Se me personará el neologismo, de elegancia más que dudosa, pero me parece adecuado al personaje.
Creo que mis lectores estarán de acuerdo en que nuestro amigo se lo merece: el término lameculos le queda estrecho y además no es lo suficientemente específico: éste es un lameculos de mujeres, específicamente de feministas. Su pensamiento se resume en pocas palabras: ellas siempre tienen razón, los hombres no valen nada y su papel en el mundo es servir a al mujer. A la abyección del lameculos y su falta de dignidad éste añade la humillación de género, se arrastra por el suelo reptando y pidiendo disculpas por haber nacido varón. Helo aquí en un congreso feminista, el único hombre -si es que merece tal calificativo- presente, para quemar su grano de incienso en el altar de su religión feminista. O diría incluso para oficiar un rito, como el antiguo culto de la diosa Cibeles era oficiado por sacerdotes eunucos, castrados. No es un comentario gratuito sino una analogía profunda.
Repite como un papagallo el principal tópico de la propaganda feminista: que la historia no es más que una ininterrumpida e injusta opresión del hombre sobre la mujer. Para esconder el verdadero objetivo del feminismo que no es sino el dominio de la mujer sobre el hombre, con la consecuente reducción de éste último a un fantoche. En efecto el proyecto -o la pulsión uterina- feminista sólo puede ser conseguido destruyendo la identidad masculina: durante el llamado dominio masculino el hombre tenía de frente mujeres de verdad; nunca pretendió destruir la identidad femenina ni asimilar la mujer al hombre. El dominio femenino que persigue el feminismo necesita anular al hombre, reducir la población masculina a una masa de castrados mentales, asimilar el hombre a la mujer, feminizarlo, porque no podría nunca ejercitarse sobre hombres de verdad.
El personaje sigue defendiendo a capa y espada sus infames leyes feministas, cuyo objetivo es castigar a los hombres y ponerles a merced de la mujer, reducirles a ciudadanos de segunda categoría. Con la propaganda de la violencia de género ha introducido una de las leyes más injustas que existen. Tomando como pretexto abusos reales cometidos en países semisalvajes -y falseando también aquí como si las mujeres fuesen siempre las únicas víctimas- pretende introducir aquí todavía más privilegios para la mujer, más lavado de cerebro, más castigo para el hombre.
Y se le ve mucho el plumero cuando dice que "no habrá satisfacción posible mientras exista una sola víctima de la violencia machista en este país". Evidentemente para el no es un problema la violencia si la víctima no es una mujer: le da igual -si es que no se regodea en ello- cúantas mujeres maten a sus hombres o a sus niños, cuántos hombres vean arruinada su vida por acusaciones falsas, cuántos haya en la cárcel injustamente y cuántos niños se vean privados de su padre por venganza o posesividad uterina. En resumen: la mujer es intocable y el hombre es basura que se puede patear. Esa es la "satisfacción posible" de la que habla.
Este individuo desde que ha llegado tiene una idea fija: combatir todo lo que sea masculino. Llevar a cabo una campaña implacable contra el hombre y los valores masculinos. Colaborar en la lucha de clase que el feminismo ha emprendido contra el hombre. Es el tonto útil de las víboras feministas. Está hundiendo el país porque es un inútil que no vale para nada, pero le da lo mismo porque para él lo importante es continuar la guerra contra el hombre. Sin olvidarnos de su otra idea fija: cambiar el resultado de la guerra civil y borrar toda la memoria del anterior régimen. Mas no es éste por el momento un tema que desee introducir en el blog.
No sé qué le pasa a este sujeto. Tanta saña contra los hombres, tanto odio por la masculinidad, tanto deseo de humillarse y rebajarse, de arrastrarse como un gusano de frente a la mujer...el presidente que nos ha caído es despreciable más allá de lo que pueden expresar las palabras.
Pero es una válida muestra del hombre del Siglo XXI en el que nos quieren convertir a todos. El nuevo modelo de masculinidad que las feministas pretenden que adoptemos.
¿Es éste el tipo de hombre que realmente quieren las mujeres?
Lo dudo pero me importa una puta mierda, porque el valor del hombre no se mide con el criterio de la utilidad para la mujer. Mucho menos para la mujer degenerada de la sociedad occidental moderna.
El momento en que vivimos nos impone una elección. Es hora de decidir si uno quiere ser hombre o...
lameovarios
Saludos del Oso
2 comentarios:
Gracias por el enlace.Un cordial saludo!
Querido oso, tienes un premio en el Vikingo Macabro. Y bien merecido. ¡Enhorabuena!
http://dadsvedania.blogspot.com/2010/04/1-edicion-premios-casco-vikingo.html
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