Artículo publicado en El Correo de Madrid
Los aficionados a la crónica negra y
truculenta habrán degustado con placer el episodio reciente de la mujer que, al
parecer, asesinó a su compañero y tras unos meses le hizo llegar a una amiga su
cabeza en una caja. Es que hay mujeres que no se lo toman nada bien, cuando el
hombre quiere dejarlas; se revelan, literalmente, mujeres de armas tomar.
Naturalmente no habrá ningún minuto de
silencio por el asesinado y decapitado por parte de nuestras mediocres
administraciones con perspectiva de género. Nunca lo hay en estos casos, como
nunca lo ha habido ni lo habrá por los niños asesinados por mujeres.
Pero sí que ha habido una tertulia
televisiva donde se hablaba del caso de la cabeza en la caja, de manera ligera,
cómica, casi simpática, ironizando. Parecía que estaban comentando alguna
película de bajo presupuesto de esas que uno ve con los amigos para
desternillarse de risa por lo mal que están hechas.
Que no se me entienda mal. No tengo nada
en contra del humor negro; el humor auténtico es cruel, puede y debe ser
ofensivo; el humor negro en particular ha acompañado siempre a la humanidad.
Pero la crueldad ha de ser para todos. Porque como es casi banal observar, si
la decapitada hubiera sido ella maldita la gracia que le habría hecho a nadie; no
sólo se habrían convocado minutos de silencio con perspectiva de género sino
que las instrucciones dadas a los contertulios habrían sido de signo opuesto: cargar
las tintas sobre la crueldad y la maldad de los hombres, en vez de banalizar el
suceso, como les han ordenado en este caso siendo la cortadora de cabezas una
mujer.
Los participantes en esa tertulia
televisiva ni siquiera son culpables de una especial malignidad, ni manifiestan un nivel de
infamia fuera de lo común; encarnan sólo la horrible mediocridad conformista de
la sociedad actual y no son ni mejores ni peores que el resto de la chusma
televisiva, la chusma mediática y la chusma política.
Simplemente han expresado
una verdad social de nuestro tiempo: que el varón no vale lo mismo que la
mujer, que está permitido reírse del hombre y sus males mientras, muy al
contrario, cualquier cosa que moleste a una fémina es un delito de lesa
majestad.
Esta es la soberana mierda de sociedad en que vivimos y éste es el repugnante
doble rasero actualmente vigente. Por todo ello es un deber cívico y una
obligación moral boicotear, sistemáticamente, cualquier minuto de silencio,
cualquier manifestación de repulsa y cualquier iniciativa que tenga que ver con
esa emergencia inventada llamada “violencia
de género” porque detrás de ello se esconde, siempre, la guerra contra la
masculinidad y la persecución del varón.
¿Hasta cuándo? ¿Cuándo empezaremos a
respirar aire puro y desaparecerá este doble rasero? Nunca mientras dure esta
sociedad de castrados mentales, pusilánimes, mediocres y perras de paja.
¿Perras de paja? Sí porque esto es el
poder femenino y la sociedad hembrista: un dominio de perras de paja cuyo poder
se basa exclusivamente en haber anulado al hombre, convirtiéndole en un pelele
patético, un borrego conformista, un guiñapo mental, intelectual y moral. Las
perras de paja no tienen nada que proponer, ningún contenido de civilización,
son capaces sólo de dominar sobre un mundo de peleles.
Las mujeres tomarán la posición que mejor
consideren. Pero para los varones, la situación ya no admite medias tintas ni
neutralidades: se es un pelele o se es un hombre. Y el criterio para distinguir
unos de otros es perfectamente claro, de una pureza casi apolínea: es pelele
quien acepta los criterios y las vigencias actuales, es hombre quien reconoce
que vivimos en una tiranía feminista que odia la masculinidad; naturalmente con
la obligación implícita de luchar contra ella y derribarla.
MAX ROMANO
1 comentario:
La Diosa tarada "madre" de los parásitos astrales que controlan la mente del inconsciente colectivo humano es la que sacrifica mediante mecanismos ocultos de control mental individual y colectivo a un porcentaje menor de mujeres para publicitar la mal llamada violencia de género y así dividir a hombres y mujeres.
La mecánica siempre es emponderar a un colectivo que previamente (decadas) fué ligeramente oprimido u oprimido más fuertemente
en el tercer-mundo y que sirve de referencia para justificar las medidas en en el primer-mundo.
No se si me explico; mantienen el mal llamado machismo en el Islam para frenar la inteligencia en Occidente oponiendo a hombres y mujeres las cuales protestan en Occidente pero que en su mayoría nunca han sufrido violencia y menos aún discriminación institucional o ha sido anecdótica y publicitada para la agenda.
El otro arquetipo, La Diosa Madre nutricia es el arquetipo a batir por los parásitos astrales que influyen desde el bajo astral en la Banca, la Religión y toda la cadena de mando política haciendo uso de los mass-mierda y el lavado cerebral colectivo.
Esos parásitos causantes de todos los males de la Humanidad se alimentan de estos procesos de vibración hacia el miedo,el odio,la rabia,...de forma etérica.
Son los ángeles-demonios del astral que se disfrazan de buenos y buenas intenciones cuando les viene bien, para tener menor trabajo, siempre es mejor conducir a las ovejas de su propio pie hacia el matadero que llevarlas a palos donde se vería claramente el rostro del enemigo.
Son maestros en la manipulación encubierta a través de las instituciones humanas dirigidas por sus títeres y operan a traves de un plano que está más allá de nuestra percepción lineal del tiempo.Son los inspiradores de todas las religiones teocráticas modernas que demandan obediencia a cambio de premios en la otra vida.
Rueda del Samsara y volver a empezar.
No deja de ser una cadena de producción en que el humano y sus destilados etéricos son el producto principal.
Mientras esto no sea entendido los titiriteros ocultos camparán a sus anchas como llevan haciendo desde que el tiempo es tiempo y sacaran buen provecho del enfrentamiento hombre-mujer en lo que es una guerra encubierta clara contra la humanidad en su conjunto.
Un saludo.
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