Este sábado se presentará el libro Exiliados del Sistema en Madrid. Daré comunicación en una nueva entrada en los próximos días. Ahora nos debemos ocupar de combatientes islámicos en la continuación de la entrada anterior.
Después
de haber comentado en la primera parte la carnavalada indecorosa del Je suis Charlie, con acompañamiento de políticos,
periodistas y medios discutiendo como siempre falsas cuestiones, vale la pena
preguntarse sobre la manera en que hemos llegado a esta situación. Es decir, reduciendo
la cuestión a sus líneas esenciales, en primer lugar por qué tenemos, como
comentè en la primera parte, un pueblo
extraño a Europa dentro de Europa resultado de inmigración masiva de
primera o sucesivas generaciones. Por
qué, en segundo lugar, los grupos de combatientes que se reconocen en el Islam
–los llamados Jihadistas por los
medios- proliferan como setas en Medio Oriente y Europa.
Aquí
hay que poner por delante un escepticismo que es obligado. Mucho de lo que nos
cuentan sobre este tema es lisa y llanamente una telenovela; los atentados con
falsa bandera existen, bien directamente o a través de fanáticos reales pero
teledirigidos, y uno no sabe bien qué pensar de tantas cosas. Pero poniendo
entre paréntesis todo esto asumiremos la parte de verdad que hay en la visión
de un creciente Islam radical, matriz de grupos integralistas dispuestos a
inmolarse en nombre de la guerra santa, que imponen el terror en Medio Oriente
y están naciendo también en Europa, aprovechando el medio y el caldo de cultivo
favorable de la inmigracion islámica y sus descendientes.
Asumido
esto, que en parte es cierto, en primer lugar la responsabilidad recae en
quienes han permitido esta inmigración masiva y la siguen favoreciendo. En quienes
niegan a los europeos el derecho de decidir la cantidad y la clase de inmigración
que están dispuestos a aceptar, manipulando la realidad y la información para
ocultar el problema. En una palabra a los partidarios de la criminal ideología
de puertas abiertas para todos, cuya aspiración es destruir étnicamente a los
pueblos de Europa y hacer que los europeos se conviertan en una minoría en su propia
tierra.
Esto
es lo que sucede en nuestro lado del Mediterráneo. Que ya es bastante malo por
sí mismo, y aún peor en un cuadro de proliferación de movimientos y grupos
islámicos radicales que guerrean en Medio Oriente, con la inevitable filtración
a Europa de células enteras o de de lobos solitarios.
Pero
si vemos las políticas seguidas por los gobiernos de Europa al otro lado del
Mediterráneo, las cosas no cuadran de ninguna manera. Pues asumida la política
de permitir comunidades musulmanas masivas en Europa con el objetivo de
integrarlas, crear una sociedad multicultural y blablabla, se impone como evidente y obligada una política árabe y
mediterránea que tenga como prioridad combatir el terrorismo islámico, ante todo políticamente.
Una
política que apoyara regímenes árabes que contuvieran esta amenaza, que no
fomentara el radicalismo, que buscara la colaboración con las fuerzas políticas
de esos países más o menos laicas y no integralistas.
Pues
bien, la realidad es exactamente opuesta. Los mismos gobiernos, lobbies y poderes que imponen la
inmigración masiva, llevan a cabo una política que fomenta el terrorismo
islámico, lo fabrica para utilizarlo
con fines políticos, derriba a los gobiernos que combaten el radicalismo.
Lo
fomenta con las continuas políticas de agresión y creacion del caos en Medio
Oriente y en muchos países musulmanes, así como el apoyo incondicional a
Israel, un país que vive y se alimenta del odio de los árabes, lo
capitaliza para recibir apoyo y legitimidad, económica y moral. No de otra
manera que como un cultivo científico del odio se pueden interpretar las prácticas israelíes de continuar expropiando
tierras a los palestinos, de arrancar por represalia olivos y cultivos, demoler
las casas de los familiares de los terroristas.
La
única lógica posible de esto es la de unir a los
palestinos en un odio compacto hacia Israel y los judíos. Para verlo más claro
imaginemos que en España un gobierno hubiera aplicado estos métodos, que a las
familias de los etarras se les hubieran demolido las casas, destruido los
cultivos. ¿El resultado habría sido una lucha eficaz contra ETA y su
erradicación rápida? Para nada. El resultado habría sido que en pocos meses
todos los vascos se habrían hecho etarras o simpatizantes de ETA, que se habría logrado transformar a todos los vascos en enemigos de España y
se habrían separado efectivamente las Provincias Vascongadas del resto del país, mucho mejor que lo que habrían podido conseguir todos los libros de Sabino Arana y todos los políticos abertzales juntos.
Además
de las políticas de Israel, hay que recordar los bombardeos continuos de los
que ya apenas nos dan detalles, pero siguen con una u otra excusa. Sudán, Somalia, Pakistán,
Afganistán, Irak, Yemen. ¿Cómo sabemos quiénes y cuántos están muriendo ahora
mismo? ¿Son terroristas todos los que caen? ¿Y quién lo dice? Para el invasor
toda resistencia popular a la invasión es terrorismo. Toda guerra provoca
víctimas civiles, pero la guerra cobarde hecha con máquinas
teledirigidas, drones, bombardeos y
misiles crucero provoca más aún, porque la telenovela de los bombardeos quirúrgicos
y las armas inteligentes es eso, una telenovela.
La
falsedad de fondo de la guerra global al
terror se ve precisamente en que no termina nunca, en que a pesar de usar medios
cada vez más potentes los terroristas, reales o llamados tales, son más y se extienden. Señal
inequívoca de que los que se está haciendo es fabricarlos y fomentando las condiciones para que haya cada vez más.
Pero eso no es más que el
comienzo de la historia, y la parte menos importante. Porque los mismos grupos
de yihadistas han sido, no ya
fomentados de manera indirecta y opinable sino directamente creados,
financiados y apoyados por los gobiernos occidentales para objetivos políticos,
usualmente subvertir y derribar gobiernos hostiles, o agredir por medio de la
guerra sucia terrorista a naciones que se resistían a entrar en la órbita de
occidente.
Los
combatientes islámicos fueron utilizados en las guerras de Bosnia contra los
serbios, en la agresión contra Libia para derrocar a Gadafi, enviados a la guerra
civil siria provocada por Occidente para subvertir el país. Luego,
naturalmente, los demopayasos de Europa tienen la desvergüenza de lamentarse
porque los mismos fanáticos que han amamantado vuelven a Europa; o se lamentan
del ISIS, el nuevo coco y la bestia negra que está sustituyendo a la franquicia
Al Qaeda para cubrir el papel del malo en la eterna telenovela de la guerra al
terrorismo. El ISIS, que no es otra cosa que el resultado del caos que han
creado en Irak y del fracaso de la agresión terrorista contra Siria.
Quizá
los estrategas de Occidente desconozcan la fábula del genio en la botella, que
cuando sale fuera no quiere volver a entrar. Fanáticos o no, sus degolladores
con el turbante, tratándose de personas y no de máquinas, no son tan fáciles de
controlar y pueden tener ideas propias.
Como
guinda sobre la tarta, además de alimentar el odio en los países musulmanes y
de fabricar yihadistas para
utilizarlos en las guerras sucias, es que los gobiernos árabes víctimas de las
agresiones de Occidente son precisamente
los que más reprimían el terrorismo islámico y los grupos integralistas. No
hemos ido a por los que entrenaban y financiaban a los degolladores con
turbante. No. Hemos ido a por quienes encarcelaban o fusilaban a los
degolladores con turbante. Irak y Libia serían dictaduras pero no eran
islamistas. Libia colaboraba en los últimos años con europeos y americanos contra
el terrorismo islámico, especialmente después de las Torres Gemelas. Lo mismo
cabe decir de Siria. El pago que ambos han recibido está ante los ojos de
todos. En Siria bajo Assad los cristianos y otras confesiones podían vivir en
paz, y el verdadero terror ha llegado donde los rebeldes islámicos imponen su ley.
¿Qué
sentido tiene lo que están haciendo los gobiernos europeos? ¿Cómo hay que interpretar
estas líneas de acción?
Recapitulando, la línea seguida ha sido horrorizarse del terrorismo
islámico y denunciarlo como nueva amenaza global, mientras en realidad se fomenta en todo Oriente Medio. Con
el apoyo incondicionado a Israel y agresiones generalizadas que no lo combaten
sino que lo incrementan, con la ayuda a grupos islámicos para realizar objetivos
políticos. Por sí solo esto garantiza seguramente una buena reserva de odio y una masa importante
de musulmanes inflamada de fanatismo, fogueada y dispuesta a morir.
La inmigración masiva impuesta a los europeos garantiza, además, que una parte de este odio lo vamos a tener dentro de casa. O también, dicho de otro modo, que una parte de esta No-Europa dentro de Europa nos odia y está más que dispuesta a matar y morir por ello.
Para terminar y como toque final a esta política demencial, se destruyen o se intentan destruir los regímenes árabes que combaten el islamismo radical porque no se alinean con Occidente.
La inmigración masiva impuesta a los europeos garantiza, además, que una parte de este odio lo vamos a tener dentro de casa. O también, dicho de otro modo, que una parte de esta No-Europa dentro de Europa nos odia y está más que dispuesta a matar y morir por ello.
Para terminar y como toque final a esta política demencial, se destruyen o se intentan destruir los regímenes árabes que combaten el islamismo radical porque no se alinean con Occidente.
¿Política
demencial, incongruente? Podría ser. La estupidez humana existe al fin y al
cabo, omnipresente y también al máximo nivel. Uno podría considerar a los
gobiernos europeos culpables simplemente de estulticia y negligencia criminal.
Sin embargo
no creo que sea sólo esto. Creo que hay algo más. Si el refrán
dice piensa mal y acertarás, vale
también el piensa peor y acertarás más. Todo
lo que no cuadra en la política islámica y medioriental de los europeos, todo
lo que aparece como incongruente y contradictorio, cuadra perfectamente, en
cambio, desde otro punto de vista.
Esto
es si vemos esta línea política como conscientemente dirigida contra el bien,
la libertad y la independencia de Europa, con el objetivo de mantenerla
sometida políticamente, crear el caos en ambas orillas del Mediterráneo y alimentar
los conflictos.
Nada cuadra si pensamos que nuestros
gobiernos trabajan para nosotros. Todo
cuadra si los vemos como lo que son, las marionetas al servicio de poderes
extraeuropeos y de lobbies en la sombra, todos ellos comprometidos en una política consciente de traición a los
pueblos de Europa.
4 comentarios:
Hola, partiendo de la base de que estoy en desacuerdo con más de una cosa del artículo, sí es cierto que las potencias occidentales han sacudido el avispero yihadista para sus intereses (de hecho, Usa sacudió el avispero afgano antes incluso de la invasión soviética, y no antes).
Un precedente tiene más de un siglo de historia. Un aventurero alemán que conocía el mundo árabe al dedillo, Max von Oppenheim, fue el encargado de crear una oficina dedicada a fomentar la yihad árabe contra ingleses y franceses con motivo de la Primera Guerra Mundial. Oppenheim, patriota alemán a pesar de todo (era judío, por cierto), intentó más o menos lo mismo que intentaron por el otro bando Lawrence de Arabia y compañía procurando galvanizar el nacionalismo árabe (a su modo, porque es un agregado de tribalismos) contra los otomanos.
Ese tipo de agitaciones parte de aquel conflicto, que ya es global y ya usa motores de explosión. La inteligencia alemana lo intentó todo: yihad anti-Entente, lanzar a indios e irlandeses contra los ingleses, a los mexicanos contra los useños, engatusar a los Rothschild austríacos para conseguir un Israel soberano y pro-alemán, fomentar la victoria de Lenin y con ello cerrar el frente oriental .... Sólo lo lograron con lo último, pero es buen ejemplo de que cuando algo fuera de Occidente se quema, algo nuestro se quema.
¡Salud!
Lo de los atentados de falsa bandera es mucho más frecuente de lo que se suele pensar. Busca “Sandy Hook Hoax” para ver los sospechosos movimientos que hay detrás de la supuesta masacre (que aún así es más creíble que la de Rodger, se ve que como la gente es subnormal cada vez se esfuerzan menos con la farsa).
Respecto a Israel, creo que el gobierno palestino está en el ajo. Lo digo porque los movimientos que hacen (ataques inútiles con cutre-cohetes sabiendo que las represalias contra sus civiles serán brutales) son tan absurdos que o son idiotas o les da lo mismo que muera su propia gente con tal de mantener el conflicto.
Prefiero evitar juicios sobre lo “cobarde” de la tecnología militar (milenios atrás había quién consideraba al arco “afeminado”), pues nadie repara en la cobardía de los líderes que con la excusa del “patriotismo” secuestran a una multitud de jóvenes y los envían a morir por sus intereses. El fracaso de los “bombardeos quirúrgicos” se debe a que las Fuerzas Aéreas son en gran parte inútiles en las 4GW. Parece ser que la aviación militar está destinada a ser flor de un día, su momento pasó con el siglo XX y la 3GW.
El antiterrorismo es una farsa. Occidente podría acabar nuclearmente con los yihadistas, pero no lo hará por la misma razón por la que permite que se le cuelen por la frontera: nuestra civilización está enferma de muerte, y el virus se llama progresismo (i.e. la politización de la endofobia). No podría ser de otra manera, pues Occidente es tan poderoso que quién quiera vencerlo habrá de conseguir que se suicide. ¡Qué bien lo entendió la secta de Fráncfort!
Las élites luciferinas no solo están en contra de Europa, sino de toda la Cristiandad. Que la FED haya metido en la Casa Blanca a Barry Soetoro, el ex-chapero de gueto medio-keniata y criptomusulmán, refuta el necio oxímoron “anglosionismo” (cf. “iberoyihadismo”). Los progres de USA odian la Constitución de los F.F, lógico pues está diseñada en pro de su pueblo a diferencia de las europeas.
Saludos cordiales
Aryan, pero es que los republicanos yanquis son practicamente iguales a los demócratas. En EE UU pasa como en España, Alemania o Francia, que entre "la derecha" oficial y "la izquierda" oficial no hay diferencias reales de facto salvo pequeños matices. La agenda de ingeniería social la practican de manera parecida aunque en diferentes tiempos y con diferente discurso(o incluso con el mismo)
Lo primero de todo, quisiera hacer una aclaración. El término oriente medio no me parece acertado. Para nosotros sería mucho más apropiado llamarlo oriente próximo, como siempre se dijo. Mirando desde EE.UU. quizás tenga validez, pero no creo que la tenga desde nuestra Europa.
Lo de "yo también soy charly" es una charlotada, y nunca mejor dicho, y se apela a la sacrosanta libertad de expresión, en la que cabe todo pero según que cosas se digan o se cuestionen. Todo lo que ataque a la tradición, será bienvenido, pero lo que cuestione a los "valores progresistas" (?) será ampliamente criticado y menoscabado.
La gilipollez de la corrección política llega a tal grado que se dice "tolerancia cero" para indicar su sinónimo mucho más apropiado: intolerancia. Da náuseas la jerga mamarracha de nuestro tiempo que los medios defecan, en estos y en otros muchos temas.
Con respecto al islam, no olvidemos que, además de la inmigración, tenemos ya tres estados de religión musulmana mayoritaria: Kosovo, Bosnia y Turquía, siendo los dos primeros, sobre todo Kosovo, una bomba de relojería en plena Europa.
Malos tiempos los que nos ha tocado vivir.
Saludos.
Publicar un comentario