lunes, 15 de febrero de 2016

INDECENTES INDULTOS FEMINISTAS: Actualización

A modo de complemento a la entrada anterior he de mencionar un artículo aparecido en el diario El Mundo que, por una vez, presenta las razones del varón, en este caso el marido de la indultada que es el verdadero maltratado y de muy mala manera. Por la mujer y por la justicia. También por los medios, aunque hay que dar al César lo que es suyo y aplaudir que se haya publicado este artículo, que enlazo:


Ello no borra de un plumazo, sea claro, la trayectoria de este diario, como todos órgano de la propaganda feminista; pero es obligado reconocer que aquí se han comportado correctamente, sin duda porque este caso es ya demasiado descarado, incluso para los aberrantes estándares a los que nos ha acostumbrado  el lavado de cerebro.

Los detalles adicionales aportados confirman las consideraciones que hacía en el artículo anterior, y ponen en evidencia la miseria de la clase política y especialmente de los responsables de la “justicia” en este país; la que ya no se puede llamar, con orgullo y plenitud, Justicia. La caterva infame de mediocres y pusilánimes la ha destrozado. Políticos totalmente dominados por la “opinión pública” que no es otra cosa que el discurso intolerante y exclusivo de la horda feminista, que ha secuestrado completamente nuestra sociedad.

Como anticipaba en la entrada anterior, el marido fue condenado por la patraña feminista del “maltrato psicológico”, que en este caso consistía en haberla llamado estúpida e inútil (según ella, claro, pero esto es lo de menos). Y por eso el hombre fue condenado a veintiún meses. La mujer por su parte no sólo le ha lavado el cerebro a su hija para separarla del padre, no sólo ha impedido las visitas e ignorado las resoluciones judiciales en este sentido, sino que se la indulta cuando, tras mucho tiempo y esfuerzo por obtener una brizna de justicia, se la había condenado a una (ridícula) pena de cárcel.

Este es el repugnante e inmoral sistema en que hemos de vivir.

Vayamos al corazón del problema dejando lo secundario. Seguramente la justicia no debería meterse en lo que se dicen un marido y una mujer, seguramente ella ha dicho (y con certeza demostrada ella ha hecho) cosas peores, pero esto es lo secundario. La cuestión es mucho más grave y odiosa.

El verdadero problema aquí es que un sistema legislativo, judicial y penal que condena a un hombre a una pena, por pequeña que sea, por el hecho de llamar a su mujer estúpida o inútil, es una basura y no merece respeto ni reconocimiento. No es “imperfecto” solamente, sino un sistema asqueroso que no nos representa como varones, que por principio es enemigo nuestro, del que no podemos esperar justicia; no tiene legitimidad para llamarse ni Justicia ni Estado de Derecho, sino que es sencillamente la imposición de una mafia hembrista a la que hay que obedecer, como a un gangster que nos pone una pistola en la sien.

Naturalmente también sería una basura si condenara a una mujer por llamarle inútil a su marido. Pero como todos sabemos, antes de ver esto veremos a las ranas criar pelo, a los elefantes volando y el fin de la corrupción en España.

Si llamar inútil a la mujer merece veintiún meses de condena, la auténtica y odiosa violencia que esa mujer ha cometido con el marido, separándole de su hija (también víctima), merece veintiún años de cárcel.

El vínculo del Padre con los hijos es sacro. Las mujeres que separan al padre de los hijos merecen, además de ir a la cárcel, ser inhabilitadas de por vida para ejercer la patria potestad.

MAX ROMANO

2 comentarios:

Raul dijo...

Excelente Entrada Oso, Muchas gracias por el blog!

Anónimo dijo...

Muy buen texto, claro y conciso, repleto de verdades.