se han subido al carro adecuado y el negocio les ha salido redondo.
Ciertamente
esto no es más que una parte de la campaña que llevan a cabo sistemáticamente
los medios occidentales contra Putin, que se ha ganado a pulso esta aversión,
pues es culpable de haber hecho renacer a Rusia, de defender los intereses y la
independencia nacionales, oponerse en su país a las injerencias extranjeras y
en el plano internacional a los designios de EEUU. Más que suficiente para
tener el papel del malo.
Puede
ser que quien critica a Putin no tenga vida fácil, pero es un hecho que en Rusia existen los
medios y los movimientos de oposición, que pueden atacar ásperamente al gobierno, y no se va a la cárcel por esto. Y cabe también decir que quienes atacan
de verdad al poder tampoco tienen vida fácil en Occidente, de una manera u
otra. La imagen de un Occidente libre y una Rusia donde no se puede hablar es
falsa y pura desinformación. Baste pensar, sin ir más lejos, en la
sistemática y uniforme censura de ciertas noticias en toda Europa, su tratamiento tendencioso,
la sumisión a la corrección política y a los tabúes imperantes. Una uniformidad
que revela una línea común bien trazada, más allá de la variedad de los medios,
por lo menos en ciertos temas.
Y no digamos ya si entramos en el tema de la persecución de ideas u
opiniones consideradas heréticas, inaceptables. El nivel de inquisición y el
poder de la policía del pensamiento en muchos países occidentales, la proliferación
de delitos de opinión y represión de
las ideas impuesta por la corrección política y las lobbies, el fanatismo y la
saña de los censores, en una palabra la intolerancia de los tolerantes, todo ello hace de Rusia un país mucho más libre que la mayor parte
de la Unión Europea.
Traté
el tema hace tiempo en un par de entradas del blog
Eppur si muove: La Europa de los inquisidores
Inquisiciones
Eppur si muove: La Europa de los inquisidores
Inquisiciones
Toda
esta gente que se escandaliza por la represión en Rusia de los Motines del coño debe estar a favor de las leyes liberticidas, la censura y la policía del pensamiento
en sus propios países. Si no, no se explica
porqué tienen que ir a luchar por la libertad de expresión y buscar víctimas en
Rusia cuando las tienen aquí mismo, en la libre Europa.
Las
tres chicas han sido condenadas a dos años de cárcel, uno puede pensar que es
excesivo pero con toda probabilidad cumplirán sólo una parte de la condena o
quizás ni siquiera eso. A cambio, fama y notoriedad, seguramente contratos discográficos
y solidaridad del mundo del espectáculo. Más de uno firmaría por ello. Por lo
demás, viendo sus caras sonrientes y desafiantes durante el proceso se
comprende cómo esta aventura sea para ellas cualquier cosa menos un drama.
Sin
embargo ha habido personas que han ido a la cárcel por delitos de opinión o por
vender libros, las hay que están cumpliendo penas de prisión y las hay que han
tenido que escapar de sus países y buscar asilo en el extranjero. No en Rusia
sino en los mismos países donde viven los que se rasgan las vestiduras por las
niñatas gritonas en bragas.
La
miseria intelectual y ética de estos defensores de la libertad, su hipocresía e
indecencia, no necesita verdaderamente de más comentario.
Concluyendo
ya, notemos de pasada que hasta hace poco los héroes de la libertad eran
disidentes, por ejemplo escritores o poetas, gente que de alguna manera tenía
algo que decir. Debe estar muy mal el mercado si el mejor símbolo que han
podido encontrar son estas payasas, porque es realmente rascar el fondo del
barril. Una larga cuesta abajo en verdad desde disidentes como Alexander Solzhenitsyn y Andrei Sakharov a los Motines del coño, por no salir de Rusia.
Aunque
quizá haya algo más profundo aquí. Quizá la imagen de las Pussy Riots perseguidas haya tocado una fibra sensible en la sociedad
occidental, quizá ésta se haya visto reflejada a sí misma en estas niñas y herida
metafóricamente en sus propias carnes. Como si el imaginario colectivo de Occidente
se sintiera identificado con estas chicas y sintiera la condena como un ultraje
a su propia esencia.
Niñatas
malcriadas que berrean en bragas en una iglesia, insultan a la religión, están
contra un presidente machista y autoritario, y además una de ellas lleva una
camiseta con el no pasarán. Un auténtico
concentrado de emancipación, "liberación" y progresía.
El Coño amotinado de unas putillas punk como imagen identitaria y arquetipo
de la sociedad occidental. Como mínimo da para una tesis doctoral. A ver si
alguien se atreve.
6 comentarios:
Más que por Putin, el apoyo recibido desde los países europeos se debe al hecho de que hicieran la "gracia" dentro de una catedral. Dudo mucho que el español medio (el resto de los europeos no sé) tenga la cultura política suficiente como para preocuparse de lo que hace el presidente ruso.
Lo de Pussy Riot es más grave que unas niñatas feministas haciendo el tonto. Me parece incluso corta la pena. En realidad se llaman Voyna ("guerra" en ruso) y son un grupúsculo anarquista que realiza frecuentemente "performances" agresivas para subvertir la sociedad. Aquí va un ejemplo:
AVISO: MATERIAL EXTREMADAMENTE DESAGRADABLE.
Orgía con mujeres embarazadas en un museo ruso:
http://plucer.livejournal.com/55710.html
Sexo con cucarachas:
http://blog.kp.ru/users/markusan/post226185220/
Introducción de un pollo por la vagina en un supermercado:
http://www.upvideo.nl/Node.aspx?id=d0rk&vid=W5-ZG1cC70mkncV-vVHWRA&sr=1
Aquí un resumen de sus acciones:
http://plucer.livejournal.com/266853.html
Soldado:
Lo que dices es cierto sobre todo para el gran público y especialmente en España, pero quienes controlan los medios saben perfectamente quién es Putin y hacen campaña contra él desde hace mucho tiempo.
Tino:
Muchas gracias por tu aportación. Efectivamente varias de estas chicas forman parte del grupo de "voyna" que definir vomitivo es poco. No dudo que mucha gente definiría "arte" lo que hacen y especialmente en España.
Esta basura es lo que apoya Occidente, utiliza los elementos más degenerados para subvertir y degradar la sociedad.
En Wikipedia podemos ver una lista de las "personalidades" que apoya a estas tipas, entre las que hay muchos políticos de primera fila; incluso 120 diputados alemanes han firmado una carta de apoyo. En Alemania precisamente, donde acabamos de ver que la atleta Nadia Dyrgalla ha sido obligada a abandonar los juegos porque su compañero es del partido nacionalista NPD, un país de los más represivos en Europa en todos los aspectos.
Cuanto más observo la realidad más me convenzo y menos dudas tengo. Son demasiados elementos, todos convergentes, todo encaja en su sitio demasiado bien para que sea causalidad o incluso para que sean simplemente tendencias espontáneas de la sociedad.
Los destinos de Europa y Occidente están controlados por una secta de degenerados, de podridos espirituales que se han hecho con el control de la cultura, los medios, la política y trabajan activamente para hundir a toda la sociedad y a todos los pueblos del mundo en su miseria y su abyección.
Utilizan cualquier medio para doblegar a quien se resiste, la represión y la persecución al interno y la guerra al externo.
Por eso hay que oponerse a las guerras de Occidente, porque son las guerras de los podridos para homologar todo el mundo a su visión.
Por eso hay que resistir y hacer surgir un movimiento de rebelión en nuestros países para levantar la cabeza y superar esta infección, porque Europa, sus valores, su tradición auténtica, es algo noble y fuerte, elevado, NO es de ninguna manera el "Occidente" de los podridos.
Disculpadme el desahogo pero estas cosas hay que decirlas alguna vez, y aunque parezcan palabras al viento hay que tener esperanza en las nuevas generaciones. Porque la mía, la de quienes estamos en los cuarenta, está perdida y la anterior generación me parece que es capaz de poco más que mirar hacia el pasado.
A pesar de todo, creo que poco a poco algo se está moviendo en Europa, hay cada vez más signos, y cuanto más se reprima más va a crecer de manera subterránea. Cada vuelta de tuerca de la represión, cada atleta obligada a abandonar su sueño por una represión cada vez más obsesiva y obtusa (recomiendo leer la entrada de Winston "la paz olímpica") hará despertar a más personas.
Lo que más me gusta de un artículo certero en su totalidad es el final:
Quizá la imagen de las Pussy Riots perseguidas haya tocado una fibra sensible en la sociedad occidental, quizá ésta se haya visto reflejada a sí misma en estas niñas y herida metafóricamente en sus propias carnes. Como si el imaginario colectivo de Occidente se sintiera identificado con estas chicas y sintiera la condena como un ultraje a su propia esencia.
Pasa siempre. Los medios e intelectuales orgánicos del occidentalismo apoyan indefectiblemente a los representantes de las tendencias decadentes y entreguistas en el este europeo. Es lógico, hay una comunidad cultural y espiritual entre todos ellos.
Más datos sobre esta gentuza:
En esta entrada se nos destapa sus conexiones, por medio del colectivo " Voina" con diversas fundaciones financiadas por George Soros y similares, como el "Foro Cívico Ruso-Finés, el Foro UE-Rusia de la Sociedad Civil, y la Sociedad por la Amistad Ruso-Chechena.
http://www.lewrockwell.com/blog/lewrw/archives/118287.html
En el siguiente enlace, pongo una entrevista subtitulada en inglés, en la que el filósofo Aleksandr Dugin habla del caso, y de cómo éste es un ataque de "guerra informativa" o psicológica en contra de la Iglesia y del Gobierno ruso, en un intento de socavar las bases tradicionales de Rusia:
http://www.youtube.com/watch?v=IxhxRyeX8tY&feature=player_embedded
Esto es una guerra sucia en toda regla, y todos los movimientos a favor de estas "simpáticas" chicas nos muestran a quién mueven los hilos.
Un saludo.
Llew.
Coincido totalmente y en todo con los comentaristas y el autor del blog.
Por supuesto que nada de esto es casual ni espontaneo ni una moda pasajera, detrás de esto están los enemigos seculares de siempre.
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